El mecenazgo tecnológico se hace mayor

Las empresas que se benefician de los incentivos fiscales a la I+D+i han multiplicado por dos su inversión en innovación. Así lo refleja un nuevo informe que detalla el impacto de estas ayudas.

Fue en 2014 cuando la reforma en la Ley del Impuesto de Sociedades introdujo nuevas deducciones a las empresas por llevar a cabo inversiones en I+D+i. En su artículo 35 del capítulo IV, especificaba este tipo de bonificaciones y créditos fiscales, así como los requisitos para beneficiarse de ellos, que no son pocos. Aun así, y transcurridos nueve años de la entrada en funcionamiento de este mecanismo, conocido como mecenazgo tecnológico, podemos empezar a valorar sus resultados.

El primer informe publicado sobre el impacto de la reforma fiscal concluye que las empresas que se acogieron a esta fórmula doblaron su inversión en innovación, que aumentaron en un 108%. También estas compañías han visto crecer en un 52% el empleo dedicado a I+D+i. Así lo recoge ahora Kaudal, firma que asesora en la financiación del ecosistema de la innovación en España, en un informe llevado a cabo por ABAY Analistas. En este trabajo leemos que el 87% de las empresas considera que el mecenazgo tecnológico les ha permitido alcanzar resultados que no podrían haber logrado sin recurrir a esta vía de financiación privada.

“Para hablar del mecenazgo tecnológico debemos tener en cuenta que actualmente casi un 6% de las empresas en nuestro país cierra sus puertas por problemas de financiación”, nos explica Rosa Planelles, directora de proyectos de I+D+i de Kaudal. “Además, la inversión privada en las empresas innovadoras en España está muy lejos de los países líderes en tecnología. Por ello, instrumentos de fomento de la I+D desde el sector privado, como el mecenazgo tecnológico, son muy necesarios para impulsar esta actividad investigadora”, añade.

Reconoce esta experta que el mecenazgo tecnológico, en los últimos años, ha asistido a una etapa de crecimiento, con más empresas innovadoras utilizándolo y valorándolo como “una vía de financiación ágil y muy efectiva”, que favorece la atracción de nueva inversión privada, y contribuye a paliar las dificultades de ejecución de proyectos de investigación, especialmente en las fases todavía más alejadas del mercado. “Las empresas encuentran incertidumbre y un abanico no muy amplio de instrumentos para financiar su I+D”, afirma.

Admite que debería de realizarse un trabajo mayor para conocer el impacto real que están teniendo estos incentivos fiscales en nuestro tejido empresarial. En el caso de Kaudal, solo desde 2017 han impulsado más de 250 proyectos y movilizado más de 315 millones de euros a través del Mecenazgo Tecnológico, lo cual es un buen termómetro del peso que va ganando esta fórmula.

Preguntamos a Planelles por cuál es el perfil de empresa que suele beneficiarse del mecenazgo tecnológico y responde que es muy heterogéneo, desde pymes a grandes empresas, centros tecnológicos, fundaciones privadas, startups, etc. “En lo que respecta a la tipología de proyectos, tenemos un 35% que pertenece al ámbito de las tecnologías de la salud, un 17% a la inteligencia artificial, un 12% al sector agroalimentario, un 12% a materiales avanzados, un 6% a tecnologías energéticas y un 4% al sector del transporte y movilidad. Como se ve, sectores punteros en innovación”, aclara. Entre todos esos proyectos, menciona uno que desarrolla nuevos fármacos para disminuir o detener la progresión de enfermedades neurodegenerativas, otro que investiga interfaces humano-máquina no invasivas para aplicaciones médicas y un tercero que estudia cómo mejorar la eficiencia de los paneles solares.

“En España tenemos mucho talento investigador y empresas y entidades de I+D muy capaces que pueden ser punteras en estas áreas de actividad. Creemos que, de alguna manera, es responsabilidad de todos crear y mantener el entorno y los instrumentos que les permitan sacar adelante su investigación para poder transferirla a la sociedad. Nosotros somos un agente más de este ecosistema tan rico que tenemos en España en el que aportamos nuestra experiencia y conocimiento del sector tecnológico junto con la capacidad de atraer nueva inversión privada a dicho ecosistema”, explica la directora de proyectos de I+D+i de Kaudal.

Valora Rosa Planelles que el mecenazgo tecnológico “está demostrando ser un instrumento eficaz”. “Las propias empresas que lo han usado nos han confirmado que les ha permitido alcanzar resultados que no podrían haber logrado sin recurrir a esta vía de financiación privada”, añade. Le preguntamos por la evolución que puede tener esta fórmula de estímulo de la I+D+i: “Creemos que, desde la Administración, avanzar en el fortalecimiento del instrumento sería muy interesante, y, por otra parte, incrementar la colaboración entre todos los actores del ecosistema para trabajar en un entorno más colaborativo e interconectado, para poder identificar más proyectos y atraer más inversión privada”.