Solo dos empresas españolas en la carrera por las baterías

Ferroglobe y Little Electric Cars son las dos únicas empresas españolas que han pasado el corte de la Comisión Europea para participar en el segundo proyecto paneuropeo de investigación e innovación sobre baterías para automoción y almacenamiento.

Ferroglobe y Little Electric Cars, son las dos únicas empresas españolas seleccionadas por Bruselas que representarán a nuestro país en el segundo proyecto paneuropeo de investigación e innovación (IPCEI) que abarca toda la cadena de valor de las baterías.

Los doce Estados miembros que participan en este proyecto -incluido España-, aportarán hasta 2.900 millones de euros de dinero público en los próximos años para financiar los 42 proyectos elegidos, en los que colaborarán más de 300 asociaciones. La finalización del proyecto global está prevista para 2028, con distintos plazos para cada subproyecto.

La participación de las dos empresas españolas, permitirá a nuestro país estar en la primera línea de un proyecto que ayudará a crear una industria europea fuerte en el ámbito de las baterías para automoción y almacenamiento, un mercado que jugará un papel estratégico en las próximas décadas para conseguir los objetivos de descarbonización y movilidad sostenible.

Si nos atenemos a las previsiones que maneja Battchain, el recién creado consorcio español de baterías, la demanda acumulada de baterías en España podría alcanzar los 75 GWh en 2030, de los que un 90% procederá del sector de la automoción. En esa fecha -indican-, al menos la mitad de los vehículos producidos en nuestro país serán eléctricos, de manera que el sector de automoción español requerirá unos 30 GWh de baterías al año.

Ferroglobe: polvo de silicio

De los cuatro paquetes de trabajo en los que se ha dividido el proyecto, Ferroglobe ha sido incluido en el denominado materias primas y materiales avanzados. Con sede en Galicia, es uno de los principales productores de silicio metal y ferroaleaciones a nivel internacional, que presta servicio en sectores como la energía solar, automotriz, productos de consumo, construcción y energía. La compañía está organizada en siete unidades operativas repartidas en cuatro continentes (Europa, América, África y Asia), cuenta con 26 centros de producción que trabajan en el sector de la electrometalurgia y tiene 69 hornos en todo el mundo.

El centro de I+D en España está en Sabón (A Coruña), al lado de la fábrica de silicio propiedad de Ferroglobe. Desde 2016, este centro trabaja en el desarrollo de polvo de silicio para el ánodo de las baterías de iones de litio: silicio micrométrico y nanométrico.

El proceso para participar en el proyecto comenzó en junio de 2019, cuando la dirección de la empresa recibió una solicitud del Mincotur para participar en el segundo IPCEI de Baterías. En el primer encuentro se dieron cita 80 empresas europeas, seis de ellas españolas. En septiembre de 2019 comenzó una fase de revisión, que finalizó con la entrega del documento final en septiembre de 2020. De las seis empresas españolas solo llegaron Ferroglobe y Little Electric Cars.

“Algunos de los retos del IPCEI en su objetivo de facilitar la evolución y transformación del sector del transporte hacia tecnologías más sostenibles y climáticamente neutras como la electromovilidad son: la mejora significativa de la densidad energética, de la velocidad de carga y el coste de los sistemas de almacenamiento de energía en los vehículos eléctricos. Todo esto puede conseguirse con silicio metal, y es ahí donde Ferroglobe jugará un papel importante en el proyecto”, señala Benoist Ollivier, director Global de Operaciones en Ferroglobe.

El proyecto se ha intensificado desde finales de 2020. El equipo técnico, operativo y comercial dedicado al proyecto ya se ha organizado. También se ha establecido la estrategia de negocio y se ha comenzado a planificar la planta piloto que servirá para finalizar el desarrollo y validar los nuevos materiales avanzados, que serán validados por los socios que participan en el proyecto. El proyecto será financiado inicialmente con recursos propios y de otras convocatorias de ayudas.

Little Electric Cars: fábrica en Pontevedra

Little Electric Cars es la más desconocida. La empresa, con sede en Mos-Pontevedra, nació hace diez años como fabricante de vehículos eléctricos especiales de pequeño tamaño, aunque ahora también están inmersos en la fabricación de baterías para sus propios vehículos. La empresa también desarrolla productos a medida para grandes clientes y está a punto de presentar un vehículo multipropósito de gran capacidad, orientado al uso en entornos extremos, como el rescate en alta montaña, transporte de personas y trabajos especiales.

La compañía forma parte del grupo de trabajo número 4 del IPCEI, denominado ‘Reciclado y Sostenibilidad’, que se centra en todo lo relacionado con la revalorización, reciclaje y reaprovechamiento de las baterías de los vehículos eléctricos.

“Nuestro papel consiste en analizar las baterías y las celdas o pilas de las baterías de estos vehículos cuando lleguen al final de su vida útil y ver si es posible reaprovecharlas para otro tipo de aplicaciones, dándoles una segunda vida, y fabricar así otras baterías, de tipo estacionario, que son las que se utilizan para almacenar energía procedente de instalaciones fotovoltaicas en viviendas unifamiliares, pymes, etc.”, explica Rubén Blanco, fundador y consejero delegado de Little Electric Cars.

Es cierto que, a día de hoy, están llegando pocas baterías a los talleres y desguaces, “calculamos que están llegando en torno a 10 baterías diarias, con las que no existe un procedimiento cerrado de cómo proceder -señala Blanco-, pero a la vuelta de unos años llegarán miles, porque las baterías duran mucho más que los propios vehículos”. Se estima que, de cada tres coches, se pueda reutilizar una batería.

Actualmente, la empresa Movelco, spin-out surgida de Little en 2013, está impartiendo formación a talleres y desguaces donde les enseñan y se les dota de herramientas específicas para desmontar las baterías de los coches eléctricos de manera segura. Una vez que la batería es extraída, Little recoge el residuo y las analiza a través de unos procesos específicos en las instalaciones construidas para este proceso y así determinar de qué forma se pueden reaprovechar estas baterías.

Este mes de febrero, la compañía ha iniciado las labores de construcción de las nuevas instalaciones para la actividad de reciclaje de baterías. La fábrica, que estará lista en el mes de septiembre, se está levantando en unos terrenos aprobados para esta actividad que Little ha adquirido al lado de su sede en Mos, en lo que será una primera línea piloto, con la idea de albergar hasta unas 3.000 unidades al año para este proceso productivo, que será la semilla inicial de un macro proyecto de mayor envergadura. “De momento, estamos firmando acuerdos a nivel nacional para recibir las baterías, con la intención, más adelante, de ampliar dichos acuerdos con otros países de Europa”, afirma Blanco.

El montante inicial de la inversión semilla es de 4 millones de euros, de los que alrededor del 40% procederá de los fondos europeos. “Con la ayuda del Gobierno Central, Mincotur y diferentes administraciones públicas regionales, esperamos que se logren canalizar los fondos necesarios para que podamos desarrollar este proyecto, tal y como ya se está haciendo en otros países. A día de hoy no sabemos ni cuándo ni cómo nos van a llegar, así que estamos utilizando fondos propios”, afirma el fundador de Little Electric. La compañía ha decidido abrir una ronda de financiación y apertura accionarial de hasta un 25% del capital para captar nuevos socios a través de la spin-out Little Electric Energy, que será la que gestione este proyecto.