Descarbonización industrial y costes energéticos competitivos: cuadratura del círculo

La descarbonización del sector y el diferencial de precios de la energía con nuestros competidores son los grandes retos de la industria papelera. Somos una industria electrointensiva y calorintensiva. Necesitamos electricidad para mover la maquinaria y energía térmica para secar la celulosa y el papel, por lo que la cogeneración es la tecnología ideal, al aprovechar al máximo el combustible utilizado. El mix de combustibles del sector es en estos momentos un 34% de biomasa, un 64% de gas natural y un 2% de fuel oil.

El sector está inmerso en un plan de inversiones de 1.400 millones de euros con 180 proyectos de medio centenar de empresas, con la descarbonización y la eficiencia energética como parte del león con 300 y 250 millones de euros. En descarbonización, el plan incluye proyectos de sustitución del gas y otros combustibles fósiles por renovables e hidrógeno verde en las cogeneraciones (eCogeneración), proyectos para incorporar biogás e hidrógeno verde como combustibles para cubrir la demanda de energía térmica y proyectos para integrar instalaciones de generación de electricidad a partir de fuentes renovables (fotovoltaica, biomasa, residuos renovables, etc.).

Los costes energéticos suponen un 30% de los costes totales del sector. El diferencial de precios con nuestros competidores exteriores se ha mantenido, amplificándose en los últimos meses con muy elevados precios de gas y máximos históricos de electricidad y CO2, que hacen necesaria una respuesta legislativa en el muy corto plazo. Una respuesta integral y coordinada desde los distintos ministerios implicados. Ya se han dado pasos, como la suspensión temporal del IVPEE, positiva aunque insuficiente, que confiamos acabe deviniendo en definitiva. O la puesta en marcha del sistema de ayudas a consumidores electrointensivos, una muy buena noticia que se debe reforzar tanto presupuestariamente, en caso de confirmarse insuficiente la dotación, como con medidas adicionales.

En el tsunami legislativo europeo y nacional que vivimos, hay iniciativas con un directísimo impacto en nuestra competitividad energética. Particularmente el FNSSE, bienintencionado en su concepción, al extraer cargos de los costes soportados en la tarifa eléctrica, pero errado en su diseño, traduciéndose previsiblemente en un incremento de costes energéticos para la industria. O las largamente esperadas subastas de régimen retributivo de cogeneración, cuya pronta celebración y correcto diseño es crucial para la continuidad de gran parte de las instalaciones de una tecnología que es la principal herramienta de eficiencia y competitividad energética industrial con que contamos a día de hoy los sectores calorintensivos.

El sector papelero desea y necesita invertir y para ello necesita el adecuado marco normativo, que con la debida certidumbre, previsibilidad y entorno de costes energéticos competitivo posibilite su efectiva descarbonización.