José Miguel Villarig, presidente de APPA Renovables: “Las renovables no deben tener color político, pero sí una normativa adecuada para su desarrollo”

El próximo julio José Miguel Villarig dejará la presidencia de APPA Renovables tras vencer su mandato. En la siguiente entrevista, Villarig repasa los cambios que se han producido en el sector en los últimos ocho años en los que ha estado al frente de la asociación y pone en valor las medidas que se están adoptando en beneficio de las renovables

¿Qué valoración hace de su paso por APPA Renovables y cuáles son, a su juicio, las cuestiones que más han perjudicado la expansión de las renovables en España?

He estado ocho años como presidente de APPA Renovables después de otros ocho años como presidente de la Sección Eólica de esta asociación. Han sido años intensos y enriquecedores en lo personal, a la vez que ilusionantes y duros en lo profesional. Lo que más hemos echado en falta ha sido el disponer de una planificación consensuada entre los partidos políticos que pudiera ser estable a corto, medio y largo plazo al margen del partido que estuviera en el Gobierno. La falta de planificación nos ha llevado a incurrir en la improvisación y a sufrir demasiados cambios regulatorios que han generado inseguridad jurídica, falta de visibilidad a largo plazo y, en definitiva, carencia de certezas en la recuperación de las importantes inversiones que precisa el sector, factores que han frenado el desarrollo de las renovables. El déficit acumulado de tarifa llegó a alcanzar los 28.500 millones, fue un gran problema y lastró los desarrollos posteriores, especialmente dañando la imagen y proyección de las renovables. En un sector importante, los errores son siempre importantes.

En este tiempo, las renovables han pasado de ser consideradas las culpables del déficit de tarifa a convertirse en la tecnología líder para alcanzar la neutralidad climática ¿Qué reflexión hace de este proceso?

Desde el primer momento denunciamos la errónea e interesada identificación entre déficit tarifario y renovables, idea promovida para dificultar y demorar la transición energética. El déficit del sistema eléctrico fue un gran error que obligó a grandes ajustes y las renovables fuimos especialmente paganos, pero en ningún modo los culpables. Como ya nadie discute, cuantas más renovables hay en el sistema eléctrico, menor es el precio de la electricidad, y eso sin entrar a valorar las externalidades positivas. Algunas renovables son ya competitivas a precios de mercado, como la eólica y fotovoltaica; otras, como la biomasa lo son si se valora todo lo que aportan: fijación de empleo rural, limpieza de bosques y respaldo o garantía de potencia.

Los cambios regulatorios hicieron mucho daño al sector renovable ¿Cómo vivieron desde APPA Renovables esta situación?

Lo vivimos con preocupación, pero estando muy activos, llevando a cabo propuestas y planteando reivindicaciones en defensa del sector. Es cierto que algunas tecnologías, como la FV del RD 661/2007 tuvieron un desarrollo que superó ampliamente al planificado; esta desviación debería haberse evitado, ya que en 2007 dichas tecnologías no eran competitivas y su apoyo solo tenía sentido para seguir recorriendo la curva de aprendizaje. Sin embargo, una vez realizadas las inversiones, no se debería haber dejado en la estacada a quienes habían confiado en un sector y en un marco regulatorio.

¿Cómo valora la relación que la asociación ha mantenido con los diferentes Gobiernos con los que ha tenido que lidiar?

Nosotros creemos que las renovables no deben tener color político. El éxito de su desarrollo en nuestro país vendrá dado por los envidiables recursos renovables y por una regulación que dé visibilidad a la recuperación de las inversiones. Con todos los Gobiernos hemos sido leales en nuestros planteamientos a la vez que exigentes.

¿Cuál ha sido la negociación más dura que han mantenido con el Gobierno de turno y que finalmente salió adelante?

Después de los ajustes a raíz de la reforma iniciada por el RDL 9/2013, el que finalmente se haya podido ligar la rentabilidad razonable al coste de los fondos invertidos (WACC) ha corregido en cierta medida el despropósito de su planteamiento inicial. En cualquier caso, quedaría por corregir el efecto de las bandas muertas en el mecanismo de corrección de las previsiones de precio del pool, en el que las propias previsiones del pool se actualicen anualmente en lugar de cada tres años y, en general, la adecuación de los parámetros de las denominadas “instalaciones tipo” a datos que sean más realistas.

Una de las normas más aplaudidas por el sector es la normativa que permite el autoconsumo en múltiples variantes ¿Cómo ve su desarrollo en el corto-medio plazo?

La legislación anterior frenaba su desarrollo. Hoy, con la nueva normativa, se crea un marco y las condiciones necesarias para poder desarrollar los proyectos. Debemos velar por garantizar calidad y seguridad, aspectos que no están reñidos con el ahorro que el autoconsumo trae a empresas y particulares. A corto plazo sufrirá por la crisis, pero a medio plazo es imparable. El autoconsumo es el mejor ejemplo de ese sistema más distribuido y más cercano al consumidor que evita grandes pérdidas en el transporte.

El Gobierno ha anunciado cambios en la próxima subasta de renovables respecto a la de convocatorias anteriores ¿Están de acuerdo con todos los puntos?

A comienzos de 2016 era necesario acabar con cuatro años de parón, por lo que en APPA Renovables fuimos los primeros en aplaudir las subastas y, a renglón seguido, denunciar su innecesaria complejidad y falta de rigor para pasar a aportar propuestas de mejora. En la segunda subasta de 2017 ya se incluyeron algunas de esas propuestas. Nunca vamos a estar de acuerdo en todo, pero si en futuras subastas se valora la madurez de los proyectos, se realizan subastas específicas por tecnología y podemos contar con un calendario de subastas a medio y largo plazo que permitan dar una visibilidad al desarrollo de los proyectos, estaremos dando los pasos en la dirección correcta.

¿Qué futuro le espera al sector de la biomasa en su conjunto?

La biomasa es un gran ejemplo de que hay que juzgar a las tecnologías por su aportación global. Si analizas su competitividad económica puede salir perdiendo en la comparación, pero si ves su potencial de creación de empleo, gestionabilidad, impacto en el desarrollo rural, etc., entonces ves su dimensión correcta. Siendo uno de los países con mayor potencial biomásico de Europa, debería darse a esta tecnología -en sus vertientes térmica y eléctrica- importancia capital.

¿Cómo ha afectado la pandemia al sector?

Creemos que el impacto será menor que en otros sectores. Tenemos objetivos ambiciosos a 2030 y las tecnologías han alcanzado una madurez y una competitividad económica muy altas. Es cierto que puede haber decisiones empresariales que se posterguen, pero no tenemos dudas de que si el entorno regulatorio es el adecuado y hay seguridad jurídica, las inversiones y proyectos verán la luz.

¿Cuáles son los cambios más importantes que se deberían de producir en el sector y que aún no se han llevado a cabo?

Hoy hay una gran aceptación social de las renovables. Por un lado, son imprescindibles para seguir la senda de descarbonización que pretendemos, pero falta que se las vea con visión de conjunto, valorando su complementariedad. Planificar con consenso, dar seguridad jurídica con una legislación estable, adecuar la fiscalidad, que no sea solo recaudatoria y proporcione señales para fomentar las renovables y penalizar las emisiones de CO2. De ese modo, conseguiremos reducir dependencia energética y potenciar desarrollo industrial creando riqueza y empleo al país.

¿Cree que vamos por el buen camino para cumplir los objetivos en renovables de cara a alcanzar la neutralidad climática en 2050?

Tenemos tecnologías competitivas, recursos envidiables y gran aceptación social. Para alcanzar los objetivos hay muchos retos: interconexiones, almacenamiento, movilidad eléctrica, integración de renovables en transporte, etc. Todo ello deberá quedar integrado en la transición energética. La transición no elimina lo anterior, pero debemos planificar la entrada de lo nuevo y la salida de lo viejo, sino, no será planificación sino amontonamiento. Y, como siempre decimos desde APPA Renovables, esto no hay que hacerlo “ni rápido, ni lento, sino bien”.