El sector eléctrico se acerca a una guerra sin cuartel por los clientes

La banca de inversión prepara una primavera ajetreada. La gran cantidad de efectivo que hay en manos de los fondos de inversión y la falta de opciones atractivas para destinar el dinero está provocando una burbuja en el sector renovable que alcanzará su cénit con las innumerables ampliaciones de capital que se están preparando. Acciona Renovables, Repsol Renovables, Capital Energy, OPDE, Ecoener, Factorenergía, Gransolar, son solo algunas de las empresas que están analizando las opciones de crecimiento que están en sus manos. La primera en saltar al parqué será previsiblemente Capital Energy que servirá como test para todas las demás.

La situación, no obstante, tiene un peligro claro. La capacidad de lograr una buena rentabilidad del negocio renovable estará en gran medida ligada a las opciones de venta de energía a clientes. Cada vez más el mercado mayorista tenderá a reflejar unos precios menores por la mayor generación con energías limpias y los contratos a largo plazo (PPA) o las subastas serán claves para garantizar su rentabilidad.

Las eléctricas tradicionales son conscientes de la situación y se agarran con fuerza a sus clientes que están todavía en gran medida en el mercado regulado. Los nuevos entrantes, como Total o Eni, pero también Repsol o Cepsa, son sabedores de que la clave estará en contar con una amplia cartera de clientes para poder garantizar el desarrollo de sus negocios de energía limpia.

Durante años la competencia en el sector eléctrico ha sido, digamos, leve, pero a partir de los próximos dos o tres años se va a producir una guerra sin cuartel para aumentar las carteras de clientes. Un consejo: interésese por entender las facturas.