Así impactarán las nuevas tarifas eléctricas en el recibo de la luz

Los más afectados a nivel doméstico serán los que tengan una tarifa de discriminación horaria, ya que pagarán un 15% menos de media por la potencia contratada, pero un 50% más de media de peajes y cargos por la energía consumida

El recibo de la luz va a experimentar cambios importantes a partir del 1 de junio. La publicación hace tan solo unos días de la orden que fija los precios de los cargos del sistema eléctrico y de los pagos por capacidad, junto a los precios de los peajes de transporte y distribución fijados por la CNMC en marzo pasado -todos ellos componentes regulados de la factura eléctrica-, permitirá la entrada en vigor de la nueva estructura del recibo de la luz a partir de esa fecha.

Comunicar a los consumidores los cambios que se van a producir no es tarea fácil. Lo más reseñable de la nueva estructura tarifaria es que introduce la discriminación horaria y supone una revisión y simplificación de las tarifas. Todos los consumidores con una potencia contratada inferior a 15 kW - principalmente domésticos y pymes- pasarán de tener seis tarifas a una sola (la 2.0TD); se les facturará en base a tres periodos horarios diferenciados (punta, llana y valle), de manera que pagarán más o menos por la electricidad según la hora del día en que realicen sus consumos; y tendrán opción de contratar dos potencias diferentes a lo largo del día, siempre que estén por debajo de los 15 kW. El cambio será automático para los clientes con tarifa regulada (PVPC), mientras que los que estén en el mercado libre deberán estudiar las ofertas con su compañía eléctrica.

La combinación de los nuevos peajes y cargos, permitirá que la factura eléctrica tenga un mayor componente variable. A partir de junio, se pagará menos por la potencia contratada y más por la energía consumida, lo que favorecerá el despliegue del autoconsumo y las infraestructuras de recarga eléctrica, y fomentará el ahorro y la eficiencia energética.

Las nuevas tarifas llegan en un momento en el que el precio de la electricidad en el mes de abril se ha mantenido elevado debido a la fuerte subida de la cotización de los derechos de emisión de CO2 en los mercados internacionales, así como del gas natural, y todo indica que la situación no va a mejorar en el corto plazo. Según los datos del simulador de precios de la CNMC, el recibo de una familia con dos hijos se encarece 30 euros en 2021, un 13% más. Por su parte, las grandes empresas, que intentan recuperarse de la crisis marcada por el coronavirus, afirman que pagan entre 750 y 1.000 millones más que su competencia.

Los más afectados, los clientes con tarifas DH

A la vista de estos datos, la principal preocupación de los consumidores es cómo les van a afectar estos cambios y si obtendrán algún beneficio o ventaja al respecto. Según Javier Bescós, director de Regulación e Innovación en Feníe Energía y presidente de ACIE, “a nivel doméstico, los más afectados por el cambio serán los que tengan contratada la tarifa de Discriminación Horaria (DH), ya que pagarán un 15% menos de media por la potencia contratada pero un 50% más de media de peajes y cargos por la energía consumida, según la comparativa que hemos elaborado en base a los datos de consumos estimados de REE”. (Ver gráfico).

En líneas generales, añade Bescós, “la nueva estructura permitirá que el consumidor que quiera o necesite ahorrar y esté dispuesto a realizar cambios, pueda hacerlo”. Para ello, añade, “necesitará tener señales visuales de cómo consume, bien a través de una APP o mediante el envío de alarmas e informes, entre otras opciones”. A este respecto, el representante de ACIE considera que, de manera paralela al cambio de tarifas, “se debería desarrollar un hub de medidas, tal y como marca la directiva europea 944/2019, para que las comercializadoras puedan acceder a ellas y mostrar al cliente lo más rápido posible cómo está consumiendo, ya que ahora mismo se están recibiendo los datos de consumo tres días más tarde”.

Por lo que respecta a los consumidores y empresas en Baja Tensión con una potencia contratada entre 15 kW y 50 kW, pasarán de tener tres periodos de potencia y energía a tener seis, con tres rangos diferentes de precio todos los días del año. La energía será más cara en los meses del año en que la demanda sea mayor y más barata en los que la demanda sea menor. Para contratar las potencias en los distintos periodos se deberá cumplir que la potencia contratada en el periodo 6 (P6) (nocturno, festivos y fines de semana) sea mayor que la contratada en el periodo 5 (P5) y así, sucesivamente, hasta el periodo 1 (P1) (el más caro). “Esta norma no era necesaria cumplirla antes y clientes con potencias pequeñas en P6 probablemente tengan que aumentarlas y pagar más”, apunta Bescós. Con el fin de adaptarse a la nueva situación, el Gobierno les va a permitir cambiar de potencia dos veces al año de manera gratuita.

A los clientes a partir de 50 kW en Baja Tensión, el cambio también es perceptible. En el caso de que sobrepasen la potencia contratada, ahora se les penaliza teniendo en cuenta el cuarto de hora que más consumen en un mes. A partir de junio, los contadores van a monitorizar todos los cuartos de hora en los que el cliente está consumiendo y, cada vez que se pasen, se les cobrará un poquito más de potencia.

Vehículo eléctrico y autoconsumo

La nueva metodología también supone una buena noticia para el vehículo eléctrico. A este respecto, se ha creado una tarifa especial para recarga rápida pública, lo que permitirá el despliegue masivo de electrolineras o infraestructuras de recarga rápida.

Actualmente, existen unos 8.000 puntos de recarga públicos en España. Para 2023, la previsión del Gobierno es que haya 250.000 vehículos eléctricos circulando y llegar a los cinco millones en 2030.

La nueva tarifa tiene un coste fijo muy barato, lo que favorece que, en los momentos iniciales del negocio, no haya grandes pérdidas operativas, bien porque haya pocos coches que recarguen en ese punto o bien por la situación de mercado. “El coche eléctrico es el futuro y este tipo de infraestructuras es una inversión a largo plazo; por eso, tener unos costes fijos iniciales bajos, animará al mercado a invertir”, señala Bescós.

“En el caso del consumidor doméstico con vehículo eléctrico, la comparativa muestra que, a aquellos que actualmente tengan contratada una tarifa doméstica normal, con el cambio de tarifa pagarán un 86% menos en la recarga por los peajes y cargos; sin embargo, a aquellos que tengan contratada una tarifa con discriminación horaria y carguen el coche por la noche, pagarán un 170% más de peajes y cargos por cargar su coche”, comenta Bescós. (Ver gráfico).

El cambio de tarifas también va a beneficiar al autoconsumo. En líneas generales, explica Bescós, “el cliente pagará más por la energía en las horas en las que una instalación solar produce energía, tanto por los nuevos periodos horarios como porque se pagará más por la energía y menos por el acceso a red. Un precio más alto en esas horas significa que las instalaciones de autoconsumo serán más rentables”.

Para una instalación doméstica de 2,28 kWp de potencia, ubicada en Barcelona, con un consumo anual de 8.707 kWh, de los cuales el 32,6% se destinan a autoconsumo, y una producción anual de 3.851,8 kWh, el ahorro de esa instalación aumentaría un 18% con el cambio de peajes, pasando de un ahorro acumulado en 25 años de 18.091 euros con la tarifa antigua (0,152187 €/kWh) a un ahorro acumulado en 25 años de 21.407 euros con las nuevas tarifas. “En este ejemplo, señala Bescós, el cálculo es aproximado. Hemos restado los peajes antiguos y hemos sumado los nuevos peajes y cargos. No hemos tenido en cuenta el cambio de capacidad, pérdidas o precio de energía en cada periodo”.