El Gobierno pretende movilizar 9.000 millones en hidrógeno

El borrador de la Hoja de Ruta del Hidrógeno plantea la instalación de 4 GW de electrolizadores en 2030 y pone el foco, principalmente, en el sector del transporte

El pasado 29 de julio el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), publicó el borrador de la Hoja de Ruta del Hidrógeno, cuyo objetivo es identificar los retos y oportunidades para el desarrollo del hidrógeno renovable en España.

El documento recoge 57 medidas agrupadas en 4 ámbitos de actuación: regulatorio; sectorial para incentivar el uso de hidrógeno renovable y la puesta en marcha de proyectos; transversal para fomentar el conocimiento del potencial del hidrógeno renovable en el conjunto de la sociedad; y de impulso a la I+D+i.

El borrador también plantea objetivos ambiciosos de despliegue del hidrógeno a 2030, para cuyo cumplimiento se estima que será necesario movilizar inversiones en torno a los 8.900 millones de euros durante el periodo 2020-2030; y diseña una visión a 2050, momento en el que España habrá de alcanzar la neutralidad climática.

Entre los objetivos propuestos en el citado documento destaca la instalación en España de, al menos, 4 GW de potencia de electrolizadores en 2030 para la producción de hidrógeno renovable -preferentemente cerca de los lugares de consumo-, al objeto de minimizar los costes asociados al transporte y almacenamiento del hidrógeno renovable generado. Esta cifra representa un 10% del objetivo marcado por Europa para el conjunto de la UE.

El documento también plantea que el 25% del consumo de hidrógeno industrial sea de origen renovable en 2030, señalando como principales campos de aplicación las industrias de refino, química y metalúrgica. Actualmente, la industria es el principal usuario de hidrógeno en España, con un consumo en torno a las 500.000 toneladas anuales, fundamentalmente producidas a partir de gas natural. En este caso, la sustitución por hidrógeno renovable supone una oportunidad para descarbonizar el sector.

En el caso del sector eléctrico, se prevé la existencia de proyectos comerciales operativos de hidrógeno en 2030 para el almacenamiento de electricidad y/o aprovechamiento de la energía renovable excedentaria, según las orientaciones de la Estrategia de Almacenamiento. El hidrógeno renovable también se posiciona como una de las alternativas para contribuir a la descarbonización de los sectores doméstico y terciario. Actualmente, la aplicación del hidrógeno destinada a usos térmicos solo se expone en forma de proyectos demostrativos.

Apuesta por la movilidad

El hidrógeno también será una parte importante en el sector del transporte. En esta línea, la Hoja de Ruta plantea una flota de, al menos, 150-200 autobuses de pila de combustible de hidrógeno renovable en 2030 repartidos por todo el territorio nacional, con especial participación en las flotas de autobuses urbanos de ciudades de más de 100.000 habitantes; un parque de entre 5.000 y 7.500 vehículos ligeros y pesados de pila de combustible de hidrógeno para el transporte de mercancías; una red de entre 100 y 150 hidrogeneras de acceso público para el repostaje de los vehículos mencionados en lugares de fácil acceso, con una distancia máxima de 250 kilómetros entre cada una de las hidrogeneras y la que tenga más próxima.

El documento también plantea el uso, en régimen continuo, de trenes propulsados con hidrógeno en al menos dos líneas comerciales de media y larga distancia en vías actualmente no electrificadas, así como la introducción de maquinaria de handling que utilice pilas de combustible de hidrógeno renovable y de puntos de suministro en los cinco primeros puertos y aeropuertos en volumen de mercancías y pasajeros, respectivamente.

La consecución de todos estos objetivos tendría un impacto medioambiental altamente positivo, ya que permitiría reducir las emisiones de 4,6 millones de toneladas de CO2 equivalente a la atmósfera en los próximos diez años. Igualmente, en 2030 se estima que se evitaría la no emisión a la atmósfera de 1,125 millones de toneladas de CO2 equivalente.

Visión a 2050

Se prevé que, a partir de 2030, se acelere el desarrollo de una economía basada en la producción y aplicación del hidrógeno renovable en España, que dará lugar a una sociedad descarbonizada para 2050, en la que las renovables compondrán la participación mayoritaria en el mix energético.

El aumento de la potencia renovable instalada en España a partir de 2030, tal y como recoge el documento, vendrá acompañada de una bajada de precios de la electricidad renovable, lo que provocará que la producción de hidrógeno mediante energía eléctrica renovable sea competitiva frente a otras tecnologías de producción.

En ese momento, la producción de hidrógeno renovable se incrementará a gran velocidad y, al mismo tiempo, los avances tecnológicos y las economías de escala harán posible una gran expansión del consumo de hidrógeno renovable en muchos sectores difíciles de descarbonizar, como el transporte y el industrial, a los que se unirán nuevas aplicaciones del hidrógeno renovable en la aviación, transporte marítimo y procesos energéticos industriales de alta temperatura. Este consumo podrá producirse a través de pilas de combustible o los combustibles sintéticos a partir de hidrógeno renovable.

Asimismo, el papel del hidrógeno renovable como almacenamiento estacional será clave, convirtiéndose en una de las soluciones para gestionar la producción eléctrica cuando el recurso renovable sea escaso en prolongados periodos de tiempo, es decir, permitiendo la gestionabilidad del sistema eléctrico y la continuidad de suministro.

Además, debido a las buenas condiciones climáticas y las amplias superficies libres de implantación de energía renovable, España podría convertirse en un exportador de hidrógeno renovable al resto de Europa. Este momento se producirá cuando la demanda de hidrógeno renovable aumente considerablemente en Europa y la capacidad de producción española sea superior a la demanda interna.

La actualización cada tres años de la Hoja de Ruta del Hidrógeno Renovable, permitirá su adaptación permanente al desarrollo tecnológico y a la evolución del mercado.