El papel clave de los gases renovables para la descarbonización de España

La transición energética se ha convertido en una prioridad para nuestra sociedad, pero el camino hacia un nuevo modelo energético que apueste exclusivamente por el empleo de energías limpias y alternativas requiere una evolución que conjugue la protección del medio ambiente con unos elevados estándares de bienestar económico. Por ello, los próximos años serán cruciales para desarrollar un sistema energético que sea sostenible, seguro y económicamente competitivo. El proceso de transición energética requiere la implicación de todos los agentes sociales. En este sentido, el sector gasista lleva años apostando por la innovación con el objetivo de desarrollar alternativas responsables, ecológicas y respetuosas con nuestro entorno, compatibles con el proceso de descarbonización de nuestra economía. En este contexto, las fuentes de energía basadas en el gas toman un gran protagonismo en el proceso de transición hacia una economía de cero emisiones. Especialmente, los gases renovables y de origen orgánico. El impacto medioambiental de este tipo de gases es neutro, lo que permite reforzar el proceso de descarbonización para cumplir con los objetivos establecidos a nivel nacional y de la UE.

Los gases renovables son, sin duda, unos de los vectores para lograr los objetivos de descarbonización en España junto con la electrificación con energía renovable. Sin embargo, estos normalmente se piensan para la movilidad, pero desde Primagas apostamos por el tercer vector, que son gases renovables para su consumo doméstico e industrial fuera de la red de gas. Con el objetivo de contribuir a la transición energética y alcanzar una economía libre de carbono, Primagas se ha convertido en la empresa pionera en lanzar en España el biopropano, una energía 100% sostenible. Producido a partir de materias primas con origen orgánico y renovable, el biopropano reduce las emisiones de CO2 hasta un 80% en relación al propano convencional. Además, puede ser suministrado de la misma forma que el gas propano y es totalmente compatible con sus instalaciones. Asimismo, otra de las ventajas de este gas es que se licúa a alta presión, facilitando así su transporte por tierra y mar, y su almacenamiento. Esto permite su acceso a hogares y negocios ubicados en zonas rurales que no están conectadas a la red de gas natural. Como fuente energética limpia y al alcance de todos, permite a las comunidades rurales tener acceso a una energía sostenible.

Mientras avanzamos hacia un futuro con una generación de energía totalmente renovable, donde fuentes como el biopropano tendrán un papel clave, el cambio hacia combustibles como el propano o el GNL facilita la incorporación del campo a un contexto de transición energética y lo libera de combustibles de alto impacto ambiental como, por ejemplo, el gasóleo. En consecuencia, facilitar el acceso de fuentes energéticas más limpias y económicas en las zonas rurales permitirá vertebrar el territorio, cohesionarlo socialmente evitando la despoblación y fomentar su desarrollo económico durante el proceso de transición.