El fracaso en la fórmula de ‘calentar la silla’

Ya hay compañías especializadas en cuidar la experiencia digital de los empleados con independencia del lugar desde el que trabajen.

Dado que muchas empresas han conseguido mantener resultados e, incluso, maximizarlos con toda su plantilla en casa, la imprescindibilidad de la cultura del presencialismo se ha puesto en tela de juicio”. Así nos lo explica Pedro Ligero, responsable de Nexthink para España, Portugal e Iberoamérica. “Hoy en día, una gran parte de la satisfacción, sentimiento y productividad de los empleados depende directamente del funcionamiento de las herramientas digitales que utilizan a diario para desempeñar sus funciones. El interés de las compañías por sistemas digitales para gestionar estos tres intangibles ha aumentado considerablemente”, añade.

Nexthink está especializada en lo que ahora se conoce como DEX: Experiencia Digital del Empleado. “Es un indicador de gestión del que dependen directamente la productividad y la fidelización de la plantilla”. Añade Ligero que se trata de la percepción que los empleados desarrollan sobre el funcionamiento de las herramientas digitales que la compañía pone a su disposición para desempeñar su labor. Nos reconoce que “cuanto mayor sea el rendimiento del entorno digital, mayor será la rapidez y motivación con la que los empleados desempeñarán sus tareas, ya sea desde la oficina o en remoto”.

La firma que dirige Ligero es una de esas empresas que ha vivido un auténtico boom durante los dos últimos años de pandemia. En su caso, por desarrollar y ofrecer soluciones de apoyo a los departamentos de IT “para que sus empleados tengan una experiencia digital óptima en su trabajo diario”. Creció un 42% en 2021 a nivel global y, en el caso de España, su negocio se disparó un 106%. Su responsable nos ofrece los motivos de ese incremento: “Hasta la pandemia, España era uno de los países europeos con menor tradición de teletrabajo o trabajo híbrido. Pocas compañías se habían planteado la posibilidad de permitir a sus empleados trabajar desde cualquier lugar fuera de la oficina”. Sin embargo, con el confinamiento forzoso, el traslado de la oficina a los hogares se hizo indispensable y, con ello, se volvieron más evidentes los problemas digitales a los que se enfrentaban a diario los empleados. Esa dependencia total con respecto a la tecnología despertó una “fuerte necesidad entre los empleados de disponer de herramientas digitales óptimas, apenas percibida para los equipos de IT anteriormente”.

En ese escenario, Nexthink decidió invertir en España y crear un centro de soporte global desde el que un gran número de ingenieros desarrollan el producto. Nos explica Pedro Ligero que ese viaje para mejorar la experiencia digital de cada empleado empieza por un diagnóstico. “Es decir, descubrir qué funciona, qué no funciona y, a partir de ahí, diseñar una hoja de ruta pragmática para mejorarla de forma personalizada para cada empleado”. Después de esa línea de base, los equipos pueden asumir los proyectos de transformación más prioritarios, ya sea VDI, la nube, el despliegue de aplicaciones SaaS o DaaS. Una vez solucionados los problemas que consumen tiempo y establecida una línea de base, los equipos de IT tienen más tiempo para dedicar a sus proyectos de transformación y, así, mejorar la productividad de su negocio. En cuanto a las soluciones concretas, ofrecen la virtualización de escritorios, incluyendo Skype Empresarial, Microsoft Teams y paquete de Office 365, herramientas hoy en día imprescindibles. Nexthink ha llegado a acuerdos con Devoteam, Dinsa, Inetum, Silverstorm y Unisys como socios integradores y cuenta con Accenture, ATOS, DxC y HP para servicios de gestión.

Preguntamos al máximo responsable de Nexthink en España, Portugal y Latam por la situación del teletrabajo en estos momentos en España: “Ha resultado ser positiva para la mayoría de los empleados. Lo que comenzó como una necesidad debido a las regulaciones obligatorias de distanciamiento social, ahora se ha convertido en una preferencia para muchos profesionales. La conciliación familiar, los ahorros en transporte y la comodidad son solo algunas razones para decantarse por el teletrabajo. Por otro lado, las compañías también han podido comprobar múltiples beneficios, como el ahorro en términos de alquiler y los gastos fijos implícitos en el mantenimiento de la oficina física”.

Reconoce que “grandes compañías en España” ya han dado el paso para instaurar de forma fija el teletrabajo o el trabajo híbrido entre sus plantillas. “Las empresas se han dado cuenta de que, mientras el empleado pueda cumplir con sus funciones y objetivos desde casa, la presencialidad en la oficina queda en un segundo plano. No obstante, las personas somos sociales y dedicar tiempo en la oficina con nuestros equipos redunda en una mayor satisfacción, así como en una mayor facilidad para la resolución de problemas con el equipo de forma más directa. En el balance entre ambas modalidades está la clave”, añade.

A juicio de Pedro Ligero, teniendo en cuenta que esta nueva fórmula de trabajo supone un beneficio para ambas partes, “el reto está en conseguir que el empleado tenga todas las herramientas que necesita para desempeñar su trabajo de una forma óptima desde el lugar de su elección”. Para este experto, ahora debemos continuar trabajando en la formación de los empleados, la adecuación de los sistemas de trabajo híbrido a las necesidades de los individuos y la implantación de nuevas herramientas que faciliten la visibilidad y el soporte proactivo de los empleados. “En definitiva, dado que este modelo viene para quedarse, necesita ser contemplado en toda su dimensión por las empresas”. Y concluye: “Las compañías necesitan asegurar que el empleado pueda trabajar sin problema, anticipándose a las dificultades que puedan surgir durante el desempeño de sus labores y evitando posibles costes imprevistos. Así, se consigue una mejor productividad, un mayor ahorro de costes y una mayor satisfacción del empleado”.