El libro para escribir

Probamos el Kindle Scribe, el nuevo lector de libros electrónico de Amazon, que crece hasta las 10,2 pulgadas y en el que podemos tomar notas y trabajar en documentos.

De pequeños, cuando se nos ocurría la feliz idea de escribir sobre un libro, había cierto riesgo de ganarnos una regañina. La tecnología también se ha propuesto acabar con eso... Amazon comercializó en España a finales de noviembre su nuevo libro electrónico Kindle Scribe (desde 399,99 euros), en el que podemos hacer todo tipo de garabatos, trazos, anotaciones, apuntes, etc. El gigante de las compras online sigue los pasos de Rakuten Kobo, que lanzó hace un año su modelo Elipsa con esta misma funcionalidad. Hemos tenido la oportunidad de probar el Kindle Scribe unos días y vamos a reflejar aquí nuestras primeras impresiones.

El dispositivo combina las capacidades de un Kindle tradicional, que crece de tamaño hasta las 10,2 pulgadas, con una tableta por esa posibilidad de usar un lápiz inteligente con el que poder interactuar. Admite tomar notas sobre los millones de libros disponibles para Kindle, pero no sobre los cómics, mangas y periódicos. Sí nos permite tener ordenadas todas nuestras observaciones sobre todas esas obras. Sin embargo, el uso principal al que está destinado este dispositivo es el de bloc de notas y poder modificar y crear cualquier tipo de documentos en los que estemos trabajando. A partir de una serie de 18 plantillas -incluida una de pentagramas para composiciones musicales- podemos después exportarlos, compartirlos, volverlos a descargar para seguir trabajando. Esto último lo haremos a través del correo electrónico o desde una app específica.

La pantalla de tinta electrónica a la que nos tienen acostumbrados los lectores Kindle, en este caso de 300 píxeles por pulgada (ppp) admite múltiples ajustes en brillo y calidez, lo que nos permite trabajar completamente a oscuras y eliminando esa dañina luz azul de las pantallas de los smartphones, tabletas y ordenadores. Podemos activar el brillo de forma automática según la luz de cada momento -como hacen los móviles-, ajustarlo de forma manual o programarlo según la hora a la que lo vayamos a encender.

El trazo del lápiz inteligente -que por cierto no lleva batería, por lo que no necesita ser recargado- es muy natural y fluido. Podemos tenerlo configurado en modo subrayador, pluma, nota o borrador como actividad principal. En un sencillo menú lateral podemos cambiar sobre la marcha según lo que necesitemos, así como cambiar el grosor del trazo o el subrayado hasta en cinco niveles. Todo ello, en la escala de grises que admite la pantalla de tinta electrónica. También podemos deshacer y recuperar, en este último caso con memoria de los tres últimos movimientos que hayamos hecho.

Lo cierto es que esa fluidez y naturalidad en la respuesta a los trazos nos hace olvidarnos que estemos ante una pantalla. A la hora de usar la goma de borrar, incluye un efecto que nos ha resultado curioso. Como sucede en las libretas de toda la vida, aunque solo tengamos que posar el lápiz una vez sobre aquello que queremos eliminar, sí que vemos cómo la tinta va desapareciendo poco a poco.

En el apartado de ajustes y configuración, encontramos entre otras funcionalidades las de intercambiar el fondo negro y la tinta blanca, entre otros ajustes de accesibilidad. Como por ejemplo también el modo VoiceView, para darnos descripciones de audio de la configuración.

El Kindle Scribe está disponible en tres modelos de 16 GB (399,99 euros), 32 GB (419,99 euros) y 64 Gb (449,99 euros). Existen dos modelos de lápices inteligentes, uno básico y otro premium que incluye borrador en la parte superior (como el lápiz clásico) y un botón con el que cambiar de modo de forma rápida. Este se adhiere al Kindle Scribe con un sistema magnético, lo que nos evitará perderlo.

Por esa variedad de plantillas y por las posibilidades del lápiz que viene incluido, estamos ante un dispositivo muy versátil que gustará sobre todo a quienes quieren olvidarse de los papeles y suelen trabajar en diferentes documentos a la vez. La compatibilidad con los diferentes formatos (PDF, TXT, PNG, GIF, EPUB...) está garantizada para favorecer esos intercambios y el tan en auge trabajo colaborativo.