El secreto está en la flexibilidad de las placas

En la plancha de pelo Corrale, Dyson ha volcado toda su experiencia e investigaciones en el diseño de baterías de ion litio de sus aspiradoras.

Sorprende a veces cómo la tecnología puede convertir una tarea rutinaria como peinarse en algo sumamente sofisticado. Dyson, vinculada tradicionalmente con el mundo de las aspiradoras, ha volcado sus investigaciones en el diseño de baterías de ion litio para desarrollar otros productos más vinculados con el mundo de la belleza que con el cuidado del hogar. Si ya en su día hablamos en esta revista del secador de pelo Supersonic y del moldeador AirWrap, en este caso vamos a fijarnos en otro de sus productos fetiche en el área de belleza, su plancha para el pelo Corrale. Es el resultado de siete años de desarrollo, de una inversión en investigación de 27 millones de euros e incluye 12 patentes.

Por su precio (449 euros), lo primero que tenemos que decir es que estamos ante un producto de alta gama, propio de profesionales de la peluquería... y también de quienes no están dispuestos a estropear su pelo día tras día. En este caso, hemos podido comprobar cómo de una sola pasada el pelo encrespado se queda completamente liso. Evitamos así tener que castigarlo repitiendo esa maniobra. Al mismo tiempo, aseguran desde Dyson que su tecnología a partir de placas flexibles y del tamaño de cada cabello consigue reducir a la mitad el daño que podría sufrir con cualquier otra plancha.

Explican los ingenieros de la firma británica que el secreto en este caso para reducir en un 50% ese daño que provoca el calor intenso en los mechones de cabello que queremos alisar radica en un sistema, dotado de un sensor de platino, que mide hasta 100 veces por segundo la temperatura exacta de las placas. Como podemos elegir entre tres niveles (165, 185 o 210 grados), así nos aseguraremos de que no se producirán subidas o bajadas en esa intensidad del calor.

Argumentan también desde Dyson que las dos placas metálicas que apreciamos, por las que hacemos pasar el cabello, están fabricadas en realidad por un complejo sistema de metales varios que son flexibles y que detectan el ancho exacto del pelo. “Las planchas de pelo con placas sólidas aplican tensión y calor sólo en la parte más gruesa del mechón de pelo, dejando hilos de cabello sueltos por los lados sin calentar”, explica el fundador de la firma y aún ingeniero jefe, James Dyson. “Esto hace que tengamos que realizar múltiples pasadas en la misma sección del mechón de pelo para conseguir un aspecto uniforme. El problema es que aportamos un mayor exceso de calor, que puede causar rotura y pérdida de brillo”, añade. La solución ha sido construir esas placas flexibles a partir de una aleación compleja de manganeso y cobre más una mezcla de otros seis metales que ya no explican para no desvelar más secretos... Y remata la explicación técnica: “Cada placa está torneada a precisión con un grosor de 65 micras para adaptarse a la forma del mechón de pelo. Las placas de cobre se envuelven alrededor del mechón, aplicando calor y tensión uniformes a todo el cabello, manteniéndolo unido”.

Pese a esa demanda estable de energía para mantener la temperatura exacta durante todo el peinado, para mayor comodidad podemos usar la plancha durante media hora sin recargar. Para sesiones más largas, podemos mantenerla conectada a la red o bien dejarla descansar sobre una base inclinada que sí está enchufada en los momentos en los que no la estamos utilizando.

En su parte central dispone de una pantalla led para cambiar entre los tres modos de temperatura y que también nos avisa cuando ha alcanzado esa temperatura deseada. Conviene esperar a que se apague completamente la luz antes de cerrarla o guardarla porque nos indica que aún se mantiene caliente. Disponible en fucsia y morado así como en níquel, en una edición especial más orientada a profesionales, en su caja encontramos, además de los elementos indispensables para la alimentación, esa base en la que dejarla descansar recargando (en 70 minutos se recarga completamente) y un estuche para transportarla. Para cuando la llevemos de viaje, viene equipada con un sistema de modo avión que desactiva la batería simplemente dándole la vuelta a una pestañita.