¿Obsolescencia programada en ‘smartphones’? Crece el interés por la sostenibilidad

Llevamos unos cuantos años oyendo hablar de obsolescencia programada en el sector tecnológico: dispositivos que dejan de funcionar al cabo de poco tiempo, lo que nos obliga a reponerlo una y otra vez. De hecho, según una investigación que llevamos desde Bullitt Group a finales de 2021, casi la mitad de las personas encuestadas afirmó que había cambiado su móvil en 2020 o 2021, y el principal motivo de cambio (52%) -según 'Consumer Trends' study by Bullitt Group and YouGov, October 2021- fue porque el suyo estaba dañado o no funcionaba correctamente.

Quizá no sea a causa de una ‘obsolescencia’ real, pero las modas y tendencias y la poca resistencia de los smartphones actuales, que son cada vez más finos, hacen que cambiemos nuestro móvil con una frecuencia cada vez mayor. Además, los altos costes de reparación favorecen que finalmente nos decantemos por comprar un nuevo dispositivo, en lugar de arreglarlo.

En los últimos años, el uso del teléfono móvil ha aumentado exponencialmente. Nos pasamos casi 9 años de nuestra vida mirando la pantalla del teléfono móvil Estudio ‘5 Ways to Limit Screentime At Bedtimede WhistleOut. Los millennials pasan un promedio de 3.7 horas, la Generación X lo utilizaba 3 horas y los boomers solo 2.5 horas, según el estudio de WhistelOut. Sin duda, esta será una cifra creciente que provocará una dependencia más alta del dispositivo en los próximos años.

Actualmente, dependemos de estos dispositivos en el ámbito personal, para contactar con amigos o familiares, y en el trabajo, para estar en contacto con el equipo o para realizar llamadas con clientes. El uso intensivo de este dispositivo incrementa la preocupación por tener siempre un dispositivo de última generación, con un procesador eficiente, y que sea capaz de soportar las últimas actualizaciones.

A pesar de esta situación de rotación constante de dispositivos tecnológicos, en el sector de la telefonía móvil hemos detectado una creciente concienciación por las consecuencias medioambientales de los productos que se compran. De hecho, los estudios llevados a cabo por analistas confirman que la sostenibilidad de los teléfonos móviles va a ser una de las principales cuestiones que guíen la elección de los consumidores en el sector de ahora en adelante. Ben Wood, experto en el sector y analista de CCS Insight, señalaba que las empresas empiezan a prestar cada vez más atención a la sostenibilidad, The Long Tail of Mobile Phone Recycling - CCS Insights. Es más, la durabilidad de un teléfono (47%) y que sea reciclable (29%) ya se encuentran entre los cinco principales factores que guían la elección de la marca de móvil, según una investigación reciente.

Por tanto, los consumidores valoran cada vez más las empresas que ponen en marcha iniciativas vinculadas con la sostenibilidad. Algunas acciones, como usar cajas más pequeñas para embalar los teléfonos, nos permiten reducir significativamente el impacto ambiental. Por ejemplo, en nuestro caso, la disminución del tamaño de las cajas de algunos dispositivos nos ha permitido ahorrar 2.000 m2 de cartón -¡casi lo suficiente como para cubrir 5 pistas de baloncesto!- disminuir 9,3 toneladas de peso de la carga y 53 toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero gracias a la reducción de los portes. Estos datos están calculados mediante herramientas en línea en ecotransit.org y carboncare.org.

Estamos detectando que los clientes ahora demandan teléfonos que duren más tiempo. Marina Koytcheva, vicepresidenta de previsiones de la empresa de investigación tecnológica CCS Insight, afirma que sus estudios muestran cómo la gente está cada vez más interesada en sacar el máximo partido a sus teléfonos móviles. En una de sus encuestas, más del 40% de las personas encuestadas afirmó que quiere poder reparar su teléfono cuando se rompa. Por un lado, para ahorrar dinero, pero también por la sensibilidad de la población hacia el impacto medioambiental de nuestra forma de vida basada en usar y tirar productos.

¿Cuánto dura un teléfono? Si comparamos el ciclo de vida de los principales smartphones no resistentes, la empresa de análisis del sector Canalys señala que el ciclo de vida medio actual de los smartphones en el mercado de masas es de aproximadamente 37 meses para los iPhone y 33 meses para los dispositivos Android. Pero, por ejemplo, los teléfonos Cat phones tienen una vida útil mucho más larga, de entre 42 y 48 meses -hasta un 45,5% más que muchas marcas convencionales-, debido a su construcción resistente y robusta.

Son muchos los factores que pueden provocar que un teléfono vea disminuido su ciclo de vida como las finas carcasas, la debilidad de las pantallas o desgaste de los componentes. Por ejemplo, algunos fabricantes afirman que sus dispositivos son resistentes al agua, pero muy a menudo la letra pequeña que los acompaña deja claro que esta protección sólo está garantizada cuando el dispositivo está recién sacado de la caja - que la impermeabilidad se degradará con el tiempo y puede verse comprometida por el desgaste general.

Por otro lado, lógicamente ningún teléfono es ‘indestructible’, y todo dispositivo podría llegar a romperse en algunas circunstancias. Por eso, creo que es muy importante ofrecer opciones de reparación a los consumidores, para asegurar que sus teléfonos puedan seguir funcionando durante más tiempo. No es una solución completa, pero es un paso en la dirección correcta.

Por último, es importante tener en cuenta que no hay atajos para construir un teléfono verdaderamente robusto, y si se reducen costes, también descenderá la calidad. En este sentido, la tecnología que llamamos robusta o rugerizada se está convirtiendo en un elemento clave en el sector de la telefonía, porque permitirá reducir el número de dispositivos que usemos a lo largo de nuestras vidas y así contribuir a un uso mucho más comprometido y responsable de nuestros dispositivos electrónicos.