China, ‘fintech’ y superaplicaciones: el futuro en manos de los desarrolladores

La era de la digitalización ha favorecido la ubicación del consumidor en el centro de la estrategia de las compañías, potenciando no solo su comodidad gracias a las aplicaciones móviles, sino también un avance cualitativo en la cobertura de sus necesidades. La tecnología financiera se convierte en uno de los principales players, con países como China que llevan años allanando el camino de la banca móvil con empresas tecnológicas al frente de los bancos. Esto permite que haya aplicaciones que amplíen los tipos de servicios para ofrecer a sus clientes la posibilidad de realizar todo tipo de operaciones.

Grandes compañías asiáticas han sido, y siguen siendo, parte integral de los mercados chinos, lo que les ha permitido aportar una gran visión no solo de las tendencias que salen de la región, sino también de cómo se desarrollaron, implementaron y optimizaron. Entonces, ¿cómo pueden aprovechar los desarrolladores las ventajas competitivas que podamos ofrecer desde las grandes compañías chinas? Colaborar en tecnología innovadora y mejores experiencias para sus clientes es lo primordial. La tendencia de las “superapps” es la más importante y la que deben tener en cuenta los desarrolladores, ya que su origen se basa en hacer las cosas más sencillas y cómodas para los clientes.

Esta es una tendencia que goza de gran auge principalmente en China, pero también en el mercado latinoamericano, y que permite aunar no solo las acciones que un usuario puede requerir de diferentes aplicaciones, sino también centralizar la información y anticiparse a sus necesidades. No obstante, hemos visto unos primeros pasos en evolución hacia esta tendencia que sugieren que el resto del mundo, incluida Europa, probablemente seguirá el progreso de China en materia de FinTech. Determinadas aplicaciones han ido un paso más allá incorporando la compra y venta de criptoactivos, entre otras utilidades.

Así, los desarrolladores deberán tener en cuenta la comodidad y la seguridad del usuario, sin olvidarse del 5G. Y mientras tanto, las empresas tecnológicas debemos seguir contribuyendo en la aportación de información sobre nuevas tendencias, de modo que los mercados europeos se puedan nutrir de esta revolución tecnológica.