Las energéticas inician un masivo despliegue de puntos de recarga

Además de ampliar el número de puntos de recarga en hogares y empresas, los planes de movilidad de las grandes compañías energéticas están enfocados, principalmente, en el despliegue de una infraestructura de recarga rápida y ultra rápida que acabe definitivamente con el problema de la ansiedad de autonomía

Hay señales que apuntan a que el despliegue de la movilidad eléctrica está en la mente de una gran mayoría de usuarios. Alrededor de un 40% de los conductores españoles estarían dispuestos a comprar hoy un vehículo eléctrico, un porcentaje que subiría al 90% si los precios bajaran razonablemente, algo que ya está ocurriendo.

El grado de autonomía de las baterías es otra de las barreras que está frenando a algunos usuarios a la hora de decidirse por un vehículo eléctrico. Muchos piensan que es insuficiente. Pero la realidad es que más del 90% de los desplazamientos que realizan los conductores a diario son trayectos de corta distancia, es decir, de menos de 50 kilómetros..

Para dar cobertura a todos estos trayectos la mejor solución es la recarga vinculada o privada, que es la que se hace en el hogar o en el lugar de trabajo, y que supone más del 85% de las necesidades de los usuarios de vehículo eléctrico. A nivel de infraestructuras de uso público, también está la recarga de oportunidad, que es la que se realiza en el sector terciario -hoteles, centros comerciales, restaurantes, parkings, etc.- y que las empresas suelen ofrecer, por lo general, de forma gratuita.

Pero no todos los trayectos son cortos. Y aquí es donde surge la tercera barrera que hace recelar a muchos usuarios a la hora de adquirir un vehículo eléctrico: la falta de una infraestructura de recarga rápida y ultra rápida de uso público -a partir de 50 kW o más de potencia- que cubra grandes desplazamientos o que dé servicio a aquellos conductores que no pueden disponer de un punto de recarga en su hogar al no tener plaza de garaje privada.

Para Arturo Pérez de Lucia, director general de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (Aedive), “estamos muy cerca de tener un despliegue de puntos de recarga rápida y ultra rápida en España que derribe definitivamente el problema de la ansiedad de autonomía, teniendo en cuenta lo que ya está instalado y operativo y lo que está en fase de tramitación de licencias, en especial con los vehículos eléctricos de hoy día, que tienen autonomías reales entre los 250 y los más de 400 kilómetros entre recargas”.

200 puntos de recarga para 70.000 VE

“El error de muchos análisis en torno al vehículo eléctrico -señala Pérez de Lucia-, es que se analizan con los ojos de la combustión y lleva a confusión, porque no es lo mismo repostar combustible que recargar electricidad”. En este sentido, el director general de Aedive hace la siguiente reflexión: “para mover los cerca de 30 millones de vehículos de combustión que hay en España, contamos con unas 11.500 estaciones de servicio en las que hay una media de 70.000 boquereles instalados, equivalentes a puntos de recarga, lo que significa que cada boquerel daría servicio a unos 428 vehículos”.

Según propone el director general de Aedive, “si esta cifra se extrapola a la movilidad eléctrica, dando por ciertas las previsiones del Gobierno de que en 2030 habrá 5 millones de vehículos eléctricos en España y que cada punto de carga diera servicio a 428 VE -igual que sucede con la combustión-, se necesitarían unos 12.000 puntos de recarga rápida para alimentar el 100% del parque eléctrico”.

Si tenemos en cuenta, añade Pérez de Lucia, que con la recarga vinculada y la de oportunidad “el requerimiento de ese servicio se reduce al 20% de las necesidades de recarga y hacemos la misma extrapolación -un punto de carga por cada 428 VE-, el número de puntos de recarga rápida necesarios para alimentar a los 5 millones de VE en 2030 sería de unos 2.400”. Si esta misma operación se aplica a los 70.000 VE que hay hoy en el mercado, “el número de puntos de recarga necesarios sería de unos 200”, comenta el representante de Aedive.

Planes de movilidad

La movilidad eléctrica se ha convertido en una prioridad para las grandes empresas energéticas. Iberdrola ha reforzado su plan de movilidad, destinando 150 millones de euros para desplegar en los próximos cinco años unos 150.000 puntos de recarga para VE en hogares, empresas, vía urbana, ciudades y en las principales carreteras y autovías. Hasta la fecha, Iberdrola ha instalado 5.000 cargadores eléctricos en el país, de los que 400 son puntos de recarga rápida en carreteras y autovías. La compañía también cuenta con otros cerca de 1.600 cargadores en diferentes etapas de desarrollo en vía pública, de los que más de 300 estarán operativos próximamente.

El balance de los primeros 18 meses del plan de movilidad de Iberdrola se completa con la firma de más de 30 acuerdos de despliegue de infraestructura alcanzados con los principales agentes implicados en la movilidad: desde administraciones a instituciones, empresas, estaciones de servicio, concesionarios y fabricantes de vehículos eléctricos.

Endesa cuenta con un Plan de Desarrollo de Infraestructura de Recarga para el Vehículo Eléctrico a través de Endesa X. Desde su puesta en marcha, y gracias a los acuerdos alcanzados con diferentes socios, la compañía tiene operativos, acordados y en fase de instalación, más de 1.500 puntos de recarga de acceso público por toda España. En el ámbito privado, la compañía también da cobertura a hogares, empresas, corporaciones y flotas.

Durante la primera fase del plan (2019-2020), Endesa X pondrá el foco en la red de carreteras, cubriendo 15.000 km de vías principales y áreas urbanas dando servicio a 8 millones de personas fuera de las regiones centrales, que supondrá el despliegue de más de 2.000 puntos de recarga con diferentes tecnologías -ultra rápida, rápida y semi rápida-. En la segunda fase del Plan (2021-2023), instalará más de 6.500 nuevos puntos de recarga de acceso público en centros comerciales, parkings, hoteles, áreas de servicio, vía pública, etc., -incluyendo las islas-, dando servicio también a los 70 millones de turistas que visitan el país.

La red pública de recarga de Repsol -que adquirió la red de Ibil- está formada por más de 250 puntos, de los que 35 son de carga rápida instalados en sus estaciones de servicio. La compañía también cuenta con dos puntos de recarga ultra rápida instalados en 2019 en estaciones de servicio Repsol, a los que se sumarán tres instalaciones más de este tipo en los próximos meses en los principales corredores con Europa (A1 y A2). En el ámbito privado, Repsol opera más de 1.000 terminales instaladas en empresas y viviendas particulares.

La energética ha firmado acuerdos con los ayuntamientos de Madrid, Zaragoza y Santander, así como con los cabildos de Fuerteventura y Lanzarote, entre otros, para operar puntos de recarga para vehículos eléctricos en la vía pública. Por ejemplo, en la ciudad de Madrid, Repsol tendrá un total de 27 puntos de carga rápida en los próximos meses, 14 de los cuales ya se encuentran operativos.

EDP cuenta con 150 puntos de recarga en espacios públicos en diferentes regiones españolas, de los que 80 están en Asturias y 27 de ellos en Gijón. De la cifra total, 23 permiten la carga rápida y el resto son puntos semi rápidos. Las instalaciones de EDP no solo se encuentran en zonas estratégicas como autopistas (A8 y A66), el aeropuerto de Asturias o centros comerciales, sino también en hogares, empresas y entornos rurales, haciendo extensible la movilidad eléctrica a todos los usuarios.

Solo en 2019, los usuarios que utilizaron las instalaciones de recarga de EDP, recargaron la energía necesaria para recorrer un millón de kilómetros (150.000 kWh), lo que supone un aumento de más del 300% respecto al año anterior. EDP también ha alcanzado y trabaja en alianzas con negocios y grandes empresas para garantizar la movilidad eléctrica de sus flotas de vehículos, clientes y empleados.