El futuro será renovable o no será

La transición energética hacia una sociedad descarbonizada no es una moda, sino una necesidad. Por fin las autoridades, en la mayoría de países del mundo, han establecido directrices que apoyan esta transición. En Europa, la estrategia marcada en El Pacto Verde va a destinar una buena parte de las inversiones del plan de recuperación Next Generation EU para financiarlo. El otro dato para resolver la ecuación es el desarrollo tecnológico. Desde hace años trabajamos en soluciones cada vez más competitivas en la tecnología relacionada con las energías renovables y la electrificación, mejorando para una misma potencia instalada las que ofrecen las instalaciones de generación convencionales, consiguiendo una penetración de la energía eléctrica en el consumo mucho mayor.

El ritmo de despliegue de la infraestructura eléctrica necesaria para alojar a los nuevos activos de generación, las interconexiones eléctricas, los nuevos consumidores, son clave para propiciar las inversiones en desarrollo tecnológico. Y este fenómeno debe tener en cuenta la realidad específica de la generación eléctrica en función de las condiciones naturales. Así, en diferentes lugares geográficos, serán más propicias las condiciones para la implantación de nuevas plantas de generación: eólica, solar fotovoltaica, hidroeléctrica, de biomasa o de biocombustibles. La tecnología de conversión de energía se debe desarrollar para ofrecer las mejores soluciones posibles en cada caso. En ese sentido, se está trabajando en las plataformas de electrónica de potencia y generadores eléctricos para encontrar las combinaciones óptimas que permitan obtener los mejores rendimientos a las fuentes de energía disponibles: el sol, el viento, el agua, la biomasa. Al otro lado de la línea de transmisión eléctrica están los consumidores con otro desafío energético: conseguir el consumo más eficiente posible. De nuevo, contamos con los sistemas de conversión de energía para ser aplicados de manera inteligente en las necesidades de consumo energético del presente y del futuro: movilidad eléctrica terrestre -carretera y ferrocarril-, propulsiones eléctricas para todo tipo de buques y, en un futuro no tan lejano, para el transporte aéreo.

Recientemente está cobrando fuerza el hidrógeno como vector energético por desarrollar en el futuro próximo. Los retos que presenta la energía para el ser humano son muchos, pero gracias a la tecnología de conversión de potencia seremos capaces de afrontarlos para asegurar la sostenibilidad. Siempre bajo el prisma de las energías renovables. Como venimos diciendo desde hace algunos años en Ingeteam, “el futuro será renovable o no será”. Nuestro reto es poner la tecnología eléctrica y electrónica en servicio de la evolución que requieren las nuevas soluciones de aprovechamiento de los recursos renovables, de modo que se pueda canalizar todo ese recurso natural casi infinito hacia consumos finales de energía eléctrica, consumos limpios.