‘Online’, en vivo y en directo. Presente y futuro del sector de los eventos y el entretenimiento
La industria del espectáculo y los eventos en directo están viviendo una nueva realidad. Asistimos a un cambio tecnológico de los que solo se dan una vez por cada generación y es necesario que las empresas encargadas de la venta de entradas se adapten a los nuevos perfiles de clientes, sus hábitos y sus expectativas. 2023 está siendo un año clave para nuestro sector. Debemos asegurarnos de que el futuro no nos coge fuera de juego y que sacamos el máximo partido a lo que las nuevas tecnologías pueden ofrecernos. Me gustaría mostrar algunas tendencias que marcarán el sector de la venta de entradas.
Es normal que aún haya términos que, aunque nos suenen, no entendamos muy bien qué son o cómo han venido a cambiar no sólo nuestras vidas, sino también la forma en que trabajamos en nuestro sector. Metaverso, NFT, activos digitales, Web 3.0... Uno de los temas más comentados es cómo va a influir la Web 3.0 en nuestra industria, pero aún son pocos los que están tomando medidas al respecto. Los que no quieran quedarse atrás, deben dejar a un lado las teorías respecto al potencial del blockchain, de los NFT o del metaverso, y ponerse manos a la obra. Y con el objetivo de desarrollar una estrategia para construir un ecosistema de activos digitales, deberán rodearse de los mejores profesionales.
Nosotros somos conscientes de la oportunidad que supone la Web 3.0 y de que nuestros clientes necesitan ayuda para desenvolverse en ella. El metaverso no va a ocupar el lugar de los espectáculos en directo, pero depende de la industria del entretenimiento estar o no a la altura de los retos que los avances tecnológicos nos ponen delante. Debemos acelerar la estrategia porque el nuevo perfil de público da por hecho que las empresas de venta de entradas tienen que ser capaces de moverse con soltura en un escenario híbrido entre, por ejemplo, el metaverso y los espectáculos en directo.
Los fans están cambiando. Ya no sólo son consumidores de contenido, también lo generan. Son los llamados prosumidores, que además de utilizar diferentes metaversos y formar parte de ellos, también crean sus propios activos digitales, sus propias experiencias y sus propios servicios para que los puedan disfrutar otros usuarios. Por eso, las empresas que nos dedicamos a gestionar su presencia en los espectáculos debemos no sólo ofrecer el mejor servicio a la hora de gestionar la venta de entradas, sino además ser capaces de proporcionar las herramientas que permitan a los clientes tener un control y conocimiento de su público, saber interactuar con él y así poder ofrecerles nuevas experiencias Lo ideal sería que viéramos a los prosumidores y a las nuevas tecnologías como oportunidades para enriquecer la experiencia de los espectáculos en directo. Si les permitimos participar desde cualquier lugar y momento a través de las plataformas digitales, acudir en persona a los espectáculos en directo será algo más especial y a lo que se le dará más valor. El “yo estuve ahí” se convertirá, cada vez más, en un incentivo.
Los hinchas del fútbol o los seguidores de cualquier artista leen, se conectan, pertenecen a grupos online en los que reciben y comparten información sobre aquello que les une. Me resulta improbable, casi imposible, imaginar que pueda existir hoy en día alguien que no siga a un grupo musical, un equipo, la programación de un teatro, etc. a través de su web o redes sociales.
Sin embargo, dado que ha habido que renunciar a las cookies de terceros y que se han endurecido las regulaciones sobre privacidad, los organizadores de espectáculos en directo están buscando la manera de recopilar aquellos datos que los usuarios ofrecen de forma voluntaria (“zero-party data”). Hablamos de información que los clientes comparten motu proprio con las organizaciones; un recurso importantísimo para cualquiera que se dedique a vender entradas. El público y las comunidades de fans son la piedra filosofal de los espectáculos en directo, así que conectar con ellos desde el principio es fundamental. Si se quiere tener éxito, hay que transmitirles que se les valora y, de alguna manera, hay que premiar su fidelidad. Aquellas organizaciones con visión de futuro se preocupan cada vez más por crear y «cultivar» sus propias comunidades: plataformas con canales abiertos para que la gente pueda conversar, oportunidades para los fans que sean creadores de contenido y un espacio en el que los vendedores de entradas puedan conocer con detalle los gustos y hábitos de sus fans más leales.
Las plataformas que ofrecen la posibilidad de suscribirse de manera gratuita son una herramienta excelente a la hora de desarrollar una comunidad. Gracias a ellos, muchas empresas del sector se pueden beneficiar de programas de fidelidad, premios, etc. Además de brindar a sus miembros acceso a contenidos, ofertas y competiciones exclusivas relacionadas con un espectáculo o competición en concreto, es también un canal para solicitar entradas de cara a futuros eventos.
Al vincular la comunidad con la venta de entradas, los clientes lo tienen mucho más fácil en todos los sentidos, y la organización ve aumentar el retorno de la inversión que ha hecho en dicha comunidad. Por eso, sería lógico ver en los próximos meses cómo crece el número de organizaciones que invierten en programas de membresía.
Los organizadores de eventos tendrán que habilitar herramientas para garantizar una experiencia de cliente lo más fluida posible. Después de la pandemia, hemos podido comprobar que aquellas empresas que estaban más cerca de sus clientes salieron reforzadas. Y con la crisis económica actual va a pasar igual. Es necesario tener una visión centralizada de los clientes para que las empresas orientemos mejor nuestra oferta, que además nos ayudará a lograr una mayor fidelización y a atraer a nuevas audiencias.
Por eso, los datos “enriquecidos” seguirán siendo uno de los recursos más importantes para ayudar a nuestros clientes a sobreponerse a estos tiempos tan duros y que podamos llevar las experiencias del público a otro nivel.