Las comercializadoras critican la tarifa regulada ante la mayor competencia

Consideran que el autoconsumo se ha hecho un hueco como un servicio más a los clientes. Asimismo, recuerdan que el periodo de confinamiento ha implicado un trabajo muy intenso, enfocando sus esfuerzos en prestar y garantizar los servicios básicos, cumpliendo las exigencias del Gobierno.

El precio de la energía en el mercado mayorista cayó un 19,5% en agosto frente al mismo periodo del año pasado. Durante los picos de la pandemia del coronavirus se llegaron a ver descensos de más del 35% y abril se convirtió en el mes con la factura eléctrica más baja desde 2009. Pese al fuerte retroceso registrado, la gran preocupación de las comercializadoras durante el confinamiento y la crisis no han sido los bajos precios, a los que están acostumbrados por la fuerte volatilidad, sino afrontar con garantías el reto de seguir prestando servicio, garantizar los suministros, cumplir las exigencias del Gobierno y facilitar la vida a sus clientes. Y todo esto en un contexto marcado por la adopción del autoconsumo como un servicio más en plena expansión y la lucha para aumentar la base de clientes potenciales restringiendo el acceso a las tarifas subvencionadas por el Gobierno, la antigua Tarifa de Último Recurso (TUR).”

Lo que nos ha importado en esta época no es tanto la caída del mercado, sino el cómo seguir dando servicio a los clientes y el esfuerzo que se ha hecho en asesorarles para bajar el consumo, disminuir las potencias o financiar las facturas”, ha señalado Antonio Colino, director general de Aldro, durante su intervención en el V Foro de la Energía: La transición energética, clave en la recuperación tras la Covid-19, organizado por elEconomista.

En este mismo sentido, Paula Román, directora general de Feníe Energía, ha reconocido que el periodo de confinamiento ha implicado un trabajo muy “intenso” en estar cerca del cliente. “Se ha hecho un gran esfuerzo en asesorar en los tipos de contratos, en brindar apoyo económico, en financiar las facturar. El asesoramiento ha repuntando también en otro tipo de proyectos y nos han pedido más autoconsumo que antes y se han interesado por más proyectos de movilidad”, ha señalado la directora general de Feníe Energía. “

El efecto de la pandemia ha sido brutal. Nosotros apostamos por el teletrabajo y lanzamos la tarifa Quédate en casa para ayudar a nuestros clientes doblando los descuentos. Hemos crecido mucho gracias a que se ha trabajado para proteger la tesorería de nuestros clientes con las medidas impuestas por el Gobierno y otras complementarias especiales para pymes”, ha asegurado en este mismo sentido Emilio Rousaud, consejero delegado de Factorenergía, una de las primeras empresas en tener certificado de comercializadora y que el año pasado facturó 400 millones de euros, la mitad gracias al departamento de transición energética.

Jorge González Cortés, presidente de Contigo Energía, ha explicado que “el cliente es el centro del universo”, por lo que una apuesta inteligente a largo plazo es hacer las cosas que le beneficien sin mirar tanto en el crecimiento de la cuenta de resultados a corto plazo, que se puede traducir en un “pan para hoy y hambre para mañana”. “Para nosotros es más importante la fidelización que el crecimiento. De todas formas, durante los picos de la pandemia, con la gente teletrabajando, hemos mantenido el ritmo de captación de clientes, nos hemos adaptado rápidamente a todo lo que pedía el Gobierno y se ha trabajado para facilitar la vida a los clientes”, ha insistido González Cortés.

¿Adiós a la TUR?

En cuanto a la capacidad de captar clientes, las comercializadoras lo tienen muy difícil para acceder a los consumidores domésticos o aquellos con menos de 10 kW de potencia contratada (pequeños comercios), porque existe en el mercado una tarifa fijada por el Gobierno que impide que les salga rentable competir. El Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC), que vino al sustituir al TUR, es el actual bono social y, según defienden algunos de los ponentes de la cuarta mesa del ya tradicional Foro de la Energía, deja de tener sentido en un mercado liberalizado en el que cada vez hay más competencia. “El TUR tiene sentido donde la competencia es limitada. El mercado empieza a estar maduro para eliminar estas tarifas reguladas”, ha asegurado Ignacio Soneira, director general de Axpo.

Para Emilio Rousaud, consejero delegado de Factorenergía, “es contradictorio que exista una tarifa regulada”, aunque se mostró orgulloso de la aprobación del PVPC, que supuso un cambio en el TUR, ya que fija distintos precios en función de las horas aunque sigue regulada por el Gobierno. Desde enero de 2014, las llamadas comercializadoras de referencia, empresas capacitadas, económica y estructuralmente según los criterios del Ejecutivo, son las únicas que pueden ofrecer las tarifas reguladas por el Gobierno. Hay pocas.

Para Jorge González, lo ideal sería que se promovieran “incentivos para que la gente optimice la potencia contratada y liberar la presión del sistema” en vez de mantener una estructura de fijación de precios que, de facto, limita el mercado y la competencia a la gente que necesita más de 10 kW de potencia, algo muy raro en los hogares medios. Por ejemplo, la potencia de 6,9 kW está recomendada para viviendas de tamaño medio-grande con climatización y un uso importante de electrodomésticos, mientras que una vivienda de tamaño medio con un uso estándar de electrodomésticos (nevera, microondas...) necesita una potencia de 3,4 kW.

En esta línea, aelec, la patronal que aglutina a las principales compañías eléctricas españolas, ha exigido a la vicepresidenta Teresa Ribera que reduzca la potencia que se puede contratar desde el máximo actual de los 10 kW hasta los 5 kW y que solo lo puedan hacer las personas físicas, tal y como ha adelantado este diario. De este modo, la patronal de la que forman parte Endesa, Iberdrola o Naturgy busca que las pequeñas y medianas empresas tengan que ir obligatoriamente al mercado liberalizado que, hoy por hoy, mantiene unos precios más elevados que el regulado. Así como prácticamente todos aquellos consumidores que residan en una vivienda unifamiliar o tengan sistemas de calefacción eléctrica.

En cuanto al futuro de la tarifa de último recurso del gas, parece que el mercado todavía no ha llegado a la madurez suficiente para poder eliminar la intervención. O, eso es lo que explica Soneira, que considera que está un paso por detrás. “El gas va por detrás del desarrollo eléctrico. Ya tenemos un mercado, transparencia en los precios a medio plazo y ayuda que el GNL sea competitivo. Ahora es cada vez más fácil tener contratos a largo plazo y que las pequeñas se metan a competir, pero hay que ayudar a que la competencia sea mayor y, aunque los márgenes se reduzcan, a que los precios sean más bajos y los servicios más transparentes para que se puedan eliminar las subvenciones”, ha explicado el director general de Axpo.

Fernando Prieto, consejero delegado de HomeServe España, que también ha tenido que agudizar el ingenio para prestar el servicio de mantenimiento a los clientes y garantizar que ninguna casa se quede sin cédula de habitabilidad en pleno confinamiento, ha expuesto que la oferta complementaria puede ser la clave para atraer a los clientes particulares al mercado libre. Algo a lo que se resisten por la diferencia de precios, que siempre es más bajo en la regulada.

“Es como si estuviéramos hablando de tomar una cerveza. Eliges donde tomarte la cerveza en función de cómo se sirve, pero, a igualdad de calidad en la cerveza, la diferencia la marcan los pluses, como que pongan patatas fritas. El coronavirus ha traído un cambio importante, ya que va a modificar el uso que se hace del hogar y del consumo eléctrico. La gente va a trabajar desde casa, va a estudiar desde casa, y va a convertir su hogar en parte de su ocio, lo que implica que tendrá que asumir un mayor uso de los electrodomésticos y la instalación eléctrica, que le llevará a hacer un mayor mantenimiento. Y añadir este tipo de servicios, de mejor de la instalación y mantenimiento, puede suponer un cambio de proveedor”, ha explicado Prieto.

Autoconsumo

Desde el 1 de marzo se pueden compensar en la factura de los clientes finales los excedentes de autoconsumo, una medida que, junto a otras, está encaminada a potenciar la puesta en marcha de pequeñas instalaciones solares que abastezcan a empresas o viviendas. Las comercializadoras aseguran que el autoconsumo ha venido para quedarse y se está convirtiendo en un servicio más de su cartera. Asesoran, ayudan con las conexiones, gestionan las facturas y financian las instalaciones. “El autoconsumo va a ser una parte del sistema eléctrico. Es fundamental que tengamos una industria nacional que sirva al mismo”, ha señalado González.

A lo largo de este ejercicio 2020 se han visto grandes acuerdos de compra venta de electricidad a largo plazo con compromiso de origen renovable, para lo que exigen más estabilidad en la regulación, la proliferación de comunidades energéticas y una dura pelea para convencer al cliente con diversas propuestas innovadoras. Aun así, parece que ni la regulación ni la sociedad está todavía lista para la comunidades eléctricas, por lo que un primer paso que se está dando es la formación de autoconsumos colectivos.

“La proliferación de las comunidades estará condicionada por la extensión de autoconsumo y las iniciativas para que se expanda. Hay que ser un agente impulsor de este cambio que permita a estas comunidades convertirse en plantas productoras virtuales y que a su vez se puedan gestionar muchos consumidores y su demanda para dar servicios al sistema”, ha explicado el alto ejecutivo de Factorenergía.

Un escenario para el que es inevitable el desarrollo tecnológico y la digitalización. “Nos estamos preparando para gestionar autoconsumos colectivos a corto plazo con la mirada puesta en las comunidades. No es algo que pueda surgir mañana porque la legislación no lo apoya”, ha señalado la directora general de Feníe Energía. “El regulador va por detrás, pero sí que hay un espíritu en la CE y sobre todo en las Directivas sale por todos lados la idea de las comunidades”, ha apuntado Colino.”El cliente quiere tener una energía fiable, a buen precio y de origen renovable. El tema es cómo dárselo. Hay que hacer proyectos pilotos para ir por delante de la regulación y prepararnos para todo lo que va a llegar, ya que la UE sí que contempla las comunidades eléctricas en zonas como las islas”, ha señalado el director general de Axpo.