El monitor ‘gaming’ de bolsillo

Probamos el smartphone Black Shark 5 Pro, diseñado para el público más jugón. Su pantalla Oled de 6,67 pulgadas y HDR10+ alcanza una tasa de refresco de 144 Hz

Los dispositivos diseñados para el público más ‘gamer’ suelen presumir de una identidad propia. Su estética futurista salta a la vista y esta característica no es ajena al smartphone Black Shark 5 Pro, dirigido a este sector. La compañía de Xiaomi especializada en productos para jugadores acaba de desembarcar en nuestro país con este terminal en dos versiones: una de 8GB de RAM y 128 GB de memoria (799 euros) y otra con 12 GB de RAM y 256 GB de memoria (899 euros). Hemos tenido la oportunidad de probar el primero de ellos unos días y podemos asegurar que prácticamente todos los elementos de este teléfono 5G han sido pensados para poder disfrutar al máximo de cualquier juego allá donde nos encontremos.

La experiencia intenta emular a la que sentimos en casa ante un monitor ‘gaming’ específico con una tasa de refresco elevada. De hecho, su pantalla Oled de 6,67 pulgadas con definición HDR10+ en formato 20:9 alcanza los 144 Hz, el umbral mínimo de tasa de refresco que solemos considerar para hablar de un monitor diseñado para juegos. La pantalla adapta su nivel de brillo a la perfección a la luz ambiental que tengamos en cada momento. También admite distintos niveles de sensibilidad táctil, pensando igualmente en cuando estamos en plena partida.

Delatan el principal uso de este terminal los gatillos magnéticos emergentes que encontramos en su zona superior, pensados para cuando estamos jugando, sobre todo a títulos de disparo. Hemos podido probar algunos de estos juegos y recomendamos utilizar la carcasa de goma que acompaña al dispositivo para así tener mejor tacto y evitar que se nos deslice. Si queremos personalizar la trasera, ya de por sí con un diseño bastante distinto a los smartphones más convencionales, también encontramos adhesivos en la caja.

Una vez visto lo que ofrece su pantalla, pasamos al audio. Sus dos altavoces situados en las esquinas superiores ofrecen una calidad bastante reseñable con certificación Hi-Res Audio. No obstante, si optamos por auriculares bluetooth (ya que no cuenta con la tradicional entrada jack) siempre captaremos mejor el sonido. Y, como se trata de que también nos escuchen de forma estable los otros jugadores en línea, el Black Shark 5 Pro dispone de cuatro micrófonos que se encargan de esa función.

Todo dispositivo dirigido al gaming no solo ha de venir preparado con un buen cerebro, en este caso el procesador Qualcomm SnapdragonTM 8 Gen 1, sino que ese mayor rendimiento obliga a idear sistemas de mayor disipación del calor. Esos procesos de la ventilación y refrigeración resultan aún más complejos en un dispositivo portátil pensado para llevar en el bolsillo. En las especificaciones técnicas del Black Shark 5 Pro encontramos que dispone de un sistema de refrigeración líquida. También se han reforzado las conexiones de cobre para evitar que éstas se fundan por ese excesivo calor en las sesiones de juego.

Y, al hablar de esa mayor exigencia de potencia, toca fijarse en la autonomía y en su sistema de carga. Sus 4650 mAh se reparten en dos baterías, pero en este caso en lugar de apostar por una batería mayor que haría crecer en tamaño y sobre todo en peso el terminal (alrededor de los 220 gramos) se ha optado por un sistema de carga de 120W que permite cargar totalmente el móvil en 15 minutos con sistema ultrarrápido u optar por otro modo menos ‘agresivo’ en 24 minutos (llamado Even). También en las especificaciones técnicas leemos que aguantará “más de 1200 ciclos de carga”. A cambio, ese cargador es bastante más voluminoso y pesado que el estándar.

El sistema operativo que ha elegido Xiaomi para estos smartphones de ‘gaming’ es el llamado JOYUI 13, una capa de personalización específica de Android. Hay que acostumbrarse a ella, pero pasados esos días de aclimatación, después agradecemos su sistema de atajos a aplicaciones o funcionalidades concretas a través de los botones extra de gatillos emergentes.

No queremos terminar el análisis sin hablar de las cámaras, un apartado que también ha sido muy cuidado, pese a estar hablando de un smartphone especializado en el ‘gaming’. Su cámara delantera ofrece 20MP con f/2.45, y la principal, la trasera, incluye tres sensores repartidos en 108 MP de cámara principal, 13MP de cámara gran angular de 120 grados y 5MP de cámara de teleobjetivo. Sí hemos echado en falta la posibilidad de aumentar la memoria del dispositivo con tarjetas extra, por lo que este aspecto hay que tenerlo en cuenta a la hora de decidirse por el modelo de 128 GB o por el superior de 256 GB.