Un cuidado para cada habitación

Probamos el robot aspirador y de fregado ‘Floobot X1’ de Proscenic. Sus 28 sensores le hacen muy versátil y bastante inteligente.

Los robots aspiradores se están popularizando al mismo ritmo que décadas atrás lo hizo un electrodoméstico indispensable hoy en día como es la lavadora. En poco tiempo, nos extrañará que alguien siga usando el cepillo para barrer, o incluso la fregona. Aunque los primeros modelos en aparecer solo aspiraban, lo más común en los últimos dispositivos presentados por los distintos fabricantes es que integren la aspiración y el fregado con agua en un mismo equipo. Así ocurre con el Floobot X1 de Proscenic (599 euros), que hemos tenido oportunidad de probar unas semanas. A continuación referimos cómo ha sido esta experiencia con este nuevo compañero de casa.

Empezando por la configuración, basta apretar los dos botones de su parte superior para que se conecte a la red wifi, algo necesario siempre en estos dispositivos para, a partir de ahí, controlarlo directamente desde la aplicación que nos descargamos en el móvil. El segundo paso será ponerlo a investigar y que nos trace -con la ayuda de sus 28 sensores- el mapeado de toda la casa. En esta primera misión, no aspira ni friega, porque primero debe conocer bien dónde va a realizar su trabajo.

Una vez que se ha familiarizado con sus nuevos dominios, a través de la aplicación en el móvil debemos poner nombre a cada habitación y decidir el nivel de limpieza que queremos que haga en cada una de ellas. Nos ha sorprendido el nivel de configuración tan detallada que permite. Así, podemos elegir entre cuatro niveles de aspiración (de 1.000 a 3.000 pascales de potencia) y tres de fregado (con distinta cantidad de agua) para cada zona de la casa. Por ejemplo, podemos pedirle que en los baños haga una pasada de aspiración a su máxima potencia y luego dos de fregado. Si tenemos mascota, algo que justifica aún más la adquisición de uno de estos robots, igual queremos que la zona en la que más tiempo pase el animal se aspire a fondo, explotando sus 3.000 pascales de potencia de succión.

Gracias a esos 28 sensores que incorpora, también nos ha gustado su capacidad para identificar las alfombras y su distinta manera de comportarse según el trabajo que esté realizando. Así, si está en modo aspiración, no dudará en subirse (acepta hasta dos centímetros de desnivel) y activar el modo más potente de limpieza para extraer de ellas toda la suciedad. Si, en cambio, está en modo mopa y fregado con agua, esquivará las alfombras para evitar males mayores. Esos 28 sensores son también los que evitan que caiga por escalones o se choque con las esquinas y paredes.

En cuanto al sistema de fregado, incorpora una novedad destacada: su capacidad de vibrar. Dicen en las especificaciones técnicas que es capaz de temblar 3.000 veces por minuto, algo ciertamente difícil de comprobar. Sí es cierto que ese efecto simula a cuando aplicamos la fregona sobre el suelo. Con esas vibraciones, la mopa reparte mejor el agua por toda la zona y ejerce presión para eliminar cualquier mancha. En ese modo de fregado, el fabricante recomienda no utilizar más que agua (incluye depósito de 250 mls), aunque lo hemos probado también con un producto especial que teníamos del primer robot de fregado que se lanzó al mercado, el Braava de iRobot, y hemos conseguido un mejor resultado.

Otra cualidad que no podemos pasar por alto es su depósito de vaciado, o de autovaciado mejor dicho. En su base incluye una caja con una bolsa de tres litros de capacidad (nunca habíamos visto una de tal tamaño en un robot aspirador) que nos permite olvidarnos durante mucho tiempo (quizá varios meses) de vaciarla. También podemos configurar cuándo queremos que el robot descargue la suciedad en él, si al final de cada limpieza, si cada tres trabajos... Como la bolsa está sellada, no tendremos contacto con la suciedad. Además, nos ha llamado la atención que ese depósito incluye una luz ultravioleta cuya misión es desinfectar o esterilizar las bacterias que pudieran estar allí hasta que tengamos que cambiar la bolsa.

En cuanto al diseño, lo más importante es cómo se ha ido reduciendo el tamaño en altura (apenas siete centímetros) para poder introducirse por debajo de más muebles al tiempo que mantiene su diámetro para cubrir una superficie mayor y no tener que hacer tantas pasadas. Aunque hemos comentado que todo el control suele hacerse a través de la app, también incluye mando a distancia y aceptar órdenes por comandos de voz con Alexa, Google assistant y Siri.

Otro detalle que nos ha agradado es la posibilidad de guardar hasta cinco mapas distintos, que pueden corresponder a cinco niveles o plantas de la casa. Es una más de las características premium que convierten a este robot en uno de los más completos en este momento en su rango de precio, que correspondería a la gama media pero con especificaciones premium.