¿Por qué ‘The Merge’ ha atraído a tanto inversor en criptomonedas?

Muchos conocen Ethereum como una criptomoneda, pero ignoran que realmente es una plataforma de software global descentralizada impulsada por la tecnología blockchain cuya criptomoneda nativa se llama Ether. Esta tecnología permite a los usuarios construir otras aplicaciones en el blockchain de Ethereum. Es como un sistema operativo, pero descentralizado, que, en lugar de ser gestionado por Microsoft o Apple, lo es por muchos ordenadores que verifican y procesan las transacciones.

El famoso The Merge de Ethereum ha concentrado toda la atención de los criptoinversores en los últimos meses y representa un cambio importante en el funcionamiento del sistema que lleva años preparándose. Podemos decir que Ethereum tiene tres objetivos principales con esta actualización: ser más escalable, seguro y ecológico.

La primera mejora se producirá en su escalabilidad. Actualmente, Ethereum puede manejar 15 transacciones por segundo. Cada vez que la red está ocupada, el coste de las transacciones aumenta al competir todas estas transacciones entre sí y, cada vez, hay que pagar precios más altos: hasta 50 dólares por una sola transacción. Esto significa que para enviar 10 dólares en Ethereum se pagan 60 dólares. Con el nuevo Ethereum 2.0, la red podrá realizar hasta 100.000 transacciones por segundo.

Además, esta actualización también hará que Ethereum sea mucho más resistente a los hackers, aumentando la seguridad de la red en un 51%. Y, por último, la red será mucho más ecológica. Redes como Ethereum y Bitcoin y, en general las criptomonedas, son abiertas y cualquiera puede descargar el software, conectarse con su ordenador y actuar como operador de la red.

En la actualidad, utilizan un mecanismo de consenso llamado proof-of-work, que requiere mucha potencia informática y al consumir mucha energía puede ser peligroso para el medio ambiente. Con esta actualización, Ethereum está migrando a un sistema proof-of-stake para reducir sus costes de energía en un 99%.

Un mecanismo de consenso permite a un grupo de personas ponerse de acuerdo sobre algo; en el caso de Ethereum, sobre todas las transacciones que se realizan en el blockchain. Podemos compararlo con una carrera de coches: todos los coches se alinean para la carrera y, cuando comienza, aceleran hasta la línea de meta lo más rápido posible.

El más rápido es el ganador y recibe un premio. Sin embargo, si esto se escala, técnicamente cada coche participante desperdicia energía, especialmente si pierde en varias carreras. Para entender el proof-of-work que hasta ahora ha empleado Ethereum, en lugar de coches, debemos imaginar a varios miembros de la red tratando de resolver a la vez un rompecabezas matemático arbitrario para evitar que alguien juegue con el sistema. El primero que resuelve el rompecabezas valida la transacción y recibe su recompensa.

Con la actualización al proof-of-stake habrá tres grandes cambios para mantener la eficiencia energética en la validación de las transacciones. De este modo, y volviendo al ejemplo de las carreras, para convertirse en un validador, un coche tendrá primero que poner una garantía, como un depósito de seguridad que perderá si aprueba transacciones fraudulentas.

En segundo lugar, sólo habrá un coche por carrera, que será el responsable directo de validar la transacción. Finalmente, se acortará la carrera para que sea más fácil ganar: nadie malgastará energía mientras se validan las transacciones.

El otro elemento que mejorará la plataforma es el Beacon Chain, un mega blockchain de proof-of-stake que se puso en marcha el 21 de diciembre de 2020. No maneja transacciones ni contratos inteligentes, pero se puede considerar como el corazón de Ethereum 2.0.

En este momento, existe por separado del blockchain de Ethereum, funcionando en paralelo hasta que llegue “The Merge”. El Beacon Chain, que pretende coordinar toda la red Ethereum, también será responsable de seleccionar a los validadores -los coches- que aprueben los bloques de proof-of-stakes.

En la actualidad, Ethereum es similar a una autopista muy concurrida de un único carril en la que un viaje habitual al trabajo de 10 minutos ahora dura 3 horas. ¿Cuánto tiempo ahorraríamos si construyeramos decenas de carriles en la misma dirección para que muchos más coches viajen a la vez? Eso es la fragmentación.

Un total de 64 carriles trabajarán juntos para que los vehículos viajen mucho más rápido, dividiendo la infraestructura de la red en piezas más pequeñas. Además, cada pequeña parte podrá funcionar independientemente con el objetivo de escalar. Estos fragmentos permitirán el almacenamiento y la accesibilidad de los datos, aunque no se utilizarán para ejecutar código como el blockchain actual.

En pocas palabras, la fragmentación es la capacidad de dividir la carga de toda la red entre un grupo de cadenas más pequeñas. El blockchain existente se convertirá en uno de los 64 shards, pequeñas partes de la red, para mantener todos los datos del antiguo blockchain junto con los nuevos 63 blockchains. Este proceso también denominado docking marcará la última vez que se utilice el proof-of-work en la red Ethereum.

Ethereum ha ido actualizándose por fases poco a poco, pero, pese a retrasos, ahora está cerca del paso final. En el último anuncio de la Fundación Ethereum se indicó que la actualización se realizaría en estas últimas semanas en dos fases, “Bellatrix” y “París”.