La española Halo Space paseará a sus turistas a 40 km de la Tierra

La compañía con sede en Madrid competirá con los ‘caprichos’ de los magnates Elon Musk, Jeff Bezos y Richard Branson. Prevé poner a prueba su cápsula antes de Navidades, con un precio de hasta 200.000 euros por cada pasaje. Participan Aciturri, GMV, TIFT Balloon Facility y CT Engineering Grau.

Los viajes espaciales no serán patrimonio exclusivo de Elon Musk, Jeff Bezos o Richard Branson. Al margen de Space X, Blue Origin y Virgin Atlantic, la empresa española Halo Space también compartirá negocio con ofertas turísticas similares. En su caso, el grupo con sede en el Paseo de la Castellana de Madrid cuenta los días para poner a prueba su globo espacial. Será durante la tercera semana de diciembre, en una fecha aún sin precisar, con todas las miradas puestas en el Instituto Tata de Investigación Fundamental, en Hyderabad, India.

Si todo marcha como se espera, el siguiente vuelo se realizará a finales de la próxima primavera con la intención de poner en marcha la compañía de transporte espacial en 2025. Según los planes de la empresa, el objetivo de la aeronave consiste en rozar los 400 viajes comerciales con más de 3.000 pasajes vendidos para entonces. Con un precio por billete que puede alcanzar los 200.000 euros, la compañía prevé facturar alrededor de 600 millones en el plazo de siete años, con estaciones para despegue situadas en los cuatro continentes.

Este tipo de vuelos en el espacio cercano, de hasta 40 kilómetros de altitud, resultan mucho más baratos que los orbitales (300 kilómetros de la Tierra), que requieren una preparación especial de los tripulantes con precios de hasta 50 millones de dólares por plaza. Entre los anteriores se encuentran los vuelos suborbitales, con capacidad para menos de diez pasajeros, que alcanzan una altitud de 110 kilómetros sin entrar en órbita y precios por persona de entre 250.000 y 500.000 dólares.

El objeto social de la compañía española consiste en el desarrollo de tecnología aeroespacial y aeronáutica “para diseñar, construir, probar y operar sistemas aeroespaciales y terrestres para transportar personas y cargas a la estratosfera de forma segura”. Esta última frase posiblemente aparecerá subrayada en los folletos publicitarios que Halo Space deberá confeccionar cuando el sueño de ver la curvatura de la tierra desde el espacio se convierta en realidad.

Experiencia exclusiva

Sin prisa ni pausa, la empresa incubada por la consultora global Arthur D. Little aspira a convertirse en la referencia del turismo espacial gracias a la versatilidad de su nave. Se trata de una cápsula diseñada para acoger a ocho pasajeros y un piloto, con ventanas panorámicas que permitirán admirar el planeta azul a una altitud de 40 kilómetros del nivel del mar. La vivencia promete ser inolvidable, con derecho a selfies a bordo y con todos los ingredientes para satisfacer a los turistas más inquietos del mundo o a los amigos de las experiencias exclusivas.

Fuentes de la empresa recuerdan que la startup se fundó el año pasado, con una financiación inicial de 3 millones de euros. El equipo directivo está comandado por Carlos Mira, CEO y fundador, y Alberto Castrillo, director de Tecnología. Las perspectivas de negocio se presumen estratosféricas, ya que compartirá un pastel de 3.000 millones de dólares, según las estimaciones del banco UBS sobre los ingresos previstos de la industria del turismo espacial en la próxima década.

Tanto Mira como Castrillo han sabido rodearse de primeros espadas del mercado aeronáutico, como CT Engineering Grau, Aciturri, GMV y TIFR Balloon Facility. La aportación de esa última empresa resulta especialmente relevante, ya que es el socio de Halo Space para la fabricación de globos. Hasta el momento, TIFR ya ha lanzado con éxito más de 500 globos científicos a 43 kilómetros.

Según explica el primer ejecutivo, “en los últimos doce meses hemos trabajado con las mejores y más experimentadas empresas del sector aeroespacial para aprovechar la tecnología existente, testada y segura. El equipo está muy satisfecho con los logros de este primer año, pero estamos aún más entusiasmados con lo que nos espera: llevar a miles de pasajeros al filo del espacio con experiencias que cambiarán sus vidas”, señala Mira.

Miles de horas de experiencia

Alberto Castrillo también atesora miles de horas de vuelo a lo largo de su trayectoria profesional. De hecho, con más de 40 años en Airbus Group, el ingeniero desempeñó funciones ejecutivas y considera que la configuración de la cápsula es uno de los factores diferenciadores de Halo Space. En su opinión, “trabajar con un grupo de empresas con tanta experiencia y tecnología nos ha permitido avanzar con rapidez, al tiempo que hemos garantizado la aplicación de los más altos estándares de seguridad en cada paso del desarrollo del programa, y ahora estamos listos para comenzar nuestros vuelos de prueba”.

Asimismo, Castrillo también asegura que los objetivos del primer vuelo consisten en “lanzar con éxito nuestra cápsula, alcanzando una altitud aproximada de 35 kilómetros antes de descender, y finalmente aterrizar. En el proceso -añade Castrillo- validaremos los algoritmos de simulación de vuelo y también probaremos la comunicación entre la cápsula y el control de vuelo y recogeremos miles de puntos de datos de los sensores instalados en la cápsula”.