Realidad, competencia y consumidor

Estamos en un momento en el que todas las grandes petroleras están buscando la manera de cambiar el modelo que tradicionalmente explotaban. Muchas están buscando inversores minoritarios para que entren en su división de estaciones de servicio tradicionales con el objetivo de llevar a cabo una reestructuración estratégica para adaptar su modelo de negocio a las circunstancias actuales y futuras. Este cambio de estrategia de las compañías referencia en el sector indica que esto va en serio. La irrupción de las nuevas energías ha llegado, pero de manera tímida. Es cierto que, por primera vez, las 50 provincias que forman España ya cuentan con puntos de carga eléctrica. Pero no es suficiente. La infraestructura aún no está desarrollada para ofrecer un servicio de calidad y las baterías eléctricas no están preparadas aún para sustituir a los motores de explosión. Esto es algo irrefutable. Debemos ser conscientes que el modelo tradicional sigue siendo el más eficiente en muchos casos y no deben cegarnos los objetivos inalcanzables porque sean más verdes cuando un verdadero balance de sostenibilidad demuestra que no es así. Por lo que aún nos quedan unos cuantos años en los que este modelo permanecerá entre nosotros.

No obstante, parece que las compañías tradicionales preparan un viraje de 180-360º para seguir siendo relevantes en el mercado. Comienzan a desarrollar proyectos como gasineras o electrolineras para no apostar, por el momento, por ninguna opción hasta que el mercado se clarifique. Sin embargo, para esta estrategia, en la matriz típica de las estrategias de marketing, necesitan durante algunos años más seguir obteniendo recursos de su negocio tradicional; por eso, el consumidor debe estar atento para que el ruido no le haga perder la atención de lo relevante, su presupuesto familiar. Esta situación, entre otros factores, hace que el precio del carburante en España continúe subiendo y los consumidores estén confundidos. Los precios han vuelto a ser los mismos que antes. Muchas familias han visto cómo los ingresos han ido menguando y cada vez deben dejar de utilizar más días el coche. ¿Dónde está la solución para el consumidor? La solución es estar atento y comparar los precios de las gasolineras que tiene más accesibles y decidir por la oferta que más se acomode a sus necesidades.

Como decía el presidente de EEUU, Herbert Hoover, “la competencia no es solo la base de la protección del consumidor, sino que es además el incentivo para el progreso”. Y ahí es donde está la clave tanto en el presente como en el futuro. Pero las Administraciones, especialmente los ayuntamientos, deben estar en la defensa de sus vecinos evitando poner trabas a la implantación de nuevas estaciones, para que así el conductor tenga mayor oferta de opciones donde repostar. En estos tiempos de cambio, lo importante es la información, tenerla disponible y ejercer aquella frase que en los 80 fue tan utilizada: Busque, compare y si encuentra algo mejor, cómprelo.