Abocados a los ‘Data Fabric’ de la energía

En los nueve años que celebra esta publicación, el sector de la energía ha experimentado importantes cambios en la consolidación de un mercado competitivo en la comercialización de la energía, la transición del mix de generación energética hacia un modelo descarbonizado o en la creciente sensibilidad de la sociedad por el cambio climático. Sin embargo, mirando hacia delante otros nueve años y siendo conscientes de los objetivos marcados por la UE para la transición energética, resulta difícil pensar que con la misma velocidad que ha evolucionado históricamente el sector sea posible acercarse a estos objetivos.

Complicado resumir en pocas líneas todos los retos a los que éste se enfrenta, pero sí que creo que es destacable uno de ellos: los datos. Al igual que les ocurre a otros sectores, los datos en la energía y, más aún, en lo relativo a hacer llegar a los usuarios de la energía soluciones para la transición energética, son y serán cada vez más críticos. El PNIEC fija para 2030 unos objetivos en los que resulta difícil pensar que sea posible sin una verdadera industrialización del proceso. Para esta industrialización es imprescindible digitalizar y consolidar muchísimos datos. Los actores que “mueven” el sector vienen de jugar un rol muy poco activo en lo relativo a innovar e incorporar nuevas soluciones a su oferta de servicios por no ser este su verdadero negocio. Esto se demuestra en sus limitaciones a nivel de capacidades y, como no, en el uso de los datos que participan en los procesos para que éstas se materialicen. No es raro encontrar compañías del sector que cuenten más de 200 tipos de bases de datos o más de 100 fuentes con sus aplicativos y plataformas en su ecosistema tecnológico, intentando satisfacer como pueden a sus clientes en tiempo y forma.

Aunque pueda no ser un concepto todavía de uso extendido, cada vez será más habitual oír hablar de los Data Fabrics como fórmulas que vencen la alta dispersión de los datos a través de la integración de estos en un modelo end to end con una arquitectura y software integrado que permita explotarlos de manera transversal y masiva. Analistas de referencia en el sector como Gartner o Forrester pronostican que, en 2024, un 25% de la gestión de los datos se hará a través de estos medios, lo que contribuirá a que los datos fluyan a la velocidad y con las capacidades que exige el ritmo previsto de desarrollo de la transición energética. Ojalá que con ello y con otras muchas palancas necesarias, alcancemos las metas que el cambio climático exige.