Descarbonización de ciudades, industrias y sector eléctrico con geotermia

La energía geotérmica es una energía renovable con capacidad para contribuir a la descarbonización del mix de generación eléctrica y cubrir una fracción muy sustancial de la demanda de calefacción y refrigeración de nuestros edificios e industrias. Las aplicaciones térmicas a baja temperatura utilizan la capacidad de almacenamiento térmico del terreno para producir, con una misma instalación, calefacción, refrigeración y ACS 24/7 con un consumo de energía primaria y unas emisiones de gases de efecto invernadero inferiores a cualquier otra tecnología de climatización, lo que la convierte en la Mejor Técnica Disponible (MTD) para la climatización. Su huella, prácticamente nula una vez implantada, y la capacidad para alimentar redes de climatización, recuperar todo tipo de calores residuales y ocupar un mínimo espacio en el interior de los edificios, la posiciona como una alternativa de rehabilitación que debe considerarse, en todo su potencial, ante el reto planteado: rehabilitar totalmente un parque de varios millones de edificios muy ineficiente, en un escenario de demanda creciente de confort.

Los sistemas de intercambio geotérmico están penetrando muy lentamente en España, a mucho menor ritmo que en otros países de nuestro entorno. El coste de oportunidad de no apostar masivamente por estos sistemas es enorme. Su implantación permite reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero, no solo CO2, también refrigerantes, con una contribución al problema del calentamiento global que dista de ser despreciable. Produce mejoras en la calidad del aire que respiramos, no genera NOx, ni partículas y evita otros riesgos sanitarios como los relacionados con la legionella. Permiten una radical reducción del ruido, facilitan la liberación de fachadas y cubiertas de cualquier tipo de equipo mecánico y evitan cualquier salida de aire o emisión de gas. Su carácter de energía distribuida, los sistemas hay que “fabricarlos” in situ, impide su externalización, mejora la balanza de pagos y limita la dependencia tecnológica.

La generación eléctrica con energía geotérmica aún no ha despegado en España a pesar de contar con recurso suficiente para generar electricidad de forma competitiva, no solo en Canarias, sino también en amplias zonas de la Península. Su gestionabilidad la convierte en un vector del mix eléctrico futuro, indispensable para alcanzar los ambiciosos objetivos planteados. Se abre una década apasionante que el sector europeo ha denominado ‘década geotérmica’. España cuenta con capacidades científico-tecnológicas, industriales y empresariales, potencial de recurso y necesidades de descarbonizar suficientes, para convertir la energía geotérmica en todas sus vertientes en una alternativa solvente, fiable e insustituible. Hagámoslo.