Javier Rodríguez, presidente de Vestas Mediterránea: “Con el lanzamiento de la nueva turbina ‘offshore’ de 15 MW, subimos el listón en innovación tecnológica”

Vestas sigue demostrando su capacidad de liderazgo. Acaba de lanzar la turbina marina más grande del mundo, cuyo primer prototipo podría instalarse en 2022. La compañía no descarta ninguna tecnología que le ayude a acelerar su crecimiento. Entre ellas, el hidrógeno verde, en la que están invirtiendo en varios proyectos piloto

¿Cómo ha ido el 2020 para Vestas y qué previsiones tienen para 2021?

Estamos satisfechos de los resultados conseguidos en un año tan difícil a nivel global. En 2020 facturamos cerca de 15.000 millones de euros y aunque no cumplimos con nuestras expectativas en rentabilidad, hemos tenido resultados muy positivos en comparación con nuestros competidores, lo que prueba que Vestas sigue liderando el sector, no solo en número de instalaciones, sino también como la compañía más robusta financieramente hablando. Para 2021, esperamos aumentar nuestros ingresos alrededor de un 15% y poder invertir algo más de 1.000 millones en I+D y crecimiento.

¿Qué plan de negocio tienen para España?

España siempre ha sido uno de los mercados más importantes de Vestas y también uno de los más atractivos. Aquí trabaja alrededor del 9% de la plantilla mundial -unos 2.000 empleados- y tenemos 5 GW instalados. La planta de Daimiel es un ejemplo de la apuesta de Vestas en el país, donde se fabrica la última tecnología (onshore) que producimos y exportamos a todo el mundo.

¿Están detectando oportunidad en alguno de los proyectos de eólica flotante que se están empezando a mover en España?

La eólica flotante va a abrir un mercado muy interesante en España. Alguno de los proyectos se está tramitando con aerogeneradores Vestas y esperemos que se pueda materializar en pedidos en firme en el futuro.

¿Cómo va el negocio de operación y mantenimiento de Vestas en España?

El mantenimiento es una de nuestras actividades principales. No sólo damos servicio a tecnología Vestas, sino a cualquier modelo de aerogenerador que nuestros clientes nos soliciten. En España mantenemos más de 7 GW, lo que da trabajo a más de 600 personas.

¿En qué otros países están poniendo el foco?

Existe un gran interés por la eólica en todo el mundo. En 2020 firmamos contratos en más de 30 países. Destacaría los pedidos en Brasil y Colombia en Latinoamérica, así como Egipto y Marruecos en el área mediterránea. Con 122 GW en 82 países, somos uno de los pocos fabricantes que compite globalmente. Nuestra diversidad geográfica y el contar con la tecnología más innovadora nos permite hacer los proyectos más eficientes a lo largo de toda su vida útil.

¿Cómo se ha resuelto la operación de adquisición de Vestas MHI?

Vestas tenía una joint venture con Mitsubishi con una participación del 50%. En diciembre compramos el 50% restante, integrando todo el negocio offshore dentro de la estructura de Vestas. Se trata de un sector que crecerá exponencialmente y aspiramos a liderarlo para cumplir con nuestro plan estratégico, que pone el foco en la sostenibilidad.

Vestas acaba de lanzar la V236-15.0 MW, la turbina ‘offshore’ más grande del mundo.

Estamos muy ilusionados con este lanzamiento, que sin duda representa un hito tecnológico. La V236-15.0 MW tiene el área de barrido más grande del mundo, superando los 43.000 m2; producirá alrededor de 80 GWh/año y ahorrará más de 38.000 toneladas de CO2. En offshore, el tamaño del aerogenerador es importante porque te permite instalar menos unidades. Por ponerlo en perspectiva, con este nuevo modelo, tan sólo tres segundos de funcionamiento serán suficientes para generar la electricidad que necesita un hogar medio europeo durante dos días. El diseño es válido para cualquier tipo de parque offshore independientemente de su ubicación. El primer prototipo esperamos que se instale en 2022 y que la producción en serie comience en 2024.

La adquisición del 25% de CIP, abre la puerta de Vestas a otras tecnologías como el hidrógeno.

De manera orgánica, estamos abiertos a cualquier tipo de inversión y tecnología que nos permita acelerar dicho crecimiento y, una de ellas, es el hidrógeno. Ahora mismo solo el 20% del consumo total de energía a nivel mundial está electrificado y solo un 6% es eólica, de manera que el futuro es muy prometedor. Estamos invirtiendo y participando activamente en varios proyectos piloto de hidrógeno verde y estoy convencido de que es uno de los combustibles del futuro que permitirá descarbonizar ese 80% que aún no está electrificado. También estamos desarrollando varios proyectos piloto híbridos que combinan eólica, solar y baterías de almacenamiento.

¿Se atreve a ponerle fecha a la rentabilidad del hidrógeno?

Esta tecnología está ganando terreno a gran velocidad y creo que antes de 2030 veremos proyectos de hidrógeno verde a gran escala rentables.

Hace un par de años más del 55% del negocio de Vestas procedía de subastas. ¿Siguen manteniendo ese porcentaje?

El sector ha evolucionado mucho en los últimos años. Ahora existen otros modelos que permiten a nuestros clientes invertir en renovables de forma más rentable. Creo que los gobiernos deben abrir un abanico de posibilidades para todos ellos. Hay inversores que necesitan las subastas para tener mayor seguridad sobre el precio de la electricidad, mientras que otros prefieren hacer proyectos a merchant.

¿Qué valoración hace de la subasta de renovables que se ha celebrado en España?

Por un lado, es muy positivo que se haya vuelto a poner un marco regulatorio que permita a nuestros clientes emprender nuevos proyectos. Nos enorgullece que se hayan adjudicado 1.000 MW eólicos; no obstante, para alcanzar el objetivo de 50 GW en 2030 necesitamos un marco regulatorio más agresivo, que combine diferentes mecanismos y garantice un crecimiento sostenible de las instalaciones y el empleo.

¿Cómo ve el panorama global de las renovables en este momento de crisis sanitaria?

La crisis sanitaria nos ha puesto a prueba a todos y el sector renovable ha demostrado ser un sector sólido, clave para el funcionamiento de nuestra sociedad y modo de vida. En nuestro caso, hemos hecho un esfuerzo por mantener el empleo y todos los centros de producción en operación, siguiendo las medidas sanitarias necesarias, para que los parques siguieran suministrando energía a los hogares. En cuanto al futuro, la salida de esta crisis tiene que enfocarse para resolver otro de los grandes problemas que tiene la humanidad hoy en día: el cambio climático. Cada vez son más los gobiernos y las empresas comprometidas con el medio ambiente y dispuestas a proveer una energía sostenible y asumible en cuanto a costes, porque ya está probado que la eólica es la energía más barata que existe en el mundo.

¿Cree que la llegada a España de fondos de inversión está cambiando el mercado?

El auge de proyectos ha provocado que aparezca otro tipo de cliente y es positivo que exista esa diversidad. Por un lado, están los grandes clientes, desarrolladores y utilities y, por otro, un perfil de cliente que son los fondos de inversión. En Vestas adaptamos nuestro producto y propuesta de valor a los requisitos de cada cliente y también al nuevo tipo de perfil que está surgiendo.

¿Les preocupa que pueda haber un despliegue masivo de aerogeneradores chinos?

El mercado chino es el más grande a nivel global y existen algunos fabricantes con una gran potencia instalada, pero hasta ahora no han sido capaces de salir fuera de China con una propuesta sólida para los clientes.

¿Está avanzando el ‘repowering’ en España?

Es una opción que existe en todo momento para el dueño de un parque, pero primero hay que hacer un análisis en detalle acerca del rendimiento actual del mismo, del estado de todas las instalaciones, del régimen que tiene de compensación, etc., y, sobre eso, los clientes deciden si extender la vida útil del parque o bien optar por la repotenciación. La tecnología ha evolucionado mucho. Hemos pasado de instalar aerogeneradores de 600-900 kW hace dos décadas a máquinas de 4-6 MW, con las ventajas que esto tiene.