Del taller al podio
El videojuego oficial del Mundial de motociclismo nos puede convertir en auténticos expertos en mecánica para trabajar en una escudería.
Días antes de poder probar MotoGP23 echamos unas partiditas al mismo juego del año pasado para recordar y poder comparar con el de esta temporada. Nos sorprendió encontrar que teníamos una actualización pendiente de 23 GB. Ilusos, pensamos que quizá se trataba del nuevo juego, pero no. Cuando finalmente instalamos el MotoGP23, nos llamó la atención aún más que su tamaño no llega a los 20GB. Así que, por curioso que pueda parecer, la actualización del juego de 2022 es superior al título completo de esta temporada...
Los videojuegos oficiales del mundial de motociclismo han ido oscilando desde hace muchos años entre una conducción arcade -muy accesible para todos- para después abandonar ese concepto y convertirse en perfectos simuladores. La edición del año pasado era excesivamente técnica y en este 23 no pierden para nada esa idea de realidad total. Sí han admitido un nivel de dificultad más fácil para que cualquiera pueda sentirse cómodo y evitar la frustración. De hecho, en este modo de entrada hasta frena sola la moto, lo cual es demasiada ayuda... Con esto también se permite que puedan echar una partida online jugadores con distinto nivel de dificultad, como sucede en el golf con el hándicap.
A partir del segundo nivel de dificultad, ya entramos casi de lleno en la simulación y deberemos tener mucho cuidado si no queremos terminar en el suelo en cada curva. No bastará con hacer la trazada perfecta, también será necesario olvidarse de los movimientos bruscos, tampoco podremos apurar la frenada, ni tumbarnos demasiado según a qué velocidad vayamos... Tras unas vueltas algo frustrantes, aprenderemos a controlar la moto y, sobre todo y quizá más importante, el peso del piloto sobre ella. Esto último se vuelve muy interesante y divertido. Así que ya advertimos que es necesario ser algo paciente en los primeros tanteos con el juego y con esa curva de dificultad. Los desarrolladores dicen haber creado esos cuatro diferentes niveles de conducción atendiendo a redes neuronales, pero en la práctica todo se reduce a templar los nervios, e ir poco a poco.
Nos ha llamado la atención que debemos elegir uno de esos cuatro niveles que vienen ya establecidos con distintas ayudas a la conducción, pero luego no podemos personalizarlas. En cambio, se nos ofrece la posibilidad de configurar a nuestro gusto absolutamente todo del piloto y la moto con los que queremos partir de la Moto3, pasar por la Moto 2 y triunfar en la categoría reina. Podemos alterar todos los reglajes mecánicos que nos podamos imaginar. Si nos gusta mancharnos de grasa, aquí disfrutaremos de lo lindo. Solo como ejemplo, de la horquilla delantera podemos modificar la precarga, la cantidad de aceite, la dureza del muelle, la compresión y la extensión. Y sí, hemos probado distintos ajustes e, hilando tan fino, todo ello tiene su reflejo cuando salimos al circuito. En esos menús recibimos todo tipo de explicaciones para acabar siendo mecánico de un equipo oficial. Leemos por ejemplo que “con una relación de transmisión mayor, el motor responde mucho más rápido cuando se acelera o se desacelera, por lo que la motocicleta responde mucho mejor, aunque se debe tener más cuidado al distribuir la potencia”.
En esta edición de 2023, también se han introducido como novedad unas condiciones climatológicas más realistas y cambiantes. Y eso nos obliga a ser más cuidadosos con la configuración del vehículo, sobre todo en la elección de los neumáticos, entre blandos, duros e intermedios. Durante la carrera, veremos un gráfico que nos muestra el deterioro y la temperatura de la zona central, derecha e izquierda de cada rueda según la agresividad con la que estemos tomando las curvas. Lo notaremos sobre todo en el agarre al asfalto, que irá disminuyendo a medida que avanza la prueba.
Otra de las cosas que debemos tener en cuenta antes de lanzarnos a tomar curvas y más curvas es el estilo de conducción que queremos que caracterice a nuestro piloto: si sacará la pierna para las frenadas pronunciadas, si al tumbarse colocará el codo más pegado al cuerpo o casi rozando el asfalto...
El juego es rico en detalles y en modos, desde los rápidos -contrarreloj, gran premio o campeonato- a las opciones de trayectoria para empezar de cero, desde lo más bajo e ir pasando por las tres categorías, hasta las sesiones de entrenamiento y todas las opciones de juego online. En este último caso, se ha incluido una especie de red social en la que poder retar a los oponentes...
MotoGP23, al ser el título oficial, incluye todos los circuitos del mundial perfectamente calcados de la realidad, con todo tipo de detalles. Incluso se nos va indicando el nombre de la curva -cuando lo tiene- por la que vamos pasando. También están todos los pilotos y todos los equipos que están viajando por el mundo para ofrecer este espectáculo. Técnicamente, el juego nos parece perfecto, si bien echamos en falta esa posibilidad de activar las ayudas a nuestro antojo para irlas desbloqueando poco a poco a medida que vamos ganando confianza.