Aprobado raspado en automatización

Casi 500 compañías de todos los sectores de 35 países puntúan con un 5,04 sobre 10 su nivel de automatización. Reconocen que aún las queda mucho por hacer.

Si preguntamos a casi 500 empresas de 35 países diferentes -entre ellos España- sobre qué nota le pondrían a su propio proceso de automatización, éstas responderían de media un 5,04 sobre 10. Es lo que ha hecho la consultora Deloitte en su informe Automation with intelligence. Así que esas compañías industriales y de otros sectores se dan un aprobado muy justito. También puede interpretarse que la botella está medio llena y que solo queda la mitad del camino por recorrer...

Según leemos en las páginas de este estudio internacional, el 85% de las 479 organizaciones encuestadas reconoce estar repensando en estos momentos sus procesos internos. Si no lo está haciendo ya, tiene planeado implementarlo en los próximos tres años y, además, no centrado en un área o proceso concreto de su actividad, sino lo que se denomina end-to-end, lo que abarca toda la cadena de valor.

Reconocen que son varias las ventajas que le animan a dar un impulso a la automatización: desde el incremento de la productividad a la reducción de costes, pasando por la eliminación de errores y el hecho de alcanzar una mayor precisión y una mejora de la experiencia del cliente.

Esos cambios también están conllevando una redefinición de los papeles y funciones de uno de cada tres trabajadores en esas compañías. “Tener en cuenta el talento con el que cuenta la empresa ante un proceso de este tipo es fundamental”, explica Luis González Gugel, responsable de Procesos Inteligentes en Deloitte. “Nuestro informe muestra cómo, de media, el 34% de los profesionales ha experimentado cambios en sus roles y formas de trabajar. En general, la plantilla sigue siendo el stakeholder más reacio a los procesos de automatización inteligente de las organizaciones, sobre todo por el temor a una pérdida de empleos. Pero, en la mayoría de casos, la realidad demuestra que se reorienta el tiempo de los trabajadores hacia tareas de mayor valor añadido. De hecho, según el estudio, únicamente el 11% de los trabajadores se muestra en contra”.

Toda la cadena de valor

El estudio muestra un importante viraje en el enfoque de las estrategias de implantación de las tecnologías de automatización inteligente en las empresas, fruto también del mayor grado de madurez empresarial en este ámbito y a una creciente aplicación a mayor escala. Cada vez más los proyectos se plantean teniendo en cuenta todo un proceso de principio a fin, analizando toda su cadena de valor. Decrece el número de proyectos centrados solamente en la automatización de una tarea concreta.

“En España, el desarrollo de estas tecnologías (que ya no incluyen solo Robotic Process Automation) y la comprensión y el consenso creciente de su poder catalizador entre los directivos, es exponencial”, añade González Gugel. “Su verdadero valor está en su poder transformador si su implementación se aborda desde una visión estratégica de negocio, es decir, teniendo en cuenta el triángulo: personas, procesos y tecnología al alcance”.

Principales obstáculos

Los autores del informe de Deloitte indican que “pese a que cada vez hay soluciones más diversas y accesibles para la automatización, las organizaciones siguen teniendo algunas barreras para implementar y escalar estos cambios”. Entre ellas destacan la fragmentación de sus procesos, seguido de una ausencia de visión clara sobre la automatización inteligente y de una estrategia de automatización aplicable a toda la empresa, la falta de preparación y conocimiento tecnológico y la resistencia al cambio.

No hay que olvidar que esa creciente automatización da una gran cantidad de datos. Ese process intelligence ayuda a las empresas a analizar y utilizar datos en el proceso de toma de decisiones y de ejecución. La automatización proporciona tecnologías como el task mining o el process mining, que permiten optimizar los procesos, ayudar a implementar estrategias end-to-end o prevenir riesgos.

Si bien el 82% de los encuestados está de acuerdo con que el process mining repercute positivamente en sus resultados, solo dos de cada diez (23%) organizaciones ya lo están utilizando. De cara al futuro, desde Deloitte esperan que el mercado de la minería de datos crezca entre el 40% y 50% anual.

La llegada de algunas tecnologías como la Automation-as a service (AaaS) con la nube o las aplicaciones de código bajo (low code) “están acelerando esa automatización, escalar los automatismos a un nivel cada vez superior y afrontar mejor la escasez de talento especializado”, leemos en las conclusiones del informe. Ocho de cada diez encuestados afirma que la AaaS será una pieza importante en los próximos tres años. Además, el 66% de las organizaciones indican utilizar estar usando cloud para algunas o todas sus automatizaciones.

Sobre los cambios en los roles de algunos trabajadores, también jugará un gran papel el citizen-led development (CLD) que permitirá, a corto plazo, poner a disposición de los profesionales sin formación STEM herramientas de automatización complejas, gracias a interfaces más sencillas y formación tecnológica. Herramientas que, según indica Luis González Gugel “permitirán, a su vez, incrementar la productividad individual, una ampliación del programa de automatización y una menor dependencia de los equipos de desarrollo”. El 59% de las organizaciones más maduras en automatización reconocen que ya están implementando este tipo de programas CLD o que planean hacerlo en los próximos tres años.