Internacionalización en el sector energético de renovables

El sector energético disfruta de un momento especialmente activo tanto en España como Iberoamérica. Existe una oportunidad clara para la inversión, el intercambio de tecnología y posible consolidación de grandes jugadores para un aprovechamiento integral de esta oportunidad. El 2021 será, seguramente, el annus mirabilis de las energías renovables a ambos lados del charco.

El de las renovables será, sin duda, uno de los pocos sectores que saldrán reforzados de la crisis. Uno de cada tres euros de los cerca de 140.000 millones que España espera recibir del Fondo Europeo de Recuperación, será destinado a cuestiones de sostenibilidad. Igualmente, se prevé que este año el mercado europeo tenga un sólido crecimiento del entre el 8% y el 13% en términos de capacidad añadida.

Tras el freno por la irrupción de la pandemia, el sector energético tiene ya un ritmo de inversión previo a la crisis. Los analistas lo identifican como uno de los sectores de mayor crecimiento y prevén que solo este año en Europa se realicen inversiones superiores a los 60.000 millones de euros.

Según Red Eléctrica Española, las tecnologías limpias fueron responsables del 43,6% de toda la electricidad producida en España durante el pasado año, lo que se tradujo en su mayor participación desde que existen registros históricos y en un incremento del 6,1% respecto a 2019.

Pero España ha tenido siempre un lugar de privilegio para el desarrollo de las energías renovables. Su situación y disponibilidad en Europa de recursos, tanto eólicos como solares, la convierte en una región natural para liderar la transición desde los combustibles fósiles hacia la generación limpia. A inicios del siglo XXI, el país fue pionero y líder en el sector eólico a nivel mundial. Ahora todo muestra que puede ocupar el mismo protagonismo en cuanto a la energía fotovoltaica

A nivel nacional, incluyendo los territorios extra peninsulares, la potencia instalada eólica alcanza los 27.259 MW y la fotovoltaica, los 11.547 MW. El total nacional de capacidad renovable queda en 62.768 MW.

A su vez, a nivel de la Unión Europea, España está entre los cuatro primeros lugares en cuanto a capacidad renovable instalada tanto de hidroeléctrica como de eólica y de solar.

Es el tercer país en capacidad hidroeléctrica instalada por detrás de Francia e Italia. Es la segunda en capacidad eólica instalada por detrás, y muy lejos, de Alemania y por detrás, en tercer lugar, está el Reino Unido pisándole los talones. En cuanto a potencia solar, incluyendo tanto la fotovoltaica como la termosolar, se encuentra en la cuarta posición del ranking europeo.

El caso de Iberoamérica es igualmente prometedor. La consultora noruega Rystad Energy espera que los 49 GW de capacidad renovable de la región se disparen hasta los 123 GW para 2025 en Iberoamérica, debido a las subastas y las políticas de apoyo a las renovables que se están produciendo en la región. Según la consultora, los mayores aumentos procederán de Brasil, Chile, Colombia y Argentina, y quizás México si la política actual deja de frenar el sector.

Los cinco países han celebrado subastas de energía renovable durante años, generando una cartera de proyectos de 50 GW para Brasil y de 40 GW para México. Con unos precios que han bajado hasta los 20 dólares/MWh, e incluso 18 dólares/MWh en Brasil, es probable que las subastas avancen en la mayoría de los países a pesar de los retrasos relacionados con la pandemia ocasionada por el Covid-19.

Los bajos precios, combinados con la gran disponibilidad de tierras, han dado lugar a una creciente competencia, lo que ha disparado una ola de megaproyectos.

Chile y México tienen los niveles de luz solar más altos del mundo, lo que los convierte en lugares ideales para la instalación de paneles solares. Mientras que los fuertes vientos en el norte de Colombia y el sur de Argentina, podrían generar suficiente energía eólica para satisfacer con creces la demanda energética de los países.

Además, el crecimiento de la energía renovable en Iberoamérica es clave para que la región cumpla sus objetivos de desarrollo económico y aborde el cambio climático.

La región ya genera alrededor del 25% de su energía a partir de energías renovables, principalmente hidroeléctricas y biocombustibles. Sin embargo, existe potencial para aprovechar sus recursos solares y eólicos, que representaron solo el 16% de la generación renovable total en 2020, según la agencia internacional de energías renovables (IRENA) con sede en Masdar, Abu Dabi.

Mientras que en España las perspectivas son mucho más claras debajo del paraguas de la Unión Europea, el desafío para Iberoamérica será asegurar un marco jurídico y político estable que atraiga la inversión y fomente la actividad económica, especialmente en un contexto económico difícil, herido por los efectos del Covid-19.

Pero el sector presenta una oportunidad única para empresas en proceso de internacionalización que compongan los distintos eslabones de la cadena de valor, desde inversionistas, proveedores de piezas y equipos hasta empresas instaladoras.

El sector de energías renovables está llegando a su punto más dulce y es el momento de ver quiénes son los jugadores que golpean primero.