Arancha Martínez, Presidenta de Unef. J. Zulueta: “La innovación es el motor de crecimiento del sector fotovoltaico y queda margen de mejora”

El pasado abril Arancha Martínez fue nombrada presidenta de Unef. En la siguiente entrevista, hace un repaso de la situación del sector tras la pandemia y las previsiones de crecimiento para este 2020, del nuevo modelo de subastas, de los avances del sector en digitalización y del papel que jugará el hidrógeno en el futuro

Se cumplen cuatro meses desde su incorporación a la presidencia de Unef. ¿Cuáles son las líneas básicas que marcarán su mandato?

Mi principal objetivo es conseguir que el sector fotovoltaico tenga un rol central en la reindustrialización y recuperación económica de España. Es un sector que cuenta con un tejido industrial nacional sólido y competitivo que, además de generar de energía limpia, contribuye en términos de creación de empleo y riqueza. En este sentido, la adopción de una Estrategia Industrial Fotovoltaica es clave para maximizar los beneficios asociados a su desarrollo y consolidar el fuerte sector industrial nacional aprovechando los 20.000 millones de euros en inversiones necesarios para cumplir con los objetivos de nueva capacidad fotovoltaica a instalar definidos por el PNIEC. Otra gran línea estratégica es garantizar la sostenibilidad de las plantas fotovoltaica en suelo y el respeto de los terrenos que las acogen. Hemos elaborado un documento de mejores prácticas para reducir este impacto a todos los niveles y para incluso revertirlo en un impacto positivo para el entorno, y el compromiso de las empresas del sector fotovoltaico con la sostenibilidad es absoluto. Lo que queremos es que, una vez finalice la vida útil de la instalación, se convierta en “reserva integral de la naturaleza”.

España fue líder europeo en capacidad fotovoltaica instalada en 2019. ¿Seguirá esta tendencia en los próximos años?

Nuestras previsiones indican que la tendencia positiva de crecimiento del sector fotovoltaico en España continuará y que nuestro país seguirá siendo un mercado líder a nivel internacional. Los objetivos de fotovoltaica del PNIEC suponen la instalación de unos 3 GW nuevos anuales hasta 2030 lo que, unido a la definición de un calendario de subastas a medio plazo, permitirá asegurar un desarrollo estable del sector.

¿Cómo ha afectado al sector solar la crisis sanitaria? ¿Cree que le costará mucho recuperarse de este parón?

Respecto a las plantas en suelo, se han producido retrasos en el suministro de componentes y en la tramitación administrativa de los proyectos. Se trata de un impacto coyuntural, por lo que en el corto plazo esperamos que se recupere el ritmo precrisis. El autoconsumo ha sido el más golpeado, porque las medidas restrictivas han supuesto la parálisis de muchos proyectos e incluso la cancelación de contratos ya firmados, lo que ha puesto en riesgo el importante tejido empresarial y el empleo cualificado que se estaba generando. No obstante, confiamos que la actividad de este sector mejore según se vaya recuperando la economía nacional.

¿Esta situación podría poner en peligro la financiación de proyectos?

La drástica caída de los precios del mercado eléctrico registrada durante el confinamiento es un acontecimiento coyuntural y, teniendo en cuenta el carácter a largo plazo de las inversiones en fotovoltaica, la viabilidad de estos proyectos es muy sólida. El principal impacto se dará en las plantas fotovoltaicas a futuro que tienen que buscar financiación, porque las entidades financieras serán más conservadoras debido a la incertidumbre sobre la evolución de los precios del mercado eléctrico, lo que tiene consecuencias en el apalancamiento de los proyectos y en los costes de la financiación.

¿Cuál cree que será el comportamiento del mercado en los próximos meses?

Para las plantas en suelo, en los próximos meses seguiremos viendo nuevos proyectos en fase de construcción y otros que se ponen en marcha. En autoconsumo, confiamos en que habrá una reactivación de la actividad a medida que se vaya recuperando la economía. Para 2020, las previsiones que manejábamos antes de la crisis eran de 2 GW nuevos en plantas en suelo y 600 MW en autoconsumo. Ante la situación excepcional que hemos vivido, prevemos que la previsión de nueva capacidad fotovoltaica para plantas en suelo se mantendrá, mientras que para autoconsumo la nueva capacidad rondará los 400 MW.

¿Qué valoración hace del nuevo modelo de subastas que pretende poner en marcha el Gobierno?

El nuevo modelo de subastas nos parece adecuado, al ser homologable internacionalmente y al contar con un diseño pay-as-bid, en base al cual el resultado de la subasta será la potencia o energía adjudicada a cada participante y el precio corresponderá a su oferta económica. Este criterio permite evitar sobre-retribuciones y ofertas temerarias. Además, nos parece positivo que se establezca un calendario de subastas a medio plazo, lo que dará previsibilidad al sector.

¿Qué otros aspectos deberían agilizarse o modificarse para que el sector fotovoltaico pueda seguir creciendo?

Es importante que se alcance el necesario consenso entre todos los grupos parlamentarios para que el proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética se apruebe con agilidad. Asimismo, para maximizar los beneficios asociados al despliegue del autoconsumo, es necesario reducir el peso del término fijo de la factura, así como digitalizar y simplificar las tramitaciones administrativas, por ejemplo, a través de la eliminación del requisito de la licencia de obras. Respecto a las plantas en suelo, hay que acelerar la celebración de concursos para la asignación de potencia en las zonas de Transición Justa, así como impulsar la digitalización y el acceso a la mejor tecnología 5G disponible.

¿Cómo está siendo la evolución del sector a nivel tecnológico? ¿Y en digitalización?

La innovación es el motor de crecimiento del sector fotovoltaico y todavía queda margen de mejora respecto a la eficiencia de la tecnología. La digitalización y el acceso a la tecnología 5G es una de las vías de mejora de la competitividad de las empresas, que se traduce en la adopción de tecnologías digitales, la analítica de datos, la inteligencia artificial y el internet de las cosas, herramientas que permiten reducir considerablemente los costes de la fabricación de componentes, la operación, la monitorización y el mantenimiento de las instalaciones.

Muchas empresas están empezando a apostar por el hidrógeno renovable ¿Qué importancia puede tener para el sector FV?

El hidrógeno permite una mayor integración de las energías renovables en el sector eléctrico, aumentando su resiliencia, y para la fotovoltaica, éste se plantea como una alternativa interesante para el almacenamiento estacional. En el futuro el hidrógeno constituirá una parte importante de los proyectos fotovoltaicos.

¿Qué aspectos básicos deberían conformar la futura Hoja de Ruta del Hidrógeno? ¿Y la Estrategia de Almacenamiento?

La Hoja de Ruta del Hidrógeno debería definir un marco regulatorio claro que permita la producción y el uso del hidrógeno renovable, definiendo objetivos de desarrollo; identificando los usos en los que éste es una solución eficiente y las posibles barreras que pueden existir en toda la cadena de valor de la tecnología e incluyendo un plan de medidas financieras que incentiven la inversión. La Estrategia Nacional de Almacenamiento debería reconocer el almacenamiento como sujeto propio del sistema eléctrico; desarrollar el procedimiento de acceso y conexión a la red específico para estos sistemas y definir los mecanismos que retribuyan a los servicios que proporcionan. Además, debería definir convocatorias de subastas en las que el almacenamiento pueda participar, introduciendo una señal económica que fomente la hibridación de distintas renovables y la instalación de almacenamiento.

¿Cree que vamos por el buen camino para cumplir los objetivos en renovables de cara a alcanzar la neutralidad climática en 2050?

Creo que España ha cambiado a tiempo su posición con respecto a las energías renovables, pasando de ser un país que frenaba su desarrollo a uno que impulsa su despliegue. El compromiso de todos, desde los ciudadanos hasta la administración, a todos los niveles, es fundamental para conseguir la neutralidad climática.