Caída histórica del precio del petróleo por el coronavirus

Aunque la crisis del coronavirus está afectando a una amplia gama de mercados energéticos - carbón, gas y renovables-, su impacto en los mercados petroleros está siendo particularmente grave, provocando una fuerte caída de la demanda de crudo, cuyo impacto en el corto plazo es prácticamente imposible de predecir.

Las medidas para contener la pandemia en el mundo, unidas al fracaso de la OPEP de recortar la producción para estabilizar los precios y al anuncio hecho por Arabia Saudí y Rusia de aumentar su producción de petróleo para inundar el mercado a partir del 1 de abril, han provocado la caída en picado del precio del petróleo.

Al cierre de esta edición, el barril de brent ha vuelto a la zona de los 25 dólares, uno de sus valores más bajos en este último mes, y que en lo que va de año ha perdido más del 50% de su valor. Por su parte, el barril de petróleo West Texas Intermediate (WTI) bajaba hasta los 22 dólares. Se trata de una situación sin precedentes en la historia del mercado petrolero, que solo unos días antes consiguió valores más altos gracias a las medidas urgentes de estímulo aprobadas por los bancos centrales de todo el mundo.

En su última revisión sobre el mercado del petróleo, la Agencia Internacional de la Energía augura una caída del consumo de 90.000 barriles diarios menos en 2020 y contempla dos escenarios sobre la evolución de la demanda mundial de petróleo este año en función del éxito que tengan las medidas para contener el virus: un escenario más pesimista donde la demanda mundial cae en 730.000 barriles diarios en 2020 y otro más optimista en el que la demanda global crece en 480.000 barriles al día.

La situación a día de hoy es tan volátil, que los analistas han ido cambiando sus previsiones a la baja en el transcurso de las tres últimas semanas. Desde los 32 dólares por barril que el grupo financiero MUFG auguraba para el segundo trimestre del año, a las previsiones de firmas como Goldman Sachs y Bank of America, que ya pronostican una caída del precio del crudo por debajo de los 20 dólares. El análisis más pesimista es el de la japonesa Mihuzo Securities, que no descarta que el precio del petróleo se derrumbe hasta los cero dólares e, incluso, alcance precios negativos porque, según alegan, “pronto será más caro tenerlo almacenado que regalarlo”.

Supervivencia del esquisto

Uno de los negocios que podría verse más afectado si los precios del ‘oro negro’ se mantienen tan bajos es el petróleo de esquisto que se produce en EEUU -primer país productor de petróleo del mundo- mediante la técnica del fracking. El problema de esta industria es que los costes que tienen para extraer cada barril de crudo son muy superiores a los de Arabia Saudí o Irak, de ahí que necesiten un petróleo entre 45 y 50 dólares para ser rentables. Ante esta situación, algunos analistas como Deutsche Bank piensan que parte de estas empresas podrían empezar a sucumbir en el medio plazo, especialmente los productores de pequeño y mediano tamaño.

Según recuerdan desde Fidelity International, las empresas del sector del esquisto de EEUU ya han pasado por una situación similar. Ocurrió durante la guerra de precios de 2014-2016, cuando Arabia Saudí aumentó la oferta para intentar echar a los productores de esquisto del mercado. Las empresas estadounidenses respondieron mejorando la eficiencia y reduciendo sus costes de explotación, pero, actualmente, les quedan pocas eficiencias adicionales que explotar.

Muchas de estas empresas ya han decidido reconducir sus planes financieros para este año y están tomando medidas para reducir su actividad y proteger así sus balances y dividendos. Con el objetivo de proteger a la industria del shale, desde la Casa Blanca se ha enviado el mensaje de que el presidente de EEUU, Donald Trump, podría llegar a intervenir el mercado de petróleo. Mientras tanto, el departamento de Energía norteamericano ha elevado al máximo de su capacidad las reservas estratégicas de crudo mediante la compra de 77 millones de barriles de producción estadounidense. De momento, ya ha cursado la solicitud para comprar una cantidad inicial de 30 millones de barriles.

Según apuntan desde S&P Global Platts, las grandes empresas petroleras europeas se ven resistentes a la recesión a medida que comienzan los recortes de capital. La italiana Eni ha sido la primera en marcar fuertes recortes de gastos hace dos semanas, mientras que la británica BP y la francesa Total han manifestado que podrían reducir el gasto de capital en una quinta parte este año como parte de los movimientos de autoayuda para capear la tormenta a medida que los precios del petróleo caen cerca de los mínimos de hace 20 años, pero de momento, ninguna de las dos ha dado una cifra concreta.

El precio de los carburantes también ha tocado nuevos mínimos anuales tras abaratarse casi un 4%, según datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea. Al cierre de esta edición, el precio medio del gasóleo en España se situaba en los 1,127 euros, de manera que llenar un depósito de gasolina de 60 litros salía por 74 euros. Por su parte, el litro de gasolina marcaba un precio medio de 1,233 euros, lo que dejaba el precio del depósito en 65,7 euros.

A pesar del desplome registrado por el petróleo, con una caída a la mitad en su precio frente a enero, el descenso en los precios de los carburantes no varía en la misma proporción, “ya que no tienen una relación directa con la cotización del barril de crudo, sino que dependen de las cotizaciones de la gasolina y gasóleo en los mercados al por mayor, todos ellos en dólares”, explican desde la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP). Además, los precios publicados por el Boletín Petrolero corresponden a la media de los precios diarios de la semana anterior, “por lo que existe un decalaje entre los precios publicados y los precios reales”, señalan desde la asociación.