Los beneficios de compartir infraestructura

Cellnex quiere dar un paso más en la mutualización de las infraestructuras pasivas y cerrar el círculo gestionando activos adyacentes a las torres para sus clientes, los operadores móviles

Disponer de una buena conexión a Internet es algo básico para el 96% de los españoles. Así lo refleja un reciente estudio que ha llevado a cabo la firma Devolo. Todos los encuestados están de acuerdo en que la electricidad y el agua son indispensables en cualquier hogar, pero si tienen que elegir entre internet o el agua caliente, hay un 22% de usuarios que estarían dispuestos a ducharse con agua fría antes que quedarse colgados. Para mantener esta cobertura omnipresente, las compañías están aprovechando cada vez más sinergias, algo que también se traduce en una mayor sostenibilidad medioambiental. En ese escenario, la mutualización de estas tecnologías a través de un operador neutro, como Cellnex, puede ser la dirección óptima.

“Las Towercos independientes facilitan y abaratan el desarrollo de nuevas redes”. Ésta es una de las conclusiones de un estudio sobre el sector telecos que ha llevado a cabo Ernst & Young. Según consta en este trabajo, entre 2019 y 2029 estas compañías podrían ahorrarse hasta 31.000 millones de euros en los despliegues, lo que les llevaría a ser un 40% más eficiente al ejecutar esas instalaciones a través de un player neutral. En total, la aparición y afirmación de empresas como Cellnex ha permitido a las operadoras tradicionales de telecomunicaciones poder destinar hasta 3.500 millones de euros de inversiones a otros fines.

“Las necesidades de inversión y la presión sobre los márgenes de las telecos siguen estando ahí”, explica Mirko Masi, director de Tecnología de Cellnex. “Hay una oportunidad clara en torno al desarrollo, despliegue, operación y mantenimiento de aquellas infraestructuras y activos adyacentes a las torres que sean mutualizables en base a un modelo de neutral host que favorece la reducción de costes, la mejora de la eficiencia y el impulso de la sostenibilidad”, añade. De esta manera, para ayudar a sus clientes en esos nuevos despliegues de red, Cellnex “está evolucionando su modelo tradicional hacia un modelo de activos compartidos aún más sostenible en el que también se pueden compartir los equipos de radio (llamados equipamientos activos), tradicionalmente gestionados por los operadores móviles, reduciendo costes de despliegue, energéticos y ambientales”, continúa Masi.

La tendencia digamos que no es nueva. En cambio, sí es más reciente esta concienciación sobre la necesidad de compartir y mutualizar infraestructuras. De hecho, si echamos la vista atrás, durante la última década, muchas telecos aprovecharon esa estrategia y pudieron ahorrar costes de operación y mantenimiento cediendo la propiedad de sus infraestructuras pasivas a gestores especializados. Los clientes tenían igualmente garantizado el servicio y estas mismas compañías podían acometer así nuevas inversiones en beneficio de los usuarios.

Cellnex, como operador neutro, ha consolidado así el liderazgo en la gestión de infraestructuras de telecomunicaciones pasivas en Europa con 135.000 sites. Ahora también se ha propuesto optimizar esas instalaciones y su bagaje y cerrar el círculo gestionando activos adyacentes a estas torres para sus clientes, los operadores móviles.

Para ayudar a visibilizar a estas compañías las posibilidades de esa mutualización de las infraestructuras, en la pasada edición del Mobile World Congress de Barcelona, Cellnex mostró a través de una presentación holográfica en tres dimensiones una torre de telecomunicaciones con los distintos elementos compartidos. En ella se podían distinguir perfectamente los equipos activos y las antenas a las que pertenece cada compañía. Todos esos equipamientos son susceptibles de renovarse y actualizarse a medida que esto va siendo necesario, como sucede con la entrada de nuevas tecnologías de redes como el 5G. Desde Cellnex, se muestran convencidos de que el crecimiento constante en el uso de datos, el despliegue de tecnologías existentes y las que están por llegar, en un contexto de innovación vertiginosa, requieren un ingente volumen de inversiones. “La compartición de infraestructuras, garantizada por un operador neutro, independiente, puede ayudar a enfrentar el reto”, concluyen.