COP26: acuerdo ‘in extremis’ para poner fin a la financiación del carbón

Además del acuerdo sobre el carbón, la COP26 ha conseguido compromisos para que los países desarrollados incrementen el apoyo financiero a los países en desarrollo y un acuerdo sobre las normas relativas a los mercados de carbono que hará plenamente operativo el Acuerdo de París.

La Conferencia de Cambio Climático de la ONU (COP26) celebrada en Glasgow (Escocia) este mes de noviembre bajo la presidencia de Reino Unido, ha finalizado un día después de la fecha prevista con la firma del Pacto Climático de Glasgow, un acuerdo global para acelerar la acción sobre el clima en esta década y lograr el objetivo de limitar el aumento de las temperaturas a 1,5 grados centígrados.

El presidente de la Cumbre, Alok Sharma, calificaba el acuerdo de “histórico”, pero también de “victoria frágil”, en un momento crucial para luchar contra el calentamiento global del planeta, recalcando que “aún queda mucho por hacer”. El trabajo se ha centrado en impulsar la reducción de emisiones a corto plazo, movilizar fondos públicos y privados, y apoyar a las comunidades para que se adapten a los impactos climáticos.

Los 197 países que han participado en la negociación, se han comprometido a “reducir progresivamente el carbón y las subvenciones ineficientes a los combustibles fósiles”. Aunque el acuerdo final ha sido menos ambicioso respecto a las propuestas de borrador -que pedían “eliminar” el carbón y las subvenciones-, se trata de la primera vez que un acuerdo de la ONU hace mención expresa a los combustibles fósiles.

Unos días antes, al menos 23 países asumían el compromiso de abandonar el carbón -incluidos cinco de los 20 países que más energía del carbón utilizan en el mundo- y los principales bancos internacionales se comprometían a poner fin a su financiación. Desde que se adoptó el Acuerdo de París, el número de nuevas plantas de carbón planificadas a nivel mundial ha caído un 76%, que equivale a la cancelación de más de 1.000 GW de nuevas plantas de carbón.

Los delegados también han llegado a un acuerdo sobre las normas fundamentales relacionadas con el artículo 6 del Acuerdo de París sobre los mercados de carbono, que se había intentado implementar sin éxito desde 2015, y que hará que dicho Acuerdo sea plenamente operativo.

Asimismo, todos los países han acordado revisar y fortalecer sus objetivos de emisiones actuales hasta 2030 -conocidos como Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC)-, que deberán presentar en la Cumbre que se celebrará en Egipto en 2022 (COP27). Para cumplir con el objetivo de 1,5 grados, se necesita que las emisiones de dióxido de carbono -principal gas de efecto invernadero-, desciendan un 45% en 2030 respecto a los niveles de 2010. El problema es que los NDC presentados hasta ahora, llevará a que las emisiones globales sean casi un 14% más altas.

La Cumbre también ha conseguido compromisos para aumentar significativamente el apoyo financiero a través del Fondo de Adaptación, instando a los países desarrollados a duplicar su apoyo a los países en desarrollo para 2025. Asimismo, se ha reafirmado el deber de cumplir con la promesa de aportar 100.000 millones de dólares anuales de los primeros países a los segundos, acordados hace más de diez años para 2020. También se ha lanzado un proceso para definir el nuevo objetivo global sobre finanzas.

El Fondo de Adaptación ha recibido la cifra récord de 356 millones de dólares (casi 311 millones de euros) por parte de 16 Gobiernos nacionales y regionales, una cantidad que supera con creces la meta de movilización de recursos del Fondo para 2021 y más del triple de lo que recaudó hace un año.

La Comisión Europea, con 116,4 millones de dólares (101 millones de euros), ha sido la que más ha aportado, mientras que EEUU, Canadá y Qatar han contribuido por primera vez al Fondo. España, que ha aportado algo más de 30 millones de euros, se ha comprometido a aumentar la financiación climática para llegar a 2025 con un incremento de un 50% respecto al compromiso actual, con el fin de alcanzar 1.350 millones de euros anuales a partir del año 2025.

Emisiones, bosques y movilidad sostenible

La Cumbre también ha sido el escenario de otra serie de acuerdos que se han alcanzado en estos 13 días de encuentros y negociaciones. Un total de 141 líderes, que representan más del 90% de los bosques del mundo, se han comprometido a trabajar juntos para detener y revertir la pérdida de bosques y la degradación de la tierra para 2030 en la Declaración de los líderes de Glasgow sobre los bosques y el uso de la tierra, una promesa que será respaldada con 12.000 millones de dólares (10.500 millones de euros) en fondos públicos y 7.200 millones de dólares (6.300 millones de euros) en fondos privados. Este anuncio se ha visto reforzado con el compromiso de más de 30 instituciones financieras de eliminar la inversión en actividades vinculadas a la deforestación.

En el primer evento sobre metano que se organiza en una COP, se ha conseguido que un total de 103 países -incluidos 15 emisores importantes entre los que se encuentran Brasil, Nigeria y Canadá-se hayan adherido al Compromiso Global de Metano para reducir sus emisiones un 30% en 2030. Este compromiso histórico -liderado por EEUU y la UE, al que no se han adscrito China, Rusia y la India-, equivale hasta el 40% de las emisiones mundiales de metano y el 60% del Producto Interior Bruto mundial.

En relación con el transporte sostenible, un conjunto de 30 países han acordado trabajar juntos para hacer de los vehículos cero emisiones la nueva normalidad, haciéndolos accesibles, asequibles y sostenibles en todas las regiones en 2030. De hecho, varios mercados emergentes están acordando acelerar la transición a vehículos de emisiones cero en sus mercados, incluidos Ruanda, Kenia y la India.

En línea con esto, se ha lanzado un nuevo fondo fiduciario del Banco Mundial que movilizará 200 millones de dólares (cerca de 175 M€) durante los próximos 10 años, para descarbonizar el transporte por carretera en mercados emergentes y economías en desarrollo. Por otro lado, un total de 19 Gobiernos han manifestado su intención de apoyar el establecimiento de corredores marítimos ecológicos, es decir, rutas marítimas sin emisiones entre dos puertos, que implicará el despliegue de tecnologías de embarcaciones cero emisiones y la instalación de combustibles alternativos e infraestructura de carga en estas ubicaciones.

La COP26 también ha sido objeto del lanzamiento de las Alianzas de Hidrógeno Verde de África y América Latina para impulsar la producción de millones de toneladas de hidrógeno verde con emisiones casi nulas de carbono para su uso en industrias nacionales e internacionales en todo el mundo, así como del Consejo de Almacenamiento de Energía de Larga Duración (LDES, sus siglas en inglés) para reemplazar el uso de combustibles fósiles.