No oigo casi nada

Con los auriculares WH-1000XM5 y su sistema de cancelación de ruido inteligente, viajar en avión o trabajar en entornos ruidosos termina siendo algo hasta placentero

Cuando hace dos años tuvimos la oportunidad de probar los auriculares de Sony WH-1000XM4 y nos pedía su aplicación del móvil para configurarlos que tomáramos una fotografía de nuestra oreja reconocemos que al principio nos pareció un poco ridículo. A juzgar por el sistema de cancelación de ruido conseguido con aquel dispositivo y por la comodidad que ofrecen por ejemplo cuando nos montamos en un avión o en un tren, entendimos el porqué de aquel requisito y la capacidad de personalización a cada usuario.

Ahora, Sony ha lanzado los sucesores de aquel dispositivo, los auriculares WH-1000XM5. Estos mejoran el sistema por el que son ampliamente reconocidos, el de cancelación de ruido, incorporando ocho micrófonos, cuatro en cada aureola. Estos micrófonos imperceptibles se encargan de neutralizar -y de qué forma- los sonidos que captan. A través de un software de elaboración propia, la marca japonesa detecta esas frecuencias y las contrarresta con las contrarias. El resultado es sorprendente cuando estamos en un entorno especialmente ruidoso y queremos descansar o concentrarnos en el trabajo. Basta colocárnoslos, sin activar necesariamente música, y se hace el silencio. Todo eso tiene un precio: en este caso 450 euros.

Digamos que, en este caso, aparte de esa mejora en el sistema de cancelación de ruido, los auriculares se vuelven más inteligentes y son capaces de detectar cuándo nos encontramos en una situación o en otra y podemos configurarlos para tener un nivel de ruido según lo que estemos haciendo. Así, a través de la misma aplicación en la que nos tenemos que hacer una imagen del pabellón auditivo, podemos configurar todos los parámetros y regular el sonido ambiente (en 20 posiciones posibles) que queremos oír según estemos sentados, andando, corriendo o en un transporte. A partir de ahí, los auriculares detectarán nuestra actividad y nos activarán el nivel de ruido que estamos dispuestos a aceptar. No obstante, como hacíamos en los XM4, si estamos por ejemplo en un avión y alguien nos dice algo o queremos escuchar al comandante, bastará con que coloquemos la mano en la aureola derecha para que se desactive temporalmente el sistema de cancelación de ruido.

Ambos paneles mantienen su diseño de superficie plana porque son táctiles y ahí podremos subir o bajar el volumen, pausar o reproducir, pasar a la siguiente canción, etc. Para todo lo demás, para realizar los ajustes en el ecualizador según las distintas frecuencias y nuestra sensibilidad o gusto, tendremos que abrir la aplicación en el móvil.

Otra novedad con respecto al anterior modelo es la reducción de los driver de los 40mm a los 30mm, algo que no hemos notado demasiado en la calidad del sonido cuando reproducimos música. En cuanto al diseño, la principal novedad es que en estos XM5 la diadema no es plegable, como sí sucedía en los XM4. Esto impide recogerlos mejor en el estuche de viaje incluido, por lo que resulta algo más voluminoso. Como aspecto positivo, hemos notado que el peso de los auriculares se ha reducido para hacer más cómodo su uso en sesiones prolongadas. Realmente, no notamos que los llevemos puestos gracias a su fabricación en elementos ligeros, sobre todo plástico, y al cuero que aporta comodidad en la superficie de contacto con las orejas.

Si queremos disfrutar del mejor sistema de cancelación de ruido y de todas esas funcionalidades añadidas, su precio, como decíamos son 450 euros. Eso sí, hay que tener en cuenta que, con la llegada al mercado de los XM5, los XM4 se van a mantener un tiempo aún a la venta y que su precio se ha reducido considerablemente a los 250 euros con respecto a los 380 que venían costando. Así que tampoco es mal momento para hacerse con el modelo anterior, que también mantiene un sistema de cancelación de ruido óptimo.