¿Dónde estará mi pedido?

La inteligencia artificial y el ‘machine learning’ también tienen mucho que decir en la planificación de las entregas de las grandes cadenas de distribución.

A buen seguro que cuando hace un pedido online y lo recibe en el plazo exacto que el vendedor se ha comprometido se habrá preguntado cómo consiguen planificar tantas entregas de una forma tan pormenorizada. Para hacerlo posible, convergen muy distintas tecnologías, desde la inteligencia artificial -omnipresente hoy día- y el machine learning. Para conocer mejor cómo funcionan estos sistemas tan complejos hemos querido hablar con una compañía que gestiona más de un millón de entregas diarias en 30 países.

DispatchTrack está especializada en lo que se conoce como la gestión de la última milla y, hasta el momento, ha trabajado en Estados Unidos y Latinoamérica para clientes como Coca-Cola, la cadena Walmart o la empresa de pinturas PPG. Ahora salta el charco y llega a España, país que utilizará para conquistar el resto del viejo continente. Preguntamos a Felipe Porter, vicepresidente de ventas de DispatchTrack, cómo funciona exactamente un sistema de este tipo: “Si un cliente nos plantea que tiene que entregar mañana 10.000 productos y que para ello cuenta con 500 vehículos de tales características y con estas variables, con estas restricciones horarias, con distintos volúmenes... Nuestro sistema toma nota de toda esa información y de otros factores y nos ofrece un resultado lo más óptimo posible, lo que obviamente genera eficiencia, ahorro en costos y, además, tiempos de planificación. Evita errores y tener que depender del trabajo manual de varias personas”.

Añade Porter que esa estrategia es rentable para las compañías en una doble dirección. Por un lado, “los algoritmos de planificación permiten ahorrar un promedio de entre el 17% y el 25% de los costes de la distribución”. “Esto lo conseguimos al optimizar las rutas de la manera más eficiente posible, donde logramos que nuestros clientes utilicen menos camiones para sus entregas y que despachen con el 90% de su ocupación. Nos ha tocado ver a muchas empresas cuya flota de transporte repartía solo con el 30% de su capacidad”, reconoce a elEconomista.es. Por otro lado, añade que si se presta un buen servicio de entrega, hay muchas más posibilidades de que ese usuario esté dispuesto a repetir. “Si un cliente del mundo del retail tiene una mala experiencia de compra, para la próxima vez no lo pensará dos veces y comprará en la competencia. Con nuestro sistema, el cliente conoce en todo momento el estado del pedido, y si hay un problema, nosotros lo resolvemos y el cliente no necesitará estar preguntando qué pasó con su entrega. Lo que logramos con nuestra tecnología es que nuestro cliente puede fidelizar a sus propios clientes”.

Le hablamos de uno de los sistemas de referencia de entrega en estos momentos en España, el del gigante de las compras online Amazon. El vicepresidente de ventas de DispatchTrack matiza que “directamente Amazon no es una competencia” y que, de hecho, trabajan con empresas de transporte que le prestan servicios a esta compañía. “El core de Amazon es la logística, el de DispatchTrack es la tecnología, es decir, brindarle a nuestros clientes de cualquier ámbito tecnología de último nivel. Por ejemplo, si un retail español contrata nuestra tecnología, va a poder integrar un sistema de planificación y seguimiento de las rutas que está a la altura, o incluso mejor, a la que tiene Amazon”, saca pecho Porter.

Así, esta compañía se propone que las empresas de retail puedan desarrollar sus propios sistemas de entrega para sus clientes “y tener una relación directa con ellos, sin necesidad de contar con un intermediario”. Hay que reconocer, no obstante, que no todas las compañías tienen a su alcance la posibilidad de asumir esos servicios. “Es así como los apoyamos en la fidelización de clientes y en que asocien esta buena experiencia a la empresa donde compraron y no a un marketplace, potenciando la reputación de cada una de las marcas que confían en nuestra tecnología para llevar su última milla al siguiente nivel”, destaca.

Sobre uno de sus servicios que ofrece DispatchTrack, el de LastMile, la plataforma lleva un registro de lo que está pasando con cada una de las entregas que están haciendo sus repartidores a través de una aplicación móvil. “El conductor solo tiene que bajarse la aplicación y ésta será su herramienta de trabajo. Allí tendrá la ruta óptima en cada caso, la opción de direcciones, qué es lo que va a entregar en cada uno de los puntos, etc. A partir de cada entrega, empezamos a notificar a los clientes sobre horas estimadas de entrega”, resume Felipe Porter. Con esos sistemas, añade que la compañía ha alcanzado un 98% de “efectividad y precisión”. “Por ejemplo, primero indicamos al cliente que vamos a llegar entre las 17:00 y las 18:00 horas a su domicilio. A medida que el repartidor se va acercando, volvemos a notificar con mayor precisión, avisando de que en 15 minutos estaremos haciendo la entrega. Esto hace que el cliente esté preparado y pueda organizar mejor su tiempo. Una vez realizada la entrega, todo el proceso quedará registrado para posteriores consultas”.