La región valenciana lidera las comunidades energéticas locales

De los 33 proyectos de Comunidades Energéticas en España registrados por el IDAE en diferentes fases de desarrollo, ocho están en la Comunidad Valenciana

Las Comunidades Energéticas Locales (CEL) están empezando, poco a poco, a tener presencia en España. Se trata de un nuevo modo de generar, usar y gestionar energía renovable a nivel local a través de la cooperación entre agentes -ciudadanos, administración local y pymes-, donde sus miembros tienen capacidad de decisión y se convierten en productores, gestores y usuarios de energía limpia y más económica, mediante instalaciones de autoconsumo de su propiedad.

Esta figura -que ya está reconocida como un actor dentro de la Ley del Sector Eléctrico y cuyo desarrollo normativo está abordando el IDAE- permite avanzar en la construcción de un sistema energético local descentralizado, gracias al cual los usuarios ahorran entre un 20%-30% en su factura anual, se reducen las emisiones de CO2, se facilita el acceso a la energía a familias en situación de pobreza energética y se dinamiza la actividad económica local y el empleo.

Las Comunidades Energéticas Locales han sido reconocidas en la reciente Directiva Europea de Energías Renovables. En España, el Gobierno trabaja en una estrategia específica y ha abierto una convocatoria de manifestaciones de interés. Además de complementar otros instrumentos como la Estrategia Nacional de Autoconsumo y la de Almacenamiento, su desarrollo supone una oportunidad para la dinamización en municipios poco poblados.

Una de las regiones que más está apostando por el desarrollo de las CEL es la Comunidad Valenciana. De los 33 proyectos de comunidades energéticas locales registrados en España por el IDAE en diferentes fases de desarrollo, ocho se enmarcan en esta Comunidad Autónoma, cifra que se multiplicará de forma exponencial en 2021.

Para fomentar su implantación en la región, la Generalitat Valenciana ha puesto en marcha el ‘Plan Estratégico de Comunidades Energéticas 2030’. El Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE), por su parte, ha articulado una línea de ayudas para comunidades energéticas, dotada con 550.000 euros el pasado año, de los que algo más de 300.000 euros se utilizaron para respaldar siete proyectos de autoconsumo compartido presentados por CEL, con cobertura de hasta el 65% del coste de la instalación fotovoltaica a fondo perdido. Este año, la cuantía de las ayudas será de dos millones de euros, con los que se podrían respaldar unos 30 proyectos de 50 kW de potencia media cada uno.

Cuatro de los siete proyectos subvencionados están promovidos por Sapiens Energía, una cooperativa sin ánimo de lucro especializada en la creación y gestión de comunidades energéticas. Con tan solo un año de vida, cuenta con unos 120 socios y con inversiones en marcha en activos de su propiedad por más de 400.000 euros, correspondientes a proyectos que ofrecerán energía verde a más de 800 familias en la región. “Nuestro modelo es aplicable tanto a nivel municipal, como en áreas residenciales, comunidades de vecinos y zonas empresariales. Los beneficios de los proyectos redundan completamente en el municipio”, señala Juan Sacri, cofundador de Sapiens Energía.

¿Cómo funciona una CEL?

Los socios de la cooperativa son propietarios de la instalación. Sapiens actúa como promotor y gestor de los proyectos, ofreciendo un modelo para producir energía solar sobre cubiertas públicas o privadas mediante la modalidad de autoconsumo compartido, donde el ciudadano, ayuntamiento y/o pyme se autoabastecen de energía renovable más económica, sin hacer una inversión inicial en las instalaciones. Para participar, sólo hay que hacer una aportación de 100 euros para hacerse socio de la Comunidad.

“El ayuntamiento, empresa o comunidad de vecinos hace la cesión de la cubierta a la comunidad energética para instalar las placas solares, lo que le da derecho a participar como beneficiario con un porcentaje de la energía que se genere y que nosotros distribuimos entre los usuarios que están a 500 metros a la redonda”, explica Sacri.

“Queremos que los usuarios sean el eje central del sector energético; por ello nos encargamos de la promoción, financiación, diseño y coordinación del proyecto”, añade el fundador de la cooperativa. “También queremos dar la oportunidad a pequeños ahorradores a invertir con impacto positivo, de manera que éstos pueden hacer préstamos para financiar los proyectos desde 500 euros y obtener un 3,5% de interés anual durante cuatro años. Después, pueden recuperar el dinero o reinvertirlo”.

Proyectos locales y agro-fotovoltaicos

De los cuatro proyectos que promueve directamente Sapiens, dos se encuentran en Albalat dels Sorells. Esta Comunidad Energética Local ya cuenta con su primera cubierta solar de 68,85 kW de potencia y 23 kWh de almacenamiento con una batería centralizada de litio, que pronto se complementará con una segunda infraestructura de 53,46 kWp. “Gracias a esta iniciativa, el municipio ahorrará 18.450 euros al año y 120 euros/año por familia”, afirma Sacri.

Los otros dos proyectos se desarrollarán en Llíria y Fontanars dels Alforins. “Para 2021, nos hemos marcado como objetivos gestionar 15 nuevos proyectos que sumarán unos 750 kW y superar el millar de socios. A partir de mayo, vamos a convertirnos en comercializadora de electricidad 100% renovable”, comenta Sacri.

La cooperativa valenciana ha decidido dar un paso más. Junto a Tranesol e Inderen, Sapiens Energía impulsará los primeros proyectos agro-fotovoltaicos de España bajo el modelo de Comunidad de Energías Renovables y los primeros en alta tensión que se desarrollarán en el país. Se trata de una nueva fórmula que ha sido implantada con éxito en países como Japón, Vietnam, Francia y Alemania.

“Este innovador modelo -explica Sacri- supone combinar cultivos agrícolas con paneles solares en altura que se instalan sobre las plantaciones. De esta manera, se logra mejorar la eficiencia en el uso de terrenos, al tiempo que se genera energía que permite abastecer no solo las necesidades de los agricultores, sino de usuarios ubicados en un radio de 50 kilómetros de la planta productora”.

Las localidades valencianas de Picassent y Montserrat acogerán los dos primeros proyectos -con una potencia de 1,5 MW y 1 MW, respectivamente-, que abastecerán las necesidades energéticas de unos 500 usuarios por proyecto. Las obras se prevé que comiencen antes del verano y estén produciendo energía solar a finales de 2021.

También en la C. Valenciana, la Cooperativa Eléctrica de Crevillent, ha elegido la pedanía alicantina de El Realengo, perteneciente al municipio de Crevillente, para desarrollar la primera infraestructura de la comunidad energética COMPTEM. El proyecto cuenta con una parcela de 2.500 m2 de suelo público de concesión municipal, con una cubierta de 600 metros cuadrados sobre la que ya se han instalado 300 paneles solares con capacidad para generar 180.000 kWh por año, que cubrirán el 50% de las necesidades energéticas de esta pedanía.

La iniciativa, de carácter experimental, supondrá ahorros de entre el 15/20% en el término de energía para 70 familias que residan en la zona de influencia de la nueva instalación y cuenta con la aportación de 300.000 euros de fondos europeos procedentes del proyecto MERLON, impulsado por la Comisión Europea.