La industria sigue necesitando de la cogeneración para descarbonizarse competitivamente

La industria necesita de herramientas que permitan su descarbonización, pero manteniendo su competitividad. No es una revolución lo que necesitamos sino una evolución que acompañe a cada proceso industrial y que permita la descarbonización progresiva hasta 2050, con hitos intermedios al 2030 y 2040. Las soluciones que se planteen a la industria deben sumar a lo ya existente. Las últimas crisis económicas y sanitarias nos han enseñado que hay que mantener lo que funciona y, si se puede, reforzarlo. Nuestra industria productiva no es obsoleta, pero sí que necesita de herramientas que refuercen su competitividad. En este sentido, Alemania acaba de aprobar la ampliación de su esquema de subastas con 1.800 M€ para renovar sus cogeneraciones en los próximos años.

En el escenario actual de precios energéticos altos, con un coste de CO2 al alza, que se suma al coste de la generación eléctrica, la eficiencia energética aporta más valor que nunca y la cogeneración es la tecnología más eficiente para usar el combustible disponible cuando hay una demanda térmica asociada. Mientras que hace unos meses veíamos un pool totalmente deprimido, ahora reconocemos que nos viene un periodo más o menos largo de precios altos (eléctricos) y, aunque luego bajen a 2-3 años vista, no se desplomarán por seguir necesitando de energías de respaldo, con los ciclos combinados marcando precios marginales. Esto no es algo específico de España, sino de todo nuestro entorno competitivo más cercano, con rangos de precios de entre 71 y 74 €/MWh para 2022. Con este planteamiento, no podemos dejar pasar la oportunidad que tenemos de desatascar las inversiones en cogeneración, bloqueadas desde 2012, y que nuestra industria necesita para complementar a las tecnologías renovables para cubrir sus demandas de calor de alta temperatura (entalpía) y para poder mantener sus costes energéticos controlados.

Las renovables seguirán madurando y se desarrollarán tecnologías como las bombas de calor de baja y media presión, el hidrógeno y otros gases renovables. En estos nuevos desarrollos la cogeneración no compite con ellos, es más, los refuerza, pues a unas las complementa con el calor residual que necesitan y a otras les permite optimizar los excedentes que se generen en los nuevos corredores del hidrógeno. También se están desarrollando tecnologías específicas para la cogeneración, que permiten acumular con rocas/sales el calor o usar resistencias eléctricas cuando haya excedentes eléctricos (y tenga precios casi cero o incluso negativos) poder convertirla en calor, con eficiencias cercanas al 100% (si descontamos las pérdidas por radiación).