¿Qué fue primero, el huevo o la gallina en el cambio climático?

China nos tiene acostumbrados a las grandes obras de ingeniería. Desde la Muralla hasta la presa de las Tres Gargantas, el país asiático asombra con su capacidad constructiva. No obstante, en estos momentos, están todos los ojos puestos en su gigantesca presa ya que las intensas lluvias que se están registrando en la zona han causado daños de importancia. La situación ha llegado a tal extremo que incluso han llegado a circular vídeos con simulaciones ante un colapso de tan gigantesca instalación, pero los técnicos chinos tranquilizan y aseguran que cuando acabe, la presa volverá a la normalidad.

Roth Capital Partners ha informado también que este mismo mes se han producido cuatro explosiones en una planta de polisilicio en China de la compañía GCL que dejaría fuera del mercado al 10% de capacidad de producción mundial de este material, lo que hace prever algún tipo de repercusión en los precios de las instalaciones fotovoltaicas a corto plazo.

Como se puede observar, los riesgos son en muchas ocasiones inimaginables o impredecibles, por ese motivo, resulta cuanto menos curiosa la demanda que ha impuesto una joven australiana, Katta O’Donnell, al Gobierno australiano por no haber explicado los riesgos del cambio climático en las emisiones de deuda del país. Probablemente, la demandante no debería de perder la ocasión para incluir también el riesgo de una pandemia global, pero razón no le falta. La ciencia ha certificado desde hace años los riesgos climáticos y como a tales, deben ser tenidos en cuenta, pero sigue sin definirse cómo deben calcularse dichos riesgos por lo que la demanda se encuentra en el tipo punto de qué fue antes, el huevo o la gallina. Un asunto que seguro generará largos e importantes debates.