El nuevo papel que pueden empezar a jugar los operadores de telecomunicaciones

Solemos decir que los datos son el nuevo petróleo de la sociedad digital. Nos referimos a esas ingentes cantidades de información como el combustible que mueve el motor de las compañías más punteras, aquellas que saben marcar diferencias con la competencia. El presidente de Telefónica y de la Junta directiva de la GSMA, la patronal de los operadores de telecomunicaciones, José María Álvarez-Pallete, destacaba recientemente cómo “el tráfico de datos se ha multiplicado por 27 en todo el mundo en los diez últimos años y algunos analistas empiezan a hacer previsiones de crecimientos similares en los próximos 10 años cuando evalúan el impacto de servicios como el metaverso a nivel doméstico en algunos mercados”. A su juicio, no todo es cantidad en este mundo, sino que hay que tener en cuenta otras muchas variables crecientes como “la velocidad, la movilidad, la seguridad, la privacidad, la latencia, la capacidad, el procesamiento y la personalización”. Álvarez-Pallete aprovechaba la ocasión para hacer un llamamiento “al espíritu de colaboración, porque nos hace a todos más fuertes”. “La velocidad de la colaboración es el camino hacia la próxima ola de crecimiento del ecosistema digital, por lo que tenemos que hacerlo ahora, tenemos que hacerlo rápido. Necesitamos velocidad”, añadía.

En ese contexto, los operadores de telecomunicaciones vienen reclamando desde hace bastantes años cierta solidaridad en el mantenimiento de las redes a algunos de sus principales beneficiarios, los llamados Over the Top, los gigantes tecnológicos que ofrecen sus servicios gracias a esas infraestructuras, tan caras de construir como de mantener. Para obtener ingresos extra, las telecos han planteado en el pasado Mobile World Congress la alianza estratégica de 21 de ellas en torno al GSMA Open Gateway, que les permitirá ofrecer y comercializar servicios añadidos aprovechando la nueva versatilidad e inteligencia de las redes.

Por otro lado, en las instituciones europeas se ha aceptado por primera vez el llamado Fair share o reparto equitativo. La Comisión Europea ha abierto una consulta pública sobre la posible participación en la financiación y mantenimiento de las redes de telecomunicaciones por parte de los jugadores que más ancho de banda ocupan. Esa vieja demanda de los operadores ha caído ahora en terreno fértil de la mano del comisario de Industria de la CE, Thierry Breton, que en otra época fue el primer ejecutivo de Orange. Es él quien lidera el debate sobre una regulación que deberá redactarse durante la presidencia española de la CE. En el lado opuesto, Greg Peters, codirector general de Netflix, ha sido contundente al proponer que las telecos deberían pagar a las empresas de entretenimiento por el coste de los contenidos, tras recordar que su compañía invirtió más de 56.290 millones de euros en los últimos cinco años en sus producciones. El debate sigue abierto.