Nuevas tarifas eléctricas: ventajas para consumidores y reto para comercializadoras

Un nuevo panorama se presenta ante nosotros a partir del próximo martes, 1 de junio. Día en el que entrarán en vigor las nuevas tarifas eléctricas para todos los consumidores, tanto domésticos como pymes e industrias.

Los principales cambios que se van a introducir hacen referencia a que, a partir de esta fecha, en las facturas se distinguirá entre los llamados peajes, que ha establecido la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y que reflejan el coste de las redes de transporte y distribución de electricidad, y los denominados cargos, que vienen determinados por las decisiones de política energética que toma el Gobierno y que costean, entre otros, las primas a las renovables históricas, el déficit de tarifa de años anteriores, el sobrecoste de la generación de los sistemas extrapeninsulares o la cuota de la CNMC.

Además, el consumidor va a disponer de dos herramientas que le permitirán ahorrar en su factura si es capaz de manejarlas de manera eficiente. Para ello, es importante realizar una labor pedagógica mediante la que explicar los cambios que se van a introducir y que puedan entenderlos correctamente.

Estas modificaciones implican que el consumidor va a poder ajustar la potencia que realmente necesita en cada momento del año y, por otro lado, podrá beneficiarse si consume en las horas del día donde la electricidad es más barata, también conocidas como horas valle, dentro de este nuevo horario que se establece y que contempla también las horas punta (las más caras) y llanas (precio medio).

Pero, ¿qué suponen para el usuario estas nuevas tarifas y qué papel jugarán las comercializadoras independientes? Creemos firmemente que las comercializadoras, como eslabón más cercano al consumidor, deben ser quienes le acompañen y le ayuden a beneficiarse de este cambio.

¿Y cómo van a poder aprovecharse? En primer lugar, va a suponer un cambio para el consumidor, y debería ser lo más sencillo posible. Para ello, las comercializadoras ya hemos comenzado a adaptar nuestra operativa, así como los sistemas y servicios de atención al consumidor, además de otras novedades, a la nueva situación, siempre poniendo el foco en el usuario.

En este sentido, nosotros hemos basado nuestra estrategia en la transparencia y la sencillez para desarrollar las comunicaciones que realizamos, una transformación a la que se suma un servicio de atención al cliente personalizado, cercano y de calidad, que ha sido galardonado con el premio Servicio de Atención al Cliente 2021.

En segundo lugar, y como cualquier cambio en la vida, debe suponer una oportunidad, que, en este caso, se convierte en la posibilidad de que el usuario pueda ahorrar en su factura, ya que tendrá la ocasión de pagar menos si realiza una gestión de su consumo más eficiente. Es posible que, al principio, la adaptación le suponga un cambio en algunos hábitos, pero, sin duda, será una conversión que merecerá la pena.

En este sentido, nosotros, como comercializadora independiente, realizamos un asesoramiento personalizado para conseguir el mayor ahorro mediante ofertas adaptadas a cada uno de los clientes que conforman la cartera de la compañía. De hecho, nos sentimos orgullosos de ser la comercializadora independiente en la que más pymes confían para optimizar sus facturas.

Pero, ¿esto es suficiente? ¿Qué otras cosas se deberían hacer para que el consumidor pueda salir beneficiado? ¿Hay algo más que esté en nuestras manos?

Creemos firmemente que el usuario debe ser el centro de la transición energética, puesto que esta dependerá de la transformación de la demanda. Para convertir este deseo en realidad, el cliente debe tener toda la información en su mano y todos los mecanismos para poder tomar, así, sus propias decisiones de manera eficiente y formada.

Es por ello por lo que llevamos tiempo promoviendo que se lleven a cabo medidas para abaratar aún más la factura de los consumidores.

Entre estas medidas está la de dar más flexibilidad a los usuarios ¿Cómo? Se puede hacer a dos niveles: a la hora de contratar la potencia y facilitándoles la información que necesitan para conocer su consumo.

Entendemos que debe permitirse a los clientes poder adaptar la potencia a sus necesidades reales, especialmente en estos tiempos de dificultad económica, más de dos veces al año, si así lo desean.

Por otro lado, y respecto a la información de consumo, es necesario que los consumidores y también los comercializadores tengamos acceso a estos datos de medida en tiempo real, que pueden estar alojados en un hub que esté gestionado por una entidad neutral e independiente.

En conclusión, a partir del 1 de junio nos enfrentamos a un nuevo reto para las comercializadoras y se abre una ventana de oportunidades para los consumidores.

Es un paso importante y positivo, pero, sin embargo, creemos que se puede avanzar mucho más y seguiremos trabajando para conseguirlo.