Descarbonizar nuestra economía antes de 2050

Nos enfrentamos a un importante reto para descarbonizar nuestra economía completamente antes de 2050, lo que requiere un cambio de paradigma energético para garantizar que todos los hogares y empresas alcancen este objetivo. El Proyecto de Ley para la creación del Fondo Nacional de Sostenibilidad del Sistema Eléctrico (FNSSE) que va a debatirse en el Congreso de los Diputados, supone un paso decisivo y justo en el avance de España hacia una economía verde y totalmente competitiva, donde la principal vía para conseguirlo es la electrificación. Las renovables eléctricas aseguran la plena descarbonización del sector eléctrico mucho antes de 2050. A partir de esta premisa, cuando hablamos de descarbonizar, hay que incluir también otros elementos como el ahorro y la eficiencia energética o el uso de otros combustibles que no emiten, como es el caso del hidrógeno verde a partir de excedentes de energías renovables eléctricas. En este caso, también estamos hablando de descarbonizar a partir de la electrificación indirecta.

Tal y como se prevé, nuestro país se verá afectado por las consecuencias del cambio climático de forma muy relevante, con un impacto negativo en nuestras industrias y, por ende, en nuestra economía que debemos mitigar. Por ello, debemos avanzar hacia una economía sostenible y digitalizada en todos los segmentos de nuestra sociedad, tanto en hogares como en empresas.

Para poder garantizar esta transformación, la digitalización es un eje clave, gracias a las soluciones que aporta en el desarrollo de las infraestructuras eléctricas que, a su vez, son eficientes. Avanzamos hacia un sistema eléctrico en el que todos los agentes deben tener un papel activo en sus decisiones de consumo, producción o almacenamiento de electricidad, de manera que se garantice la estabilidad de la red en todo momento y, por tanto, se asegure el suministro. Hablamos de redes inteligentes que sean capaces de facilitar un intercambio eficiente de energía entre todos los actores en el tiempo real y es ahí donde la digitalización contribuye con instrumentos que hacen posible este equilibrio en la red. Digitalizar las redes va a permitir, entre otras cosas, trasladar consumos de los momentos de mayor demanda a los de menor demanda y, también, adaptarse a la producción renovable de carácter intermitente. Pero, además, la digitalización también debe ser capaz de aportar soluciones para que los sectores intensivos en el consumo eléctrico, la industria, el transporte y los edificios, maximicen la integración de las energías renovables en el sistema y permitan transitar hacia la movilidad eléctrica, los edificios inteligentes sostenibles y la industria descarbonizada.

En España, nos hemos propuesto retos ambiciosos, pero alcanzables, que nos permitirán liderar la acción climática en Europa y nos ofrecerán nuevas oportunidades de crecimiento para generar riqueza y empleo.