Ni Mark ni Elon, el futuro de las redes sociales lo tiene Stani Kulechov

La inflación desatada por la Guerra de Ucrania ha lastrado las cotizaciones en bolsa de empresas ligadas al consumo, como las redes sociales, convertidas en el mayor soporte publicitario de la última década a ambos lados del Atlántico. Tal ha sido la debacle que los inversores han empezado a poner en tela de juicio la capacidad de Mark Zuckerberg o -recientemente- Elon Musk de saber dirigir a Facebook y Twitter, respectivamente, a buen puerto en medio de la tormenta económica.

Y es que en un mundo donde lo único permanente es el cambio parece claro que la próxima meta del éxito digital lleva el nombre de metaverso, o más bien de la Web3 - ese espacio más extenso que abarca metaverso, blockchain y mundo crypto-. Pero, aquí, nadie acierta con el camino a seguir. No está claro que los líderes que han conducido Internet hacia su estadio actual sean los que vayan a llevar a la red de redes hacia su nueva forma.

Parece más bien que el futuro de internet será esencialmente descentralizado. Es decir, que no sean las plataformas las que moneticen las audiencias y los contenidos generados por los usuarios si no que sea cada usuario el que capture el valor generado directamente del resto de usuarios y anunciantes. Esto abre sin duda un futuro de nubarrones para los “viejos” players de redes sociales -¡Mark estás mayor!- y una perspectiva luminosa para fundadores como Stani Kulechov, una de las mayores autoridades del ecosistema crypto y creador del Protocolo Lens. Kulechov -anoten este nombre- vaticina que el “control absoluto” que ejercen sobre las masas de forma subrepticia las grandes plataformas de redes sociales, la falta de privacidad, la monetización indiscriminada de datos y otros puntos negativos, junto con la computación en bloques, abren el camino a una nueva era dorada de descentralización que empoderará al usuario. Un panorama disruptivo donde las profesiones y las industrias cambiarán de manera radical gracias a la tecnología. Y a juzgar por las colas de gente que acumula para acceder a una invitación a la versión beta de su nuevo protocolo, parece que Kulechov ha dado con la tecla.

Son ya miles los desarrolladores que se han enganchado a Lens para desarrollar aplicaciones y todo hace pensar que serán miles más los que lo hagan en 2023. Parece que el futuro va de descentralización -esto de Internet siempre ha tenido un fondo de acracia-, y aquí, ni la envidiable inteligencia de Mark y Elon es más potente que el gigante ordenador que forman todos los ingenios de los usuarios unidos.