Marco normativo estable con apoyos económicos al biogás

Desde el sector consideran que la Hoja de Ruta del Biogás debe fijar un objetivo de producción e inyección de biometano en el sistema gasista, reducir los plazos para
tramitar las instalaciones e implantar un Sistema de Garantías de Origen

Los gases renovables, en especial el biogás y el biometano, adquieren un papel relevante en la consecución de los objetivos de descarbonización fijados por la UE, relacionados con la mejora de la calidad del aire, el aumento de la penetración de renovables en el consumo de energía final y la reducción de las emisiones de CO2.

Distintas entidades y asociaciones del sector, han dado respuesta a la consulta pública previa publicada por el Ministerio para la elaboración de una Hoja de Ruta que permita el despliegue y desarrollo del biogás en nuestro país. Las remitidas por las asociaciones que colaboran en este artículo -la Asociación Española del Biogás (Aebig), Gasnam y Sedigás-, se enfocan más directamente al biometano.

En líneas generales, las tres coinciden en que la Hoja de Ruta del Biogás debería abordar la aprobación de un marco normativo estable con apoyos de tipo retributivo o similar, que garantice el desarrollo de la producción e inyección de biometano. Con ello, explican desde Gasnam, “conseguiremos programar capacidad y disponibilidad de un recurso nacional estratégico de gas renovable. Por tanto, el mecanismo deberá vincular la producción nacional al consumo nacional”. Según Aebig, “todos los países donde el biogás y/o biometano está desarrollándose, es gracias a estar incentivado (FIT, FIP, subvenciones, fiscalidad, cuotas, etc.), algunos combinando más de un sistema de apoyo. Asimismo, abogamos considerar ayudas a CAPEX y OPEX, pero garantizándolas durante un mínimo de años para dar confianza a los inversores”. Las tres asociaciones también piden que se establezcan apoyos económicos al cambio tecnológico en producciones existentes de biogás para producción eléctrica por inyección de biometano al sistema gasista.

Otro de los puntos en común es la fijación de un objetivo de producción e inyección de biometano en el sistema gasista, “obligando a los agentes del sector: distribuidores, transportistas, comercializadores y productores”, tal y como proponen desde Aebig; “siempre eficiente y basado en los correspondientes análisis de coste y beneficio, así como una senda anual”, apuntan desde Sedigás; y “siempre que se desarrollen previamente los mecanismos de incentivo necesarios para no penalizar al transportista y, por tanto, desincentivar la demanda”, señalan desde Gasnam.

Asimismo, consideran que la Hoja de Ruta que elabore el Gobierno, debe recoger la implantación de un Sistema de Garantías de Origen (GdO) que permita valorizar el biometano por su origen renovable y sea válido para reducir la huella de carbono vía compensación de emisiones provenientes de consumo de gas.

Desde el sector también animan a la Administración a que la nueva herramienta para el despliegue del biogás agilice los plazos de tramitación de los proyectos reduciéndolos a menos de cinco meses, ya que actualmente pueden superar los dos años; elaborar y actualizar periódicamente análisis de coste beneficio según el estado de situación y grado de desarrollo de esta tecnología en cada momento; confirmar el potencial del biometano a 2030 y calcular el correspondiente a 2050; establecer un tratamiento diferencial para los gases renovables en función de su origen biológico; definir las obligaciones de valorización energética de la materia biodegradable previa al compostaje y también las características de la rotación de cultivos para generación de materia prima para el biometano.

Involucrar a toda la Administración

Uno de los puntos esenciales para Aebig es involucrar a toda la Administración Pública, incluyendo Agricultura, Ganadería, Reto Demográfico etc. Y ponen un ejemplo: “el PNIEC recomienda para la Reducción de emisiones de GEI en los sectores agrícola y ganadero, el cubrimiento de las balsas de purines, su vaciado mensual y el compostaje de los purines, pero no considera ni recomienda las plantas de digestión anaerobia -plantas de biogás. En el caso de normativas como la de Ordenación de Granjas Porcinas, establecen frecuencias de vaciado contradictoras con el PNIEC”.

Desde Aebig también proponen la obligación de tratamiento de purines y estiércoles priorizando la biometanización frente al compostaje, incentivar el autoconsumo, así como normalizar el uso de los digestatos como biofertilizantes ya que, según apuntan, “este sector es el único que permite alcanzar una huella de carbono negativa cuando se contabiliza la reducción -o eliminación- de emisiones de GEI de la materia orgánica no tratada, más las evitadas por sustitución de combustibles fósiles, más las capturadas por el suelo que se comporta como un sumidero de carbono”.

Como asociación que fomenta el uso del gas renovable en la movilidad, Gasnam considera que la Hoja de Ruta del Biogás debería impulsar la aplicación del biometano al transporte, “especialmente en aquellos modos con menos opciones bajas en carbono, como es el caso del transporte de larga distancia, el marítimo o las locomotoras diésel”. Para ello, consideran necesario que se fomente toda la cadena de suministro, desde la producción hasta el transportista.