El mercado testará en abril el apetito por las renovables

El próximo mes de abril está llamado a convertirse en un test para las grandes operaciones de salida a bolsa que preparan tanto Acciona como Repsol -que sigue tenido la puerta abierta a incorporar un socio financiero-. Algunas de las empresas más pequeñas, Capital Energy y OPDE, están ya trabajando a toda velocidad para poder llevar a buen puerto sus ofertas públicas de suscripción de acciones; básicamente una ampliación de capital que servirá para dar entrada en sus accionariados a inversores institucionales.

La clave a partir de ahora está en las valoraciones. Por el momento, el mercado tiene muy claro a cuanto valora el megavatio operativo, pero la situación cambia cuando se trata de proyectos en distinto estado de maduración. Por ese motivo, es necesario extremar las precauciones por parte de los inversores ya que la señal que den al mercado acabará influyendo en el desarrollo del sector en nuestro país. Además, permanece vivo el recuerdo de Iberdrola Renovables y las dudas sobre la repercusión de la segregación del negocio renovable de Acciona y Repsol entre los inversores requerirán de muchas explicaciones.

Fitch, por ejemplo, aseguró en un reciente informe que los bajos precios registrados en los contratos a doce años de la subasta de renovables supone un riesgo para los desarrolladores y fuerza a las eléctricas tradicionales a buscarse la vida en los contratos bilaterales a largo plazo o en retener el mayor número posible de clientes domésticos. No es de extrañar que con esta situación, el número de PPA que se cierran es creciente y que el precio de los mismos se va a reducir en los próximos años. El 34% de los 140 contratos que se han firmado en Europa, se han cerrado en nuestro país y este número seguirá creciendo.