elEconomista renovable

Hoy son pocas las páginas de actualidad que no hablan de las energías renovables. Los objetivos marcados para 2030 y 2050, la competitividad alcanzada y su identificación como un pilar para la recuperación económica, laboral e industrial del país, nos sitúan en un magnífico momento y esto se traduce en atención por parte de los medios. Sin embargo, los que llevamos toda la vida en el sector sabemos que algunos medios de comunicación se adelantaron a la tendencia y supieron ver, desde el inicio, el gran potencial de este tipo de energías. elEconomista es uno de esos medios. En las páginas de elEconomista Energía hemos visto noticias positivas para el sector y también noticias menos agradables, pero siempre contadas desde el conocimiento y la profesionalidad que el lector de hoy merece. Enhorabuena por esos 100 números. Si algo sabemos de los próximos 100 números de la revista, es que su energía será cada vez más renovable. Para hacernos una idea, cuando nació la publicación, el 20% de la electricidad generada en España era renovable. El año pasado, más del 45% de la electricidad generada en nuestro país fue renovable. Hay pocas certezas en nuestro modelo económico, pero la evolución positiva de estas energías durante las próximas décadas es una de ellas.

Para alcanzar los objetivos de descarbonización marcados a nivel nacional y europeo, son muchos los retos que tendremos que enfrentar: la electrificación de la demanda, la mayor penetración renovable en la movilidad, recorrer el camino de los usos térmicos renovables, optimizar la generación distribuida de la mano del autoconsumo, equilibrar la capacidad de acceso y los proyectos reales... Retos que nos permitirán dejar de ser uno de los países con mayor dependencia energética de toda Europa, blindándonos ante los altos precios de los combustibles fósiles y su volatilidad, mejorando nuestra balanza comercial y generando empleo de calidad en todo el territorio nacional. El desarrollo inteligente de las energías renovables es fundamental para abordar el reto demográfico, de ahí que el actual Ministerio reúna ambas competencias. Son tecnologías compatibles con usos agrícolas y ganaderos, y muchas veces, como en el caso de la biomasa, valorizan subproductos de estas industrias. Las renovables generan empleo y riqueza en todas las regiones de nuestro país, un valioso activo en una época en la que necesitamos, más que nunca, pilares sólidos sobre los que hacer crecer nuestra economía. Nos espera una década apasionante en el sector energético, que está mutando de forma rápida e irreversible a un modelo más inteligente, limpio y renovable, impactando en los principales indicadores macroeconómicos del país. Una magnífica evolución que podremos seguir con gusto desde las páginas de elEconomista Energía.