Hacia la trazada perfecta

La saga de velocidad ‘Gran Turismo’ nos ha acompañado durante 25 años, desde la primera de las consolas Playstation. Hablamos de un título exclusivo de la plataforma de Sony que siempre se ha caracterizado por la simulación total. Esto significa que, si nos montamos a bordo de un vehículo clásico tipo Seat 600, no esperaremos que supere los 120 kilómetros por hora ni que sus motores rujan y aceleren de forma espectacular. Este componente de la simulación, a veces reñido con la jugabilidad y el espectáculo, garantiza una sensación de puro realismo. A medida que completamos carreras en vehículos de otro tiempo y de escasa cilindrada, vamos accediendo a nuevos carnets y a deportivos... Pero, para llegar a ello, tenemos que cruzar una cierta travesía en el desierto. Ahora celebramos estos 25 años de Gran Turismo con la séptima edición del título. En este caso, se recuperan los carnets, hasta un total de cinco, y se mantiene la dinámica que se introdujo en ‘Gran Turismo 4’: a través de un mapa se van activando nuevas carreras, algo que ofrece mayor libertad, sin llegar a tratarse de un mundo abierto.

El juego ofrece un completo catálogo de vehículos, hasta 400 de 60 marcas, para probar en 97 recorridos distintos por 34 ubicaciones y circuitos. Antes de activar el modo online, el juego nos exige que completemos una serie de carreras frente a la inteligencia artificial de la máquina. Y ahí se han esmerado con mucho cuidado en este caso con el GT Sophy. Se trata de un agente IA autónomo, entrenado con una nueva plataforma de aprendizaje por refuerzo profundo, que han desarrollado Sony AI y las dos desarrolladoras del juego, Poliphony y SIE. Incluso se han propuesto con estas investigaciones transferir esos avances en IA a la conducción autónoma. Y la sensación que transmite es de total realismo.