El hidrógeno: una nueva oportunidad para España

Hablar de renovables en España genera, en ocasiones, sentimientos encontrados; trae a la memoria subvenciones, burbujas, viejas leyendas urbanas, etc., sin embargo, hay dos cuestiones acerca de las que nadie duda: el enorme potencial que nuestro país tiene y el posicionamiento tecnológico que logró en poco tiempo. Con el llamado “hidrógeno verde”, nuestro país tiene una nueva oportunidad en el sector energético. El hidrógeno, producido desde fuentes renovables, es la pieza fundamental de las estrategias de descarbonización de todos los países para mediados del Siglo XXI; gracias a este vector energético, las energías renovables pueden ser gestionadas y almacenadas, mediante la electrólisis, en forma de un gas renovable que, a su vez, puede ser empleado como un combustible alternativo y limpio en el transporte, en el sector residencial y en el industrial.

España tiene el potencial de producir este hidrógeno verde a un precio competitivo y en gran cantidad -tanto que podrá autoabastecerse y también exportar al norte de Europa-; y está en situación de liderar tecnológicamente el sector, desarrollando y fabricando equipos de producción, transporte, almacenamiento y distribución de hidrógeno, y exportando sistemas, plantas, servicios y tecnología. Y es que este concepto de “Economía del Hidrógeno” en absoluto es nuevo para nuestro país; llevamos casi tres décadas trabajando en el sector; a modo de ejemplo, podemos destacar que en 1992 se lanzaba en Huelva la que sería la segunda planta en Europa de producción de hidrógeno renovable desde fotovoltaica; o que diez años más tarde, en 2002, se creaba la Asociación Española del Hidrógeno, con la misión y visión de convertir a nuestro país en un líder del sector, y de desarrollar nacionalmente el potencial y las tecnologías del hidrógeno.

Desde entonces, se ha recorrido un largo camino, que tuvo un importante hito el año pasado con la publicación de la “Hoja de Ruta del Hidrógeno”; sociedad, gobierno, academia y empresa se han volcado, en los últimos meses, en manifestar su apuesta por el hidrógeno, en Expresiones de Interés, en anuncios en prensa, en promoción de nuevos proyectos y en el establecimiento y financiación de nuevas iniciativas. Indudablemente queda mucho por hacer, y hay retos que superar; hay que garantizar el origen del hidrógeno renovable -definir bajo qué condiciones obtiene esa etiqueta-, regular su producción y su uso -en cada uno de los sectores-, formar adecuadamente a las empresas y sus trabajadores -incluso entrando en los diferentes grados formativos-, desarrollar y transferir adecuadamente la tecnología -para seguir siendo líderes en las próximas décadas-... pero la oportunidad está ahí, y también el interés de España en que esto salga bien. La Economía del Hidrógeno va a aportar mucho a este país, pero España tiene mucho que decir en este sector.