Compromiso empresarial para la recuperación de zonas incendiadas

Orange se asocia con Grupo Sylvestris para repoblar bosques y luchar contra el cambio climático

La llegada de las altas temperaturas coincide con el incremento de los incendios en los bosques españoles. Una veces de forma accidental y otras premeditadas, la masa forestal española sufre todos los años el azote del fuego. De hecho, España se enfrenta, año tras año, al fuego que arrasa buena su superficie forestal. El pasado 2022 fue el peor año de la serie estadística contabilizándose cerca de 270.000 hectáreas arrasadas en 57 grandes incendios forestales. Por poner en contexto esta cifra, la media de superficie incendiada desde 2012 ha sido de más de 94.000 hectáreas, registrándose 21 incendios de media en esa década. Por desgracia, 2023 no ha empezado bien con casi 5.400 hectáreas afectadas por incendios hasta marzo. Ante esta situación, es clave la prevención y la extinción del fuego pero, una vez que este ha mostrado su cara más devastadora, hay que ponerse manos a la obra para la repoblación de la masa forestal perdida. En este empeño resulta esencial la colaboración público-privada.

Ante esa trágica realidad, un puñado de grandes empresas españolas se posicionan para recuperar cuanto antes los espacios destruidos. Entre ellas se encuentra Orange España, compañía de telecomunicaciones que ha completado la certificación Calculo, reduzco y compenso, promovida por el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico mediante la Oficina Española del Cambio Climático. Dicha acreditación reconoce a la teleco el esfuerzo realizado en el ejercicio de reducción de emisiones. Para recibir dicha certificación, Orange acreditó la verificación de su huella de carbono realizada por AENOR, la reducción de esta gracias a las acciones de minimización de emisiones dentro de la compañía y una compensación de en torno al 5% de la huella de carbono generada reforestando 13,69 hectáreas durante 2020 en el Monte La Umbría en Ejulve (Teruel), que fue arrasado por un incendio forestal en el verano de 2009. Esta es una zona denominada por la UE como escasamente poblada en la que se plantaron especies autóctonas frugales y resilientes al cambio climático favoreciendo la conservación de la biodiversidad. Desde entonces, Orange lleva plantados más de 32.600 árboles en esta zona, que llegarán a absorber 9.750 Tn las emisiones de CO2.

En esta labor, Orange cuenta con la ayuda del Grupo Sylvestris, especializado en restaurar zonas incendiadas, como es el caso, con técnicas económicas, de bajo impacto ambiental y alta repercusión social, ya que se contrata a trabajadores locales, en algunos casos en situación de vulnerabilidad. Iniciativas como esta, que sitúan la sostenibilidad en el centro del compromiso y la responsabilidad social de las empresas, resultan de extraordinaria ayuda en la lucha contra el cambio climático, un enemigo contra el que todos -administraciones, organizaciones, compañías y ciudadanos- debemos unir fuerzas.

Las empresas que apuestan por la reforestación, asesoradas por especialistas, contribuyen a regenerar la superficie verde de España de forma eficiente para el medioambiente al mismo tiempo que compensan su huella de carbono. El Registro de Absorciones de CO2 del Ministerio de Transición Ecológica da cuenta de estas iniciativas empresariales cuyo número no ha dejado de crecer en los últimos años. Creado en 2014, este registro recoge los esfuerzos de las organizaciones españolas en el cálculo y reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero que genera su actividad. En la actualidad, cuenta con más de 420 proyectos de reducción de CO2 inscritos.

A su vez, les facilita la posibilidad de compensar toda o parte de su huella de carbono, mediante una serie de proyectos forestales ubicados en territorio nacional. Estos proyectos, integran numerosos beneficios ambientales y sociales, entre los que se encuentra la absorción de dióxido de carbono de la atmósfera, también conocida como secuestro de carbono.

Lejos de reducirse los riesgos, los efectos de los incendios aumentan cada año. Según el último informe del IPCC, España será mucho más cálida, seca y, por tanto, pobre en 2050. Nuestro país está especialmente expuesto y, hoy, el 75 por ciento de nuestro territorio se encuentra en grave peligro de sufrir un proceso de desertificación. Este proceso de calentamiento parece, además, que se está acelerando. Así, el año pasado fue el más caluroso en nuestro país desde, al menos, 1961, fecha que se utiliza en AEMET como inicio de registros fiables con una red de cobertura amplia y uniforme sobre todo el territorio nacional. Sin embargo, aunque es difícil, hay muchas acciones que se pueden realizar para revertir la situación. Por ejemplo, el documento es tajante a la hora de señalar que, sólo reduciendo a la mitad las emisiones para 2030, se podrá limitar el aumento global de las temperaturas por debajo de los 1,5 grados de media, el “umbral de seguridad” para todos los seres vivos que habitamos el planeta.

Ventajas de la repoblación

Los bosques protegen el suelo, revitalizan la biodiversidad, generan trabajo y arraigo, alimentan los sistemas hídricos y absorben el 24% de las emisiones totales en el país, según la Sociedad Española de Ciencias Forestales. Sin embargo, teniendo en cuenta el riesgo de desertificación de España y que esta amenaza encuentra alimento, entre otros factores, en la mala gestión de los bosques, es importante combinar criterio y voluntad a la hora de repoblar masas forestales pérdidas en los incendios.