Guardabosques digitales

Sensores que ‘huelen’ el bosque y cámaras que interpretan cualquier indicio sospechoso de fuego pueden ser los mejores aliados para reducir la superficie quemada. La tecnología ya sabe cómo prevenir incendios forestales.

Las fuertes lluvias de las últimas semanas han frenado una temporada que se preveía dramática en incendios forestales. En el primer trimestre del año, la sequía y el adelanto de las altas temperaturas habían propiciado que se produjeran ya, algo inusual en esa época, dos grandes fuegos -aquellos que afectan a más de 500 hectáreas- y otros 2.408 siniestros. En total, por el momento, tenemos que hablar de 21.773 hectáreas afectadas. Si tenemos en cuenta que el año pasado fue el peor en España en casi tres décadas -con 57 grandes incendios y más de 268.000 hectáreas quemadas- la cosa no pinta demasiado bien.

En vista de que no podemos poner a un guarda forestal por cada una de los 26 millones de hectáreas de ecosistemas forestales (15 millones de ellas arboladas), quizá ha llegado el momento de pensar en nuevos métodos para vigilar y prevenir esos desastres. Y ahí es donde entra en juego la tecnología. Hemos encontrado varios proyectos en desarrollo y en pruebas que ya se plantean como posible solución -o complemento- para erradicar poco a poco estos sucesos.

Vodafone ha desarrollado sensores alimentados con energía solar que huelen el bosque. Por su parte, la empresa española Seitech utiliza cámaras e inteligencia artificial para el mismo fin. También desde el Barcelona Supercomputing Center de Barcelona una startup está aprovechando esa capacidad de los superordenadores para mitigar este tipo de catástrofes. En todas ellas convergen muy distintas tecnologías y herramientas, desde la inteligencia artificial y el machine learning al Internet de las Cosas (IoT), lo que nos permite hacernos una idea de cuán complejos pueden resultar este tipo de proyectos. Quizá por ello suelen implicarse varias empresas a la vez en cada uno de ellos.

Tal es el caso, por ejemplo, de la iniciativa que está llevando a cabo Vodafone, de la mano de Securitas y de la alemana Dryard. Ya lo han llevado a la práctica en Asturias. Utilizan sensores de gas que se camuflan colgados en los troncos de los árboles y que están alimentados por energía solar. Una vez instalados, aprenden cómo huele el bosque según el lugar en el que los hayan colocado y cómo van variando las condiciones de humedad, temperatura... Así, gracias a ese aprendizaje automático, son capaces de detectar cuándo se está produciendo un conato de incendio en fase temprana y evitar falsas alarmas. Coinciden los expertos en que es en esa fase inicial cuando más importante resulta actuar para evitar que se extienda. Digamos que estos sensores complementen otros sistemas de alerta como pueden ser los satélites, los puestos de vigilancia tradicionales...

Para que esos sensores puedan estar conectados entre sí y con la nube, a la que envían los datos y donde se procesa toda la información, Dryard despliega una red inalámbrica basada en un estándar abierto para redes IoT de radio de largo alcance. Hay que recordar que estamos hablando de grandes extensiones y normalmente apartadas, que en ocasiones no cuentan con cobertura, de ahí que sea necesario crear esa arquitectura paralela para zonas digamos en sombra. Por su parte, Securitas será la encargada de poner en marcha esta solución IoT en España. Sus técnicos se ocuparán de instalar, mantener y monitorizar esta actividad y de dar la voz de alarma desde su centro de operaciones.

Primeras pruebas con éxito

El pasado mes de abril, ejecutaron el primer piloto en España de esta solución. Fue en la masa forestal que rodea la planta industrial de DuPont en el Valle de Tamón-Nubledo (Asturias). Culminó con un simulacro consistente en la quema controlada de materia vegetal procedente del propio bosque. “Los sensores detectaron inmediatamente ese posible conato de fuego y mediante la plataforma de monitorización remota se pudo establecer con exactitud la posición concreta del supuesto foco”, nos explica Daniel Barallat, director de IoT de Vodafone España. Añade a elEconomista.es que todos los datos recibidos se procesaron mediante analítica basada en la nube.

Comenta Barallat que, “tras el éxito de este primer piloto, Securitas Seguridad España está impulsando la introducción de esta solución en su porfolio de servicios”. “Su área de IoT se encargará de instalar y mantener estos dispositivos y de monitorizarlos desde el Securitas Operation Center (SOC), el mayor centro de operaciones de seguridad para empresas e instituciones en España. Esto permitirá una respuesta inmediata ante conatos de incendio alertando a sus propias brigadas de bomberos en clientes privados o avisando a los centros de emergencias de las Administraciones Públicas”. Le preguntamos por el coste de desplegar estas herramientas por hectárea, pero explica que “el riesgo no es el mismo en todos los terrenos” y que “hay que valorar muchos factores, como la orografía, la temperatura media, si hay carreteras forestales o si por allí pasan y con qué frecuencia personas o vehículos”.

Sí reconoce que están preparados para desplegarlo en todo el territorio, parta lo que recomienda empezar por aquellas de mayor valor o con necesidades especiales de protección. También le preguntamos cómo han reaccionado allí donde lo han explicado a las autoridades competentes. “La respuesta en todos los casos ha sido muy positiva, porque se percibe como una solución diferencial. Nos gustaría extenderlo por todas las regiones y prestar nuestro servicio a todas las administraciones o empresas que se dediquen a gestionar algún tipo de infraestructura en los terrenos que son más susceptibles de quemarse o en los de mayor valor medioambiental. De hecho, probablemente dentro de muy poco podremos empezar a pilotar la solución en algunas regiones que nos han mostrado su interés”, nos anuncia. Más allá de nuestras fronteras, Vodafone también desarrolló otro piloto en Cerdeña, en la zona de Montiferru, la región más afectada por los incendios forestales del verano de 2021.

Visión artificial

Otra iniciativa en la que la tecnología puede ayudar a combatir los incendios forestales la pilota la empresa española Seitech. En su caso, emplea un sistema de cámaras para capturar imágenes y vídeos en tiempo real. Esta información se procesa mediante algoritmos de inteligencia artificial que buscan patrones y características asociadas con los incendios. Confirman desde Seitech que ya la van a poner en marcha en varias localidades de la Comunidad de Madrid como parte de sus estrategias de prevención de incendios.

“El uso de las redes neuronales nos permite convertir simples imágenes en datos que nos aportan valor”, explica Vicente Aragó, director ejecutivo de Seitech. Sobre esta solución de Detección Temprana de Incendios, añade que “poder determinar la mera presencia de humo a partir de una imagen es vital para dar una respuesta rápida para la extinción de un incendio antes de que se propague de forma incontrolada”. “Estamos convencidos de que la IA y la visión artificial van a ser los mejores guardabosques digitales de los municipios españoles y los mejores aliados este verano para preservar la biodiversidad de nuestro país”, concluye. Sobre su apuesta por cámaras en lugar de sensores, comenta que la tecnología de visión artificial es más avanzada porque mediante el procesado continuo en tiempo real de las imágenes, la red neuronal detectará de forma inmediata tanto humo como fuego. A partir de ahí, enviará una señal de alerta al centro de control para que revise la alarma, visualice la zona concreta y, en caso de riesgo, adopten las medidas oportunas los servicios de emergencia.

El tercer aliado tecnológico contra el fuego puede estar en el inmenso poder de cálculo de los superordenadores. Mitiga Solutions, una empresa surgida del Barcelona Supercomputing Center (BSC) está empleando inteligencia artificial y computación de alto rendimiento para desarrollar tecnología que mejore la prevención, resiliencia y capacidad de adaptación a los riesgos relacionados con el clima. La compañía acaba de recibir 13,25 millones de euros en una ronda de inversión en la que ha participado, entre otras, Microsoft.

Mitiga Solutions ha anunciado que estos fondos le permitirán mejorar sus “tecnologías especializadas en predecir los riesgos de catástrofes naturales como incendios, sequías, olas de calor”. Incluso va más allá y se atreve a vaticinar cuándo entrarán en erupción los volcanes. Con ello se proponen ayudar “a las compañías aseguradoras, inmobiliarias, energéticas y financieras a comprender y abordar los riesgos e incertidumbres derivados del cambio climático”.