Humanidades digitales, una asignatura pendiente

Con el inicio de curso académico, nos fijamos en todo lo que pueden aportar las disciplinas más humanísticas al proceso de digitalización. También faltan profesionales formados en estas materias.

Cuando hablamos de digitalización, una de las imágenes que se nos vienen a la mente es la de un ingeniero informático rodeado de máquinas, quizá la de un matemático diseñando un nuevo algoritmo, la de una fábrica llena de robots... ¿Dónde quedan las Humanidades? ¿Qué papel juegan esas otras disciplinas en esta era marcada por la automatización, la inteligencia artificial o el big data?

“Hay una gran carencia de formación en estas disciplinas por el retraso en la adaptación de las Humanidades a la realidad digital”, nos explica Juan Luis Suárez, catedrático en la Universidad de Western Ontario y director del CulturePlex Lab en este campus. “Las mayores lagunas aparecen en el emprendimiento digital, en el campo de la inteligencia artificial -que cruza casi todos los sectores de la economía y la sociedad- en el funcionariado estatal en todos sus niveles, en la gestión cultural y en la educación, también en todos sus niveles”. Añade este experto que las grandes empresas de banca, telecomunicaciones e ingeniería han expresado también la necesidad de incorporar estos perfiles en sus plantillas “debido a la flexibilidad de sus habilidades”. Los profesionales de las Humanidades han demostrado su capacidad para ofrecer soluciones sistémicas a sus problemas y la perspectiva basada en el ser humano que aportan a sus equipos, ya sea desde el diseño de tecnología hasta la ética de las máquinas y los procesos de recursos humanos.

Ahora, la Fundación Ramón Areces acaba de lanzar una nueva convocatoria de becas para que estudiantes españoles se formen durante los próximos tres años en Humanidades Digitales en la Universidad de Western. Raimundo Pérez-Hernández, director de esta institución, explica que “las Humanidades no podían quedar al margen de la profunda transformación digital que está viviendo la sociedad y la economía a todos los niveles”. Los beneficiarios de estas becas recibirán 1.800 euros netos al mes, así como otros gastos. El plazo de presentación de solicitudes estará abierto hasta el 17 de octubre (consultar bases y detalles de la convocatoria en www.fundacionareces.es). También Fujitsu ha alcanzado un acuerdo con la Universidad de Granada para crear una Cátedra en Humanismo Digital para colaborar y trabajar conjuntamente en el “desarrollo e investigación de tecnologías de Inteligencia Artificial aplicadas a la mejora de los servicios públicos y que sean de utilidad para el ciudadano”.

Pero, ¿qué entendemos exactamente por Humanidades Digitales? “Son las nuevas disciplinas humanísticas de la era digital. De las Humanidades tradicionales conservan los objetivos de descifrar el enigma de la condición humana y preservar la dignidad del ser humano como el fundamento social y político de nuestra vida en común. De la época digital adaptan y crean herramientas y métodos computacionales capaces de contribuir al entendimiento de la condición humana hoy”, define el profesor de la Western University. Según explica a elEconomista.es, las Humanidades Digitales están en un proceso de germinación acelerado impulsado por dos causas: “la investigación intensiva y multidisciplinar, y la formación basada en habilidades creativas, tecnológicas y de pensamiento sistémico”.

Pedimos a Juan Luis Suárez que nos ponga algunos ejemplos de trabajos que se estén desarrollando en este campo y nos menciona el proyecto The Programming Historian, de los profesores Bill Turkell y Alan MacEachern. Éste se ha convertido en una organización internacional en varios idiomas (inglés, español, francés y portugués) voluntaria y gratuita de producción de lecciones de programación dirigidas a humanistas. Estas lecciones son supervisadas por uno de los editores de la organización, son open source y responden directamente a las necesidades y evolución de la comunidad internacional de humanistas digitales.

El director del CulturePlex Lab en la Western University nos explica que “la era digital conlleva un proceso de aceleración continua que obliga al ser humano a colaborar en equipos formados por seres humanos y también por sistemas inteligentes que son cada vez más complejos para poder anticipar y resolver desafíos”. Entre esos retos, menciona temas tan controvertidos como “la privacidad del cerebro y los neuroderechos; la dignidad del ser humano en sistemas sociales, políticos y económicos dominados por plataformas digitales; los desequilibrios creados por la omnipresencia de la inteligencia artificial; las actualización de la educación a la vista de la automatización de la economía; la reorganización geopolítica del mundo; y el cambio climático, que también requiere de una transformación digital de nuestros sistemas”.

Precisamente a supervisar los sistemas de inteligencia artificial se dirige otro proyecto de Humanidades Digitales. Éste se plantea dónde intervenir de la manera más efectiva posible a lo largo de toda la cadena de producción de creación y uso del software de inteligencia artificial. De esa forma se pretenden mitigar los efectos de sesgo y falta de equidad que estos sistemas tienden a producir e introducen el concepto de ‘IA basada en principios’ para que no ofrezca dudas al usuario.