La gama alta se pliega a los terminales articulados

Oppo lanza su N2 Flip, un plegable diseñado para competir con los reyes del tope de gama.

El mercado de la telefonía móvil, amigo de las etiquetas y encasillamientos, tiende a situar los smartphones flip en un escalón inmediatamente inferior al de la gama alta. Es así. No existen reglas escritas, pero los analistas del sector consideran que un dispositivo capaz de doblarse no puede equiparse con otros compactos, como si la pleitesía al diseño actuara en detrimento de sus cámaras, procesadores o baterías. Ante esa opinión sectorial, la marca Oppo está dispuesto a cuestionar lo que sea necesario a golpe de innovación, audacia y sentido de la oportunidad. Esto último guarda relación con el repentino entusiasmo de los fabricantes por probar fortuna en una categoría de producto ciertamente arriesgada. Es decir, si el formato llega a triunfar -que aún está por ver-, sólo los madrugadores podrán disfrutar de las mieles. Si así fuera, Oppo ha dado un golpe sobre la mesa para convertir su N2 Flip en el nuevo buque insignia de la firma. Los argumentos saltan a la vista en cuanto se despliega el terminal y no se percibe rastro evidente de pliegues. La bisagra es un prodigio de la ingeniería una vez que sus engranajes han resistido 400.000 pliegues sin rechistar. Eso equivale, a poco menos que abrir y cerrar el móvil sin descanso una vez cada minuto durante un año o, también probar sus articulaciones unas cien veces al día durante más de diez años. Una vez despejadas las posibles objeciones tras el primer y sucesivos escrutinios visuales, llega el momento de interesarse por otras virtudes ajenas a su dimensión diferencial.

La cámara es otro de sus puntos fuertes. Primero, por la autoridad que infunde Hasselblad, un mito de la fotografía, ahora comprometido en meter en el bolsillo el talento sueco que viajó a la Luna. En su caso, el OPPO Find N2 Flip presume con una cámara principal de 50 MP, con un sensor Sony IMX 890, y otra para selfies de 32MP. En ambos casos, destaca la fidelidad en la captura de los colores y la propuesta de un modo profesional para los usuarios que quieran complicarse la vida para impactar con sus instantáneas. A lo anterior se añade el modo XPAN y sus filtros master, para personalizar las imágenes más allá de las propuestas de sus rivales.

El fabricante destaca entre sus fortalezas la pantalla exterior vertical más grande de su segmento, una batería de 4.300 miliamperios capaz de trabajar durante las 24 horas, la carga rápida SUPERV CTM de 44 W (que repone toda su energía en apenas una hora), la potencia para realizar multitarea como si fuera el primero de la clase, gracias al procesador MediaTek Dimensity 9000+ y la antena NFC de 360 grados. La autonomía puede exceder todo el día ya que puede usarse en modo cerrado la mayor parte del tiempo, para llamadas y visualización de mensajes, con el consiguiente ahorro de recursos. Por último, y con la confianza de que el público europeo comparta los mismos gustos que el asiático, Oppo añade simpatía (y capacidad de personalización) con una oferta de mascotas animadas que invitan a encariñarse con el smartphone. El precio de la criatura se sitúa en los 1.049 euros, disponible en los colores Moonlight Purple y Astral Black, este último con una sensibilidad al tacto que invita a tenerlo siempre en la mano.